Estaba sonrojándome furiosamente, mi corazón latía descontroladamente.
Pero luego pensé, si esta mujer podía complacerse a sí misma en el salón, era comprensible que pudiera usar estas cosas para aliviar la soledad en su habitación.
—Xu Tian, ya terminé de lavarme, tú...
Justo en ese momento, Liu Qingxue salió del baño. Cuando me vio sosteniendo sus bragas en una mano y el juguete en la otra, su cara inmediatamente se puso roja.
—Oye, ¿quién te permitió tocar las cosas de los demás, qué molesto!
En ese momento, ella todavía estaba desnuda, caminando hacia mí mientras me arrebataba esos dos objetos de las manos.
Sonreí y fingí no ver, pregunté con curiosidad:
—Hermana Qingxue, solo buscaba algunos pañuelos y me topé con estos dos objetos. ¿Qué son? Parecen... tener un olor.
—Es...
Su cara se sonrojó, sus ojos se movían rápidamente, se rió y dijo:
—No importa, no preguntes. Apúrate y dúchate, pronto iremos a la cama. No me gusta si estás apestoso.
