Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha sido testigo de un eterno debate: ¿es la maldad inherente a nuestra naturaleza, o es el mundo quien pervierte nuestra esencia? Lunaria, un reino de luz y equilibrio, parecía ser la respuesta. Guiado por las tres lunas guardianas, el reino se alzaba como un símbolo de prosperidad, donde la esperanza y la armonía marcaban cada amanecer.Las tres lunas no eran solo una leyenda; eran pilares vivos, una unión que daba fuerza al Rey Cosmo y al corazón del reino. Bajo su protección, los campos florecían, las espadas se forjaban con propósito y los sueños crecían en cada rincón. Lunaria era más que un reino: era un hogar donde el destino parecía inmortal.No obstante, el destino, en su impasible curso, tejió un camino de traiciones y sacrificios. La avaricia de uno de sus pilares rompió la unión que mantenía al reino en equilibrio. El caos consumió Lunaria, y con él, las risas y los sueños de su gente. Las dos lunas restantes lucharon con valentía, pero sus esfuerzos no bastaron. Al final, el Rey Cosmo, en un acto de amor y deber, entregó su vida para proteger a su pueblo.De las cenizas de aquel reino glorioso surgieron historias de resistencia. La princesa, con la mirada fija en el horizonte, tomó la antorcha del legado de Lunaria, guiada por la antigua profecía: "Las tres lunas juntas harán resurgir a la cuarta, y así Lunaria volverá a la cima."En un mundo donde el eco de la traición resuena y la sombra de la desesperanza acecha, se alza la lucha de quienes aún creen. Así comienza nuestra historia, un viaje donde las almas enfrentarán la crueldad que las rodea, buscando transformar su destino. Encontrarán en el sacrificio, la valentía y la unión el verdadero significado de la libertad y la redención, demostrando que incluso en la más profunda oscuridad, una chispa de esperanza puede encender un nuevo amanecer.