Shin reunió a todos alrededor de la cabaña, observando la extensión de terreno plano que tenían a su disposición. Sabía que necesitaban fortalecer su refugio antes de que cualquier amenaza los tomara por sorpresa.
—Necesitamos tomar una decisión —dijo con seriedad—. No podemos quedarnos sin defensas. Una cabaña no es suficiente.
Hiroshi asintió, cruzándose de brazos. —Estoy de acuerdo. Si queremos sobrevivir, debemos pensar a futuro. Lo mejor sería crear un perímetro defensivo.
—Podríamos hacer un muro con troncos afilados, como estacas clavadas en la tierra —continuó Shin—. No sería perfecto, pero serviría para disuadir amenazas y darnos algo de ventaja si nos atacan.
Ren miró a Shin, apoyando la idea. —Con la cantidad de árboles que hay, podemos conseguir los materiales sin problemas. Será un trabajo duro, pero podemos hacerlo.
—También vi en mi Tienda algo que podría servirnos —agregó Shin—. Hay opciones para puertas y, lo más importante, un portón. Si construimos el muro, podemos asegurarnos de tener una entrada y salida controladas.
Hiroshi consideró la propuesta y, tras unos segundos, afirmó con un movimiento de cabeza. —Entonces, hagámoslo. Si nos organizamos bien, podemos levantar la muralla antes de que algo inesperado nos obligue a pelear sin preparación.
Con la decisión tomada, todos comenzaron a planear cómo ejecutar el proyecto, sabiendo que este sería el primer gran paso para asegurar su supervivencia en aquel mundo desconocido.
Shin y Hiroshi se adentraron en el bosque cercano, listos para talar los árboles que necesitarían para levantar la muralla. Shin ya contaba con su propia herramienta, pero al observar a Hiroshi, notó que el exmilitar no tenía un hacha adecuada.
Sin perder tiempo, abrió la Tienda y navegó hasta la sección de herramientas. Entre picos de piedra, cuchillos y otras opciones, encontró lo que buscaba: un hacha de piedra por solo 10 puntos de Supervivencia. La compró sin dudar y se la entregó a Hiroshi.
—Toma, esto te ayudará —dijo Shin mientras le pasaba el hacha.
Hiroshi la sostuvo con firmeza y asintió con aprobación. —Gracias. Esto hará el trabajo mucho más fácil.
Ambos comenzaron a talar con fuerza. Los troncos caían uno tras otro, acumulándose en el suelo mientras avanzaban con rapidez. Cada golpe de Shin se volvía más preciso y potente, hasta que de repente, una notificación apareció ante sus ojos.
[Has adquirido la habilidad: Leñador (Nivel 1)] "Los cortes contra la madera son un 50% más eficaces."
Shin sonrió levemente. Aquello solo significaba que su eficiencia aumentaría, lo que aceleraría el proceso de construcción.
—Esto va mejor de lo que esperaba —comentó Shin, golpeando el siguiente árbol con más facilidad.
Hiroshi, notando el ritmo mejorado de su compañero, no pudo evitar soltar una leve risa. —Si seguimos así, tendremos los troncos listos en poco tiempo.
El sonido de los árboles cayendo resonaba por el bosque. Mientras tanto, Ren y los demás se encargaban de preparar el terreno y organizar los materiales, listos para levantar la primera gran defensa de su nuevo hogar.
Shin, con la respiración agitada y el cuerpo empapado en sudor, se detuvo un momento para recuperar el aliento. Su hacha se había vuelto más eficaz desde que adquirió su nueva habilidad, y cada golpe contra la madera se sentía más contundente.
Mientras limpiaba el sudor de su frente con el dorso de la mano, miró a Hiroshi, quien seguía talando con un ritmo constante y disciplinado.
—Oye, Hiroshi —dijo Shin entre jadeos—, ¿qué nivel tienes?
El exmilitar detuvo un momento su trabajo y se giró hacia él.
—Nivel 2 —respondió con calma.
Shin frunció el ceño. Él acababa de subir a nivel 5 tras talar tantos árboles y distribuir sus 3 puntos en estadísticas: 2 en Fuerza y 1 en Destreza. La diferencia entre ambos era notoria.
—¿Solo nivel 2? —preguntó Shin, sorprendido.
Hiroshi asintió. —Sí. Solo hemos estado recolectando por el bosque, y eso da muy poca experiencia. No es la mejor forma de subir de nivel, pero al menos me ha servido para acostumbrarme a este mundo.
Shin entendía su punto. La recolección apenas daba experiencia en comparación con la tala de árboles o la caza, pero lo que realmente hacía la diferencia eran las estadísticas y las habilidades.
—Aunque mi nivel no sea alto, tengo ventaja en mi Fuerza —continuó Hiroshi—. Alcanzo los 10 puntos, pero mis otras estadísticas están entre 4 y 6.
Shin asintió, comprendiendo la diferencia en su desarrollo. Hiroshi era un hombre entrenado con un físico superior, mientras que él tenía que depender de sus habilidades y su crecimiento progresivo.
—Bueno, entonces sigamos talando —dijo Shin con una sonrisa—. Quiero ver cuánto más podemos recolectar antes de que oscurezca.
Hiroshi sonrió de vuelta y ambos continuaron con su trabajo, acumulando cada vez más madera para la construcción de las defensas.
Cuando Shin dejó caer su hacha después de talar el último árbol, sintió un leve hormigueo en su cuerpo, una sensación que ya había experimentado antes: su habilidad "Tienda" había subido de nivel. Sin embargo, aún no se había percatado de ello.
