¡Luo Chen se quedó mirando su reflejo en el espejo. Su rostro juvenil, sus ojos llenos de energía… era una sensación extraña. Hace solo un instante, había sido el Dios Inmortal más poderoso del universo, y ahora estaba atrapado en su yo del pasado.
"Esto no es un sueño… realmente volví en el tiempo."
Cerró los ojos por un momento, recordando su trágico destino. En su vida pasada, había sido despreciado, traicionado y pisoteado por aquellos en quienes confió. Solo después de incontables sufrimientos y esfuerzo logró convertirse en el ser supremo.
"Pero esta vez…"
Abrió los ojos con una mirada fría y determinada. Esta vez, no permitiría que nadie lo pisoteara.
¡Toc, toc!
El sonido de golpes en la puerta lo sacó de sus pensamientos.
—¡Hermano Luo Chen! —llamó una voz familiar—. ¡El examen de iniciación comenzará pronto!
El corazón de Luo Chen se estremeció. El examen de iniciación… lo recordaba perfectamente.
Era la prueba que determinaba el destino de todos los discípulos en la Secta del Cielo Carmesí. En su vida pasada, él había sido catalogado como un "desperdicio" por no mostrar talento en el cultivo. Fue humillado, relegado a las tareas más bajas y despreciado por todos.
Pero ahora era diferente.
Se había reencarnado con todos sus recuerdos intactos, con el conocimiento de su vida como un Dios Inmortal. Esta vez, no sería un simple discípulo... esta vez, gobernaría sobre todos.
—Voy en un momento —respondió, su voz calmada pero llena de confianza.
Se vistió rápidamente con la túnica de discípulo y salió de la habitación. Afuera, un joven de su misma edad lo esperaba. Era Zhang Wei, uno de los pocos que no lo había despreciado en su vida pasada.
—¿Luo Chen? —preguntó Zhang Wei, sorprendido—. Tienes… un aura diferente hoy.
Luo Chen solo sonrió.
—Vamos, no quiero llegar tarde.
Con paso firme, avanzó hacia el campo de pruebas. Hoy, demostraría al mundo que Luo Chen ya no era el mismo.