```
—¿Qué quieres? —dijo Rafael con los dientes apretados, mientras Elowyn sonreía socarronamente frente a él como un gato que atrapó a un canario. Y él no era más que un pájaro atrapado bajo sus garras, aleteando desesperadamente tratando de escapar.
Apretó los puños, preguntándose si podría salirse con la suya asesinándola mientras Orion seguía durmiendo, ajeno.
—Antes de que intentes decapitarme, solo que sepas que ahora soy tu mayor aliada. Nos necesitamos mutuamente para lograr nuestros objetivos —Elowyn brilló, levantando sus manos en un gesto conciliador.
Rafael se aseguró de mantenerse alejado de sus manos desnudas. Elowyn notó su cautela y se rió levemente.
—Consígueme una amatista y mantendré tu secreto a salvo —Elowyn hizo un gesto, como si se cerrara la boca con cremallera—. Pero si no quieres ayudar... —Su voz se desvaneció a propósito, dejando que Rafael completara los detalles escabrosos.