Al Zornanír haber cumplido lo pedido por Exequiel, éste soltó una risa…
-Interesante, es la primera vez que alguien usa mi habilidad de demonio de esta manera- Comentó Zornanír.
Mientras tanto, Exequiel ya estaría en el día exacto que él solicitó, el 19 de mayo de 2030.
Al despertar, se fue directo al comedor en dónde desayuno con su hermano y sus padres, soltando unas pequeñas lágrimas, pero su objetivo no era tan solo verlos una vez más a sus familiares, Exequiel tenía algo en mente, luego de desayunar pidió permiso y se dirigió a casa de su abuelo, ya estando ahí robo la pistola de su abuelo, una Bersa Thunder 380, solo contaba con 7 balas y un cargador extra de 7 más.
-Muy bien, con el arma lista toca empezar con el plan- Exclamó Exequiel.
Este se dirigió a la casa de su tío, el cual una vez fue arrestado por robo a mano armada a un banco, y de su casa robó la máscara que usó en ese momento para cubrir su identidad, luego fue hacia la escuela de su hermano e irrumpió en el salón del director.
-¡Quiero que se quede en ese mismo lugar y ni se le ocurra gritar!- Dijo Exequiel de manera agresiva.
-¿Qué necesitas?¿Dinero?, te daré todo mi dinero- Dijo el director mientras temblaba del miedo-
-No quiero nada de dinero, quiero que me cuentes quién es tu ayudante en toda esa mierda de juego de mafiosos- Dijo Exequiel.
-¿De qué está hablando?¿Cómo que mafia?- Preguntó el director.
-No te hagas el que no sabes nada, sé que eres dueño de una organización de mafiosos y que planeas hacer una explosión en esta escuela, usarla como trampa para matar al presidente- Comentó Exequiel, el cual sabía de esto porque viene del futuro.
-Yo no soy ningún dueño de ninguna mafia- Insistía el director.
Y así siguieron, hasta que Exequiel apuntó el arma y amenazó con matarlo si no contaba la verdad.
-Esta bien, esta bien, existe una mafia que se está moviendo por la ciudad, pero yo no soy el dueño, soy tan solo el ayudante del jefe, el señor Hummels, Jack Hummels, él es quién nos manda a nosotros- Contó el director.
Exequiel estaba paralizado, el jefe de la mafia era su propio padre, no podía creerlo, al enterarse de esto, Exequiel simplemente jaló el gatillo y con un disparo en la cabeza, asesinó al director.
Después de todo, el asesinato de su padre había sido lo mejor, con esto hecho, Exequiel se dirigio a la costa de un rio tonde quemo toda su ropa manchada de sangre y arrojo las cenizas al rio, con el cadaver del director no hizo nada, lo dejo exactamente donde murió para ver que sucedía luego.
Al volver a casa ya se había hecho tarde, allí Jack le preguntó a Exequiel que estaba haciendo todo el día por allá afuera, lo único que este respondió fue que estaba dando un paseo cerca del río, Jack le creyó y lo dejó pasar, en este momento Exequiel sabía que tenía que hacer algo, entonces se encerró en su cuarto a pensar que podía hacer.
Ya en su cuarto dejó su arma en un cajón de su escritorio, se quedó pensando en que podía hacer, porque matarlo sin más ocasionaría problemas, pero antes de concretar algo se quedó dormido.
Ya en la madrugada Exequiel se despertó por un sonido fuerte dentro de su casa, bajó las escaleras para ver qué pasaba y vio lo peor, su mamá desplomada en el piso y su papá con el arma que Exequiel usó para matar al director en mano, todo indicaba a que Jack había disparado a la mamá de Exequiel, luego volteo y miro al hermano de Exequiel.
-Tu ocasionaste todo esto, tú tenías que morir- Dijo furioso Jack.
Sonó el disparo, el cual impactó en el cuello del hermano de Exequiel, con esto también él murió, quedaba vivo Exequiel y Jack, Jack furioso volteó y miró a Exequiel.
-Tu vete, no tienes nada que ver con ésto- Le dijo Jack a Exequiel.
Exequiel se acercó lo miró a los ojos y le arrebató el arma, luego tomo algo de distancia y apuntó.
-Fui yo quien mató al director y ahora arruinare tu pandilla de mierda matándote a ti escoria- le dijo Exequiel a su papá.
Y disparó, la bala le impactó en el corazón pero seguía vivo, entonces Exequiel agarró un mazo que había en la casa y lo lanzó sobre la cabeza de Jack, así matandolo completamente, para que no queden rastros incendió la casa y se fugó de la ciudad, a donde nadie lo reconocería.