Valac, capital de la Legión del Caos, la metrópolis más poderosa e influyente de todo el territorio demoníaco. Fundada por el tercer Rey Demonio, como centro de organización entre todas las razas que conforman a la Legión del Caos. La ciudad se divide en tres murallