En el mismo momento, en un hospital en la Capital Imperial, el Anciano Luo sujetaba con emoción la talla del núcleo en su mano derecha.
Tras cerrar los ojos y meditar por un rato, a regañadientes colocó la talla del núcleo de vuelta en la caja de jade —dijo a Luo Fan—. Creo que Qiaoqiao talló esto, debe haber encontrado algunas dificultades. Zhang Yi solo vio la exquisita artesanía de esta talla del núcleo, pero él no sabe que esta talla también tiene otros tesoros dentro. La guardaremos segura para Qiaoqiao hasta que haya una oportunidad para discutirlo...
—Abuelo, hoy sí escuché algo...
—¿Qué es? Vamos a escucharlo —dijo Luo Zhenyu amablemente, mirando a su querido nieto.
Luo Fan entonces compartió lo que había escuchado esa tarde sobre la Familia Bai y la Familia Qin con Luo Zhenyu.
Después de todo, todos eran parte del mismo círculo.
Era normal obtener la noticia de primera mano.