Se estiró con un suspiro, observando la cantidad de troncos que habían acumulado junto con Hiroshi. Eran más de los que imaginaba, y quizá suficientes para levantar los muros defensivos que habían planeado.
—Eso debería bastar por ahora —comentó Hiroshi, limpiándose la frente con la manga de su camisa.
Shin asintió y se giró para ver a Ren y los demás, quienes ya habían terminado los preparativos para la construcción de los muros. Estacas afiladas y materiales básicos estaban listos, lo que significaba que podían empezar de inmediato.
Fue entonces cuando Shin abrió su menú de estadísticas para revisar sus puntos de supervivencia. Se sorprendió al ver que había acumulado 225 puntos.
—Esto es más de lo que esperaba… —murmuró para sí mismo.
Cada árbol talado le había dado al menos 5 puntos, y al tratarse de un proceso más exigente que recolectar hierbas o piedras, los beneficios habían sido considerables. Ahora tenía la posibilidad de invertir esos puntos en herramientas, defensas o incluso mejorar su propio equipo.
Pero antes de tomar una decisión, decidió revisar su habilidad "Tienda". Algo había cambiado, y era momento de averiguar qué era.
Shin observó que habian nuevas categorías disponibles para comprar. Le llamó la atención una en concreto, "Defensas". Dentro de ella estaban los planos de unos "Muros de Madera Reforzados". Shin sonrió cuando vio el avance de su habilidad.
Ren levantó una ceja cuando vio la expresión confiada de Shin. —¿Qué hiciste ahora? —preguntó con los brazos cruzados.
Shin simplemente levantó la mano, mostrando en su interfaz los planos recién adquiridos que le habian costado 100 puntos. —En lugar de las estacas básicas que íbamos a usar, ahora tenemos Muros de Madera Reforzados —dijo con entusiasmo.
Hiroshi se acercó para ver los detalles. La imagen mostraba muros altos hechos con troncos bien alineados y reforzados con madera procesada, mucho más resistentes que lo que habían pensado. Además, la estructura permitía colocar una pasarela en la parte superior para vigilancia.
—Esto es mucho mejor… —comentó el exmilitar con aprobación.
—Nos ahorrará problemas a largo plazo —añadió Ren.
Shin asintió, satisfecho. —Ya tenemos los materiales. Solo necesitamos organizarnos y empezar a construir.
Sin perder tiempo, el grupo se dividió las tareas: Hiroshi y Shin se encargarían de cortar los troncos en el tamaño necesario, Ren y la madre empezarían a cavar zanjas para asegurar los muros al suelo, y Akari junto con la hija ayudarían a transportar la madera y reforzar las uniones.
Shin estaba emocionado. No solo habían mejorado su defensa, sino que esto les permitiría expandirse y estar mejor preparados para cualquier peligro futuro.
El grupo trabajaba sin descanso. Hiroshi y Shin, con sus respectivas hachas, cortaban los troncos en secciones más manejables. El sudor resbalaba por sus frentes, pero con cada golpe certero contra la madera, sentían que el refugio se volvía más seguro.
Mientras tanto, Ren y la madre cavaban zanjas profundas alrededor de la zona donde se levantarían los muros. Asegurar las bases era esencial para evitar que alguien o algo pudiera derribarlos con facilidad.
Akari y la hija transportaban los troncos cortados hasta el perímetro y ayudaban a reforzar las uniones con sogas improvisadas hechas de fibras de plantas que encontraron en el bosque.
Después de varias horas de trabajo arduo, el primer segmento de muro estaba listo. Altos troncos alineados y asegurados, formando una barrera resistente. La estructura ya empezaba a tomar forma, y con cada sección construida, la sensación de seguridad aumentaba.
Shin, observando el progreso, sonrió con satisfacción. El esfuerzo valía la pena. Ahora solo era cuestión de tiempo para terminar la fortificación y pensar en la siguiente fase de su supervivencia.
Después de una larga y intensa noche pudieron terminar todo el muro, tenían por completo su zona plana rodeada de troncos haciendo de defensas. Solo faltaba el portón de madera que habia comprado por 50 puntos de Supervivencia.
Esta vez el portón se había materializado, al ser una cosa menos pesada y grande podia comprarse de la misma forma que las herramientas.Cuando el portón de madera apareció delante suya en el suelo, Shin lo observó con atención. Era grande, resistente y diseñado para encajar perfectamente en la abertura que habían dejado en los muros. Con la ayuda de Hiroshi y Ren, lo colocaron en su lugar, asegurándolo con bisagras de madera reforzada y un sistema de traba que permitiría colocar la tabla de cierre desde dentro.
—Esto debería mantenernos a salvo de cualquier sorpresa —comentó Shin, limpiándose el sudor de la frente.
El grupo dio un paso atrás para admirar su trabajo. Ahora tenían una fortificación completa. La cabaña en el centro del terreno se veía aún más segura rodeada por los altos muros de madera y el portón bien asegurado.
El agotamiento empezaba a hacerse notar en todos. Habían trabajado toda la noche, sin descanso. La fatiga era evidente en sus rostros y cuerpos, pero la satisfacción de haber terminado una defensa sólida los reconfortaba.
—Deberíamos dormir un poco —sugirió la madre, con la voz cansada.
Hiroshi asintió. —Sí, pero alguien debe hacer la primera guardia. No sabemos qué podría haber cerca.
Ren se ofreció sin dudar. Con su alta percepción, era el mejor para mantenerse alerta. Mientras los demás entraban en la cabaña a descansar, él se quedó de pie cerca del portón, con su arco en mano y las flechas listas.
El viento soplaba suavemente entre los árboles, y aunque todo parecía tranquilo, en su interior, Ren sabía que la verdadera supervivencia apenas estaba comenzando.