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Chapter 7 - Más gente como tú

Raiko, mientras se acerca a su casa, observa el hermoso atardecer. De repente, recuerda que tenía que llevar pan a Guille, pero solo lleva consigo una bolsa. Decide entregarle la única bolsa de pan que tiene. Llama a la puerta y, pronto, Guille aparece.

"Hola, Guille, aquí te traigo el pan que me pediste"

"Gracias, Raiko. El mundo necesita más gente como tú. Gracias." Guille le sonríe, después eso se va, y cierra la puerta.

Raiko se queda allí, pensativo, mirando la puerta cerrada. Las palabras de Guille retumban en su cabeza: "Más gente como tú..."

"Eso es..." piensa, un destello de determinación cruza por sus ojos. Rápidamente, se da la vuelta y corre hacia su casa. Mientras se dirige a su portátil, reflexiona: "Para lograr mi objetivo en una ciudad tan grande como Neonvale, necesito más apoyo..."

En la pantalla, empieza a buscar. Compra una mascarilla sencilla para cubrir su rostro y un traje con bordes rojos. "Vaya... esto va a costar bastante dinero" se dice a si mismo. Antes de darle a "comprar", pausa un momento y murmura para sí mismo, "Y para obtener más apoyo, necesito volverme conocido"

Hace clic en "comprar" y su mirada se llena de confianza. "Lo de anoche fue mi primer intento... Salió regular, pero lo intentaré de nuevo, y mejor. No quiero que haya más víctimas."

Al día siguiente, ya casi al atardecer, Raiko se encuentra en una zona cercana a la avenida principal, esperando. "La avenida principal no tiene cámaras de seguridad... Un lugar perfecto para cometer un crimen" piensa con una sonrisa, mientras observa cómo una moto, con dos personas a bordo, intercepta un coche. Uno de los ladrones se baja y rompe la ventanilla del chofer, mientras el otro bloquea el paso del vehículo con la moto.

"Vaya... parece que tenemos algo interesante aquí" dice Raiko, con emoción visible en sus ojos. De repente, suena un disparo.

Varios minutos antes, en el coche, la perspectiva cambia.

"Ya casi llegamos a casa, señorita Tahira. A partir de ahora podrá volver a su rutina ordinaria" dice el chofer mientras mira por el espejo.

"Sí, pero... no sé... siento que mi vida no tiene emoción, mis miedos me limitan bastante" responde Tahira, con un tono sombrío.

El chofer preocupado, observa el rostro de la joven en el espejo. Al mirar nuevamente por el retrovisor, nota que una moto se acerca rápidamente con dos sujetos armados.

"¡Mier-!" grita el chofer, justo antes de que la ventanilla se rompa.

"¡Danos todo el dinero, todo el Glint que tengas!" exigen los ladrones.

Tahira, aterrada, mira por la ventana. Siente el impulso de saltar y salir corriendo, y su cabello empieza a cambiar de color, tornándose poco a poco en un turquesa brillante.

"Tahira... confía en mí" dice el chofer con calma, intentando tranquilizarla.

Tahira, con el aliento contenido, parece encontrar algo de paz. Su cabello vuelve a la normalidad.

El ladrón, al notar la resistencia del chofer, decide dispararle a su pierna.

"¡NOOO!" grita Tahira, sintiendo que acabar de ocurrir lo peor

Mientras tanto, el delincuente recoge algunas monedas y las guarda en una bolsa. Se gira para marcharse, pero de repente recibe una patada fuerte en el estómago. Su arma y la bolsa caen al suelo. Raiko, con su presencia imponente, y más que nada por el golpe que le ha propinado, lo ha derribado.

Raiko, con una rapidez sorprendente, se gira hacia el segundo ladrón, que intenta huir, y dispara a la rueda trasera de su moto. El vehículo pierde el control, y el ladrón cae de forma aparatosa, chocando contra un poste. El queda inconsciente.

Raiko observa al chofer, quien está herido, y también nota a la chica atrás, visiblemente asustada.

"Tranquila, él estará bien" le dice a Tahira con firmeza.

"Tiene razón, voy a estar bien. Llamaré a una ambulancia" responde el chofer, mirando a Tahira con una leve sonrisa de alivio.

Raiko, sin perder tiempo, se acerca al ladrón que está en el suelo, aún retorciéndose de dolor.

"¿Quieres el dinero? Es la bolsa de a-" le dice, apuntando al saco de monedas.

Pero Raiko, sin titubear, dispara a las piernas del ladrón. Este grita de dolor.

"¿Por qué?!" clama el ladrón, mirando con horror a Raiko.

"Eso es lo que tú hiciste, solo que te lo devolví... al doble." responde Raiko con una calma inquietante. "Tranquilo, ya viene la ambulancia."

Raiko va hacia la bolsa tirada a lo lejos, la abre, y al ver la gran cantidad de Glints, su rostro se ilumina con una satisfacción contenida.