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Chapter 4 - Unluck [1]

"Oye..."

Ren seguía sentado en la barra, Javier ya se había ido hace bastante tiempo.

"¿Porque sigues aqui?"

"¿Jum? Eh... Bueno es que estoy asustado..."

El sudor frio recorría el cuerpo de Ren, no por angustia por lo sucedido, si no por un problema aun mayor...

'¿Como vuelvo a casa?'

*Suspiro*

"Patricia no es un monstruo... ella solo te regañara un poco y todo pasara."

Dice Damián con una sonrisa.

'Bueno el otro día se veía aterradora...'

"Si... ¡Si! ¡Es verdad!"

Ren se levanta con energía renovada.

"¡Todo pasará! ¡Solo me gritara un poco y luego se le olvidará!"

Recoge la espada y dice.

"¡Gracias Damián!"

'Espero... Espero que algún día puedas hallar el perdón para mi...'

Dice Damián con lagrimas en sus ojos.

*****

"Repítelo"

Dijo patricia con voz severa mientras estaba sentada con las piernas y brazos cruzados.

"Perdón..."

Ren arrodillado sobre el frio suelo de concreto y sus manos apoyadas en sus rodillas dice con voz apenas audible y temblorosa.

"Repítelo."

"Perdón..."

"Mas fuerte."

"Perdón."

"¡Mas fuerte!"

"¡Perdón!"

Grita con todas sus fuerzas, Patricia mira a Ren arrodillado y parece por fin calmar un poco su ira.

"De verdad lo siento..."

*suspiro*

"Esta bien, ¿No tengo que decir mas cierto? Si vuelves a escapar la próxima vez no terminara con una disculpa, ¿Entendido?"

"Si..."

"Muy bien..."

'No debería volver a enojar a mama...'

Piensa Ren para sus adentros.

*****

"¡Mierda!"

Grita Elviroon mientras sostiene el huevo con nerviosismo.

'Esto es malo... Muy malo, esas bestias, las Labarts, son absolutamente sobreprotectoras con sus huevos, además de que estas cosas emiten un hedor que detectan a decenas de kilómetros, hemos tenido suerte de que no hayan atacado...'

"Comandante... Llego el alcalde"

Jean informa sutilmente a Elviroon.

"Uff... Esta bien."

Elviroon susupirando se levanta del suelo y se dirige a una mesa, donde se sienta en una silla de madera.

Se escucha un toque en la puerta.

*tock* *tock*

"Adelante."

Un hombre obeso, vestido con un traje negro elegante y un sombrero de cuero negro entra a la habitación, se arrodilla frente a Elviroon con nerviosismo.

"E-es un placer verlo por esta zona comandante Elviroon"

Mira por un momento al hombre con canas y luego habla con tono autoritario.

"Tenemos varias razones para creer que en los próximos días una manada de al menos 200 Labarts van a asediar la ciudad..."

El alcalde mira sorprendido por un momento a Elviroon, una gota de sudor frío recorre la frente del alcalde y dice.

"¡¿C-como es posible?!"

"Siéntese primero..."

Jean ayuda a sentarse en un sofá al alcalde, con algo de esfuerzo debido a su shock logra sentarse.

"Un tipo robo un huevo de los Labarts y según nuestra información hay una manada cercana, así que es muy posible que vengan a atacar."

El silencio recorre momentáneamente la habitación, el alcalde angustiado y asustado dice.

"¡Entonces necesitamos mas soldados! ¿Pidan refuerzos!"

Dice el alcalde asustado y con sudor frio recorriendo su rostro.

"Ya lo hicimos, en unas horas llegaran 5000 soldados de la capital, pero aun así necesitamos mas gente, hay que evitar posibles bajas, necesito que me proporcione la mayor cantidad de soldados que pueda y ponga un anuncio para recompensar a aquellos que estén dispuestos a ayudar."

A pesar de la situación Elviroon esta muy tranquilo.

"E-esta bien."

El alcalde solo puede asentir en respuesta.

"Muchas gracias, me asegurare que el reino lo recompense por esto."

'Bien, con esto al menos evitaremos que toda la ciudad caiga... Que mala suerte...'

*****

Ren esta regando el jardín.

'Damián, maldito... si no fuera por ti y hubiera esperado a que se calmara no me hubiera ido tan mal...'

Dice Ren mientras termina de regar y va dentro de la choza.

'Me vengare... Te lo prometo.'

"¡Mama! ya termine de regar."

Patricia se voltea hacia Ren con su típica sonrisa cálida.

"Gracias, siéntate, ya casi esta la comida."

Ren se dirige a la mesa de madera y se sienta, disfruta un momento de la luz sol que entra por la ventana.

