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Chapter 15 - Destino

Bertram sacudió su espada hacia un costado, alzo su brazo a mediación con la palma hacia arriba colocando su espada en el pliegue mientras lo doblaba y deslizaba la espada limpiándola de la suciedad colocándola de nuevo en su funda, posteriormente se acercó al cuerpo decapitado cuidadosamente y observo como la oscuridad en el se desvanecía.

El grupo quedó atónito ante tal escena, no pensaron que la batalla duraría tan poco ante el poder inmenso que manifestaba el oponente, Illika cambio su mirada hacia Aleks momentáneamente entrecerrando sus ojos colocando su mano en su barbilla.

-Creo que te llamaré también "chico ardiente" - dijo Illika en voz alta.

Aleks y Helena voltearon drásticamente ante el comentario al azar, posteriormente se vieron entre ellos dos y después le volvieron a regresar la mirada a Illika.

-¿Qué? ¿No te has visto tus manos? Aún no se apagan "pequeño cerillo" - dijo Illika quedando asombrado unos segundos después de terminar sus palabras -"Chico cerillo" eso suena mucho mejor ja, ja, ja.

Aleks levanto sus manos quedando hipnotizado por las llamas que sobresalían directamente y a la vez las sacudió para intentar apagarlas, Illika procedió a soplarles como si de una vela se tratara, pero no sirvió para nada, Bertram repentinamente tomo el brazo de Aleks.

-Quédate quieto niño, no es necesario hacer eso, solo aún no lo manejas bien, con el tiempo lo controlarás y podrás encenderte completamente si así lo deseas.

-Oigan, perdón por interrumpir, siento que más personas nos observan - dijo Helena mientras trataba de observar entre las intensas nubes con un sentido de alerta.

-Tranquilos, solo intentan acercarse - mencionó Bertram con tranquilidad mientras se cruzaba de brazos.

-¿Acercarse?, ¿quiénes? - dijo Aleks con duda cuando sintió un ligero jalón de su pantalón.

-Eres real, si existes - dijo un pequeño niño con asombro y felicidad.

-Sabía que esas historias eran reales, sabía que eras real - menciona otra niña mientras trata de abrazarlo.

-Relájate niño, son los ciudadanos que protegimos de esta ciudad, vienen a darnos las gracias.

-Pero si yo no hice nada a comparación tuya, yo solo le di un golpe y le queme la cara.

-Exacto, le quemaste la cara a alguien impregnado con oscuridad, un usuario de piroquinesis normal no puede hacer eso, esos niños lo vieron y las demás personas escondidas aquí también- dijo Bertram tranquilamente -aparte fueron de mucha ayuda, Helena lo anclo al piso con su increíble fuerza e Illika pues es Illika, ese bastardo es un enigma.

-¡Oye, te escuché maldito vejestorio! - dijo Illika con el ceño fruncido.

En un instante varias personas se fueron acercando al grupo, poco a poco empezaron a rodearse de ciudadanos agradecidos y asombrados por saber que la supuesta leyenda había vuelto a renacer como se estipulaba muchos años atrás, aquellos que habían perdido la esperanza la recuperaron por un momento volviendo a creer en los dioses luna, sol y madre naturaleza, algunos mercenarios mostraron algo de alegría mientras la mayoría hacía de la vista gorda, podían intentar capturarlos a todos y obtener una gran recompensa,, pero querían y deseaban un mejor futuro, un futuro en donde no tuvieran que trabajar forzosamente para las filas del señor oscuro o esconderse de él, tales son las casualidades de la vida que la diosa sol en ese momento decidió iluminar y disipar las nubes de Cloud City por un momento, la gente lo tomo como una señal, por ese instante ellos sintieron desahogo y libertad.

El grupo por un santiamén se dio cuenta de la cantidad de gente que los estaba rodeando, Aleks quedó boquiabierto, sentía que todos creían en él, lo cual era un hecho, pero empezó a sentir miedo por fallarles, ya que era una tarea marcada por el destino, se sentía obligado a cumplir con las expectativas de los demás y por un breve momento recordó ese momento en el mercado negro, ah ese niño, ya había fallado anteriormente, no quería volver a ver más gente inocente muerta, su mirada se perdió entre la multitud y solo permanecía a un punto fijo, una avalancha de pensamientos le comenzó a llegar como si se tratarán de golpes, Helena lo tomo del hombro haciendo que vuelva en sí y volteara a verla respondiéndole ella con una sonrisa, en ese pequeño instante Aleksander recordó las breves palabras de Bertram, tenía que empezar por algo tan simple, pero a la vez difícil y es por aceptar quien era en realidad, que la vida monótona y en paz que llevaba en aquel bar se había terminado y que tenía una gran responsabilidad en frente, pero a la vez sentía que estaba observando un gran abismo y percibía en el su reflejo, así que Aleks metió la mano en uno de los bolsillos internos de su gabardina y saco el anillo de su padre, lo observo por unos instantes y se lo coloco en el dedo anular mientras le escurría una lágrima sin expresión alguna, agachó la mirada tratando de disimular y se la limpio, regresando la mirada hacia las personas con una pequeña sonrisa triste tratando de aparentar estar bien para que nadie se diera cuenta respondiendoles alzando el mismo puño donde se colocó el anillo a los cielos

Helena permanecía detrás de él mientras Illika se regocijaba de los halagos sintiéndose todo un héroe, el único que podía percibir lo que los demás no era Bertram, lo percibió todo, cada segundo que pasaba aunque hubiera gente de a montones, por un instante le recordó a él en su niñez con su familia de sangre elfica antes de que todo se fuera al carajo por primera vez, que te aten a un futuro sin aceptarlo, a un destino que no escogiste, sabía que en algún momento se cruzaría con "él" pero decidió no buscarlo por cada rincón del mundo como se lo habían impuesto, se encontraría con Aleks en el momento indicado sin forzarlo y sin desgastarse, tratando de vivir la vida pacífica que siempre quiso y así fue, a su manera, justo como acababa de suceder, nació en él una necesidad de ayudarlo, así que se acercó hacia él lentamente.

-Tenemos mucho trabajo por hacer niño - dijo mientras ponía su mano en el hombro de Aleks - pero primero tenemos que salir de aquí antes de que lleguen mercenarios oscuros, las palabras vuelan, mientras más rápido nos vayamos más difícil nos rastrearían.

El grupo siguió a Bertram de regreso a su bar restaurante, los llevo por la parte de atrás en el cual un carruaje los esperaba.

-¿Un carruaje aquí arriba? ¿Cómo carajos piensas que bajaremos con un carruaje si solo se puede subir escalando? No hay ningún camino de bajada- dijo Illika con duda mientras se acomodaba su sombrero.

-A donde vamos no necesitamos caminos, hay rutas que no te mostré del todo niño - mencionó Bertram mientras se acomodaba en el lugar del conductor.

El grupo entero se subió sin dudar en la parte trasera, Bertram los llevaría a un lugar seguro al menos hasta que los mercenarios oscuros o alguien más los trate de encontrar.