Cuando Damien entró en la guild de aventureros, su primer pensamiento fue «como se esperaba». Aunque estaba mucho más limpio que los estereotipos, había cumplido con todos los demás criterios para una guild típica. Una zona de recepción alineada con bonitas recepcionistas, un bar lleno de ruidosos aventureros de diferentes razas charlando y riendo, y un tablón de misiones.
Damien sonrió ante esto. Parecía que alguien en la Tierra había viajado por el mundo en algún momento, o de lo contrario no habría forma de que las novelas de fantasía fueran tan precisas. Marcando otro punto en la lista de clichés, cuando Damien abrió las puertas, todas las miradas se centraron en él.
Para entonces, Zara ya había vuelto a su sombra, así que estaba solo para soportar la carga de esas miradas. Sin embargo, ni siquiera se inmutó. La mirada de aquella quimera salvaje con la que había luchado en el piso 50 era mucho más aterradora que la de estos tipos al azar a los que nunca antes había conocido.
Además, se deleitaba en la envidia que le transmitían sus miradas. Después de todo, ¿no prueba el hecho de que lo envidien que él era mejor que ellos? Aunque hacía tiempo que era consciente de que no debía volverse presumido, no iba a perder la oportunidad de disfrutar de este sentimiento de vez en cuando.
Escaneando la sala, Damien no sintió amenaza alguna por parte de los actuales aventureros y sus pupilas mostraban claramente las discrepancias en su maná. Damien ignoró rápidamente a la multitud y caminó hacia la recepción.
—¡Hola! —dijo la alegre chica en el mostrador, ignorando de igual manera todas las miradas centradas en ella—. ¿En qué puedo ayudarte hoy?
Damien respondió de la misma forma, manteniendo sus palabras concisas y directas. —Me gustaría convertirme en un aventurero.
El tono indiferente de Damien causó que los ojos de la recepcionista se contrajeran un poco, pero ella continuó actuando de manera profesional. Sin embargo, parecía que algunos de los aventureros no tomaron bien su tono.
Justo cuando iba a continuar, un hombre se le acercó por detrás, intentando agarrar el hombro de Damien. —¡Eh, tú!
El brazo de Damien centelleó, y al instante siguiente, el brazo del hombre que había estado tratando de agarrar a Damien cayó limpiamente al suelo.
—¡AAAAAH!
El hombre gritó, mirando a Damien con ojos llenos de horror. No era diferente para nadie más en la guild. Alternaban sus miradas entre Damien y el hombre que esparcía sangre en el suelo antes de empezar a sudar frío, agradecidos de no haber sido quienes decidieron provocarlo.
—¿Hm? —Damien se giró, viendo el desastre que había causado. No sintió nada por haberle quitado el brazo al tipo, incluso si había actuado por instinto. Los reflejos de Damien estaban entrenados para que cualquier cosa que se le acercara con hostilidad fuera cortada al instante, independientemente del nivel de hostilidad.
Quizás fue un poco excesivo, pero así había estado viviendo los últimos 2 años. Tomaría más de un día o dos para que sus viejos hábitos se calmaran.
—¡Vaya! —exclamó Damien—. Oye, parece que algo le pasó a tu brazo. ¡Parece que se me ha resbalado la mano! En el futuro, asegúrate de no agarrar a la gente sin permiso.
Con esas palabras, Damien procedió a ignorar al hombre, volviéndose hacia la sorprendida recepcionista. —De todos modos —dijo—, continúa lo que estabas diciendo.
La chica de la recepción se sobresaltó, pero había estado trabajando en la guild durante mucho tiempo, así que fue rápida en recuperar su compostura.
—¡S-sí! Convertirse en un aventurero es simple, solo tienes que demostrar que has adquirido al menos tu primera clase y puedes convertirte en rango F. A medida que tomes misiones y acumules puntos de mérito, puedes aumentar tu rango. —Damien la interrumpió. —¿Y si ya he pasado de primera clase?
Los ojos de la chica se ensancharon por un segundo antes de continuar. Se veía muy joven, ¿pero ya era de 2ª clase o superior? Su talento debía ser extremadamente alto.