'Quien diría que ella y la que me dejo dos horas arrodillado son la misma persona'

Ren no puede evitar poner una sonrisa irónica en su rostro.

'Bien, al final todo salió bien, cuando tenga suficiente dinero iré a la capital para vender la espada y así... ¡Así podremos vivir mejor!'

Se queda con los ojos cerrados y una sonrisa mientras disfruta del sonido de la cocina, abre los ojos y ve la espalda de su madre, con su pelo recogido y delantal blanco.

'Ojala todo siga así de bien...'

De repente un sonido en la distancia saca a Ren de sus pensamientos.

'¿Son cascos?'

"¿Jum? ¿Quién será?"

Dice Patricia, mientras termina de cocinar, apaga el fuego y se limpia las manos, se asoma un momento fuera y frunce el ceño.

"Ya vengo."

Patricia sale de la choza rápidamente.

Al quedar solo Ren aprovecha para inspeccionar la espada, mira con interés la franja blanca ahora mas grande.

'Que espada mas extraña...'

La revisa y nota ciertas cosas: la espada tiene un mango simple, con pocas líneas y de color negro mate, su empuñadura esta hecha de un tipo de cuero mas agradable al agarre.

'Nunca había visto nada así.'

Los sonidos de los cascos de hacen mas fuertes con el pasar el tiempo, el sonido es tan fuerte que solo se escucha a los cascos golpeando el piso.

Ren trata de ignorar el ruido, pero poco a poco un sudor frío comienza a recorrer su cuerpo cuánto más reflexiona.

'No serán...'

Con nervios Ren sale de la choza y se dirige al bar, donde patricia, Javier, Damián y los demás están parados viendo una nube de polvo a lo lejos, esta nube se acerca cada vez mas.

Ren se para atrás de patricia con inquietud en su rostro y mira como los caballos montados por los soldados se acercan.

Un caballo blanco, cabalgado por un caballero plateado esta al frente y se dirige a ellos.

"Ustedes."

Dice el hombre con un tono autoritario.

"Deben ir a la ciudad si todavía quieren vivir para mañana..."

Patricia esconde a Ren atrás de ella y antes de que ella pudiera hablar Javier se le adelanta.

"... ¿Podemos saber la razón?"

Dice con temblor en su voz.

Elviroon lo mira un momento con una ceja alzada.

"... Es confidencial, pero le decimos esto por su propia seguridad, en unas horas, todo lugar fuera de la ciudad no va a ser seguro."

Antes de que Javier vuelva a hablar Elviroon sigue su camino.

Entonces se queda parado un momento.

"¿Javier?"

Pregunta Damián.

"Recojan sus cosas."

"'Que?"

"Que recojan sus cosas y vayan a la ciudad mierda!"

Patricia jala del brazo a Ren hacia la choza, cuando entran Patricia con voz apurada dice.

"Agarra lo importante! comida y dinero!"

Patricia esta muy apurada, Ren coge algo de dinero y cuando esta a punto de salir recuerda la espada, la mira unos momentos con incertidumbre y finalmente la agarra y sale corriendo con su madre.

*****

Cuando llegan a la ciudad están junto a Damián y los demás, las calles normalmente bulliciosas de por si, ahora están sumidas en un caos, mercaderes cerrando tiendas y guardias tratando de mantener el orden.

"'Javier sabes que pasa?"

Pregunta patricia con desesperación.

"Creo que si... el reino estaba cazando Labarts en el sur, y había rumores de que también había Labarts por aquí, pero no tiene sentido... Que el reino este aquí si estaban enfocados en el sur solo puede significar..."

Todos hacen silencio por un momento.

"Que las bestias miraron."

Un silencio a tronador consume la atmósfera a su alrededor y finalmente Damián rompe la tensión.

"Bueno... No importa, aunque quisiéramos ya no podemos hacer nada... Mejor deberíamos buscar donde quedarnos."

"Nosotros iremos a ayudar, están dando una recompensa por quien ayude a luchar"

Javier y los guardias se separan.

"Bien, nosotros busquemos donde pasar la noche"

Dice Damián y patricia asiente con rapidez.

*****

Los tres están sentados contra una pared.

"Demonios... todos los hoteles y zonas publicas están llenas."

Patricia aprieta el brazo de Ren con fuerza.

'¿Que vamos a hacer? Sin un lugar donde dormir probablemente seremos víctima de unos ladrones o peor.'

Ren parece acordarse algo y abre los ojos con emoción.

'Si... Eso puede funcionar.'

Se levanta y se para frente a Damián y Patricia, luego dice en voz baja.

"Conozco un lugar..."

*****

Toco la puerta suavemente.

*tock* *tock*

Hombre barbudo sale de la torre de piedra.

"Oh, eres tu."