—Si ya eres de 2ª clase o superior, puedes tomar una misión de cualificación de la guild para demostrar tu fuerza. Una vez que se complete, tu desempeño será evaluado y se te asignará un rango adecuado.
Damien asintió con la cabeza en señal de aprobación. Parecía que no tendría que empezar como rango F con su fuerza y ascender en el rango haciendo misiones locas como en anime isekai. Damien sinceramente no podía imaginarse matando a unos simples duendes más.
—Está bien entonces —respondió a la chica—. Tomaré esa misión.
La chica asintió con la cabeza y comenzó a llenar algunos formularios. Luego se los entregó a Damien para que completara su nombre, edad y otra información diversa.
Se permitían los apodos y pseudónimos, pero siendo un extraño en este mundo, sintió que era innecesario. Aún así, tras pensar un poco, simplemente escribió 'Vacío' en lugar de añadir también su nombre.
Sintió que nunca podía ser demasiado precavido.
—¡De acuerdo! —dijo la chica después de recibir sus formularios—. Le entregó una tarjeta de rango F de la guild y continuó—. Por ahora, aquí tienes tu tarjeta de rango F. Si completas tu misión, tu tarjeta se actualizará automáticamente a través de nuestro sistema. La próxima misión de cualificación es...
Mientras la chica hablaba, alguien bajó por las escaleras que conducían al segundo piso y le susurró algo al oído mientras lanzaba algunas miradas furtivas hacia Damien. Los ojos de la chica se ensancharon por un segundo antes de que disimulara su expresión. Luego habló con Damien una vez más.
—Parece que hay una misión de escolta que comenzará en una semana, y el cliente ha permitido que se utilice como misión de cualificación. ¿Te gustaría aceptarla?
Damien estaba un poco desconfiado, pero confiado en su habilidad de huir, aceptó la misión. Después de eso, se dio la vuelta para salir de la guild. Sin embargo, tras dar solo unos pocos pasos, escuchó un sonido de crujido bajo sus pies.
Mirando hacia abajo, vio que había pisado accidentalmente el otro brazo del tipo de antes, convirtiéndolo en una bolsa de pasta de carne. Con una expresión inocente en el rostro, Damien habló.
—Para ser completamente honesto contigo, esto no ha sido a propósito. Ahora sé que suena como una excusa, pero escúchame. Realmente me olvidé de que existías.
Aunque decía la verdad, aún así no le apetecía quedarse allí para escuchar los gritos agonizantes del hombre, así que tras dejar esas palabras, desapareció del lugar.
Damien reapareció en su habitación de la posada mientras Zara salía de su sombra. Por alguna razón, podía teletransportarse libremente con ella en su sombra y ella se teletransportaba con él. Ya fuera por su pacto o porque su sombra era parte de él, Damien no lo sabía, pero era conveniente, así que no lo cuestionó.
Sacando su tarjeta de la guild, Damien la estudió mientras recordaba la información que había leído en el subespacio.
—Estas tarjetas son como un signo de estatus. Si bien una tarjeta de rango F no hace mucho, cuando obtenga mi tarjeta de rango A me proporcionará muchos beneficios. Además, actúa como una tarjeta de crédito, así que no tengo que sacar molestas cantidades de dinero durante las transacciones. Aunque dudo de que cualquier bandido sea mi igual, es mejor prevenir que curar —pensó.
Damien rápidamente perdió interés en la tarjeta. Tenía un montón de pequeños símbolos rúnicos en ella, pero no los entendía en lo más mínimo, por lo que era inútil estudiarlos. Mirando nuevamente en su inventario, Damien recordó su espada.
Cuando la sacó, casi se desmoronó en el acto. Cuando la encontró, ya estaba en una condición usada, y su gemela se había roto en su primera pelea real. No sabía cómo había aguantado todas las peleas locas que tuvo después de eso, pero estaba contento de que así fuera.
Su hoja era totalmente negra, pero contenía muchas grietas en forma de tela de araña en su superficie, y la empuñadura estaba extremadamente desgastada. Sin embargo, no podía traerse a tirarla. Era su primera compañera.
Volvió a poner la espada en su inventario para evitar más daños y decidió conseguirse una nueva.
Pero primero, tendría que volver a la guild para enriquecerse vendiendo su alijo de cadáveres de bestias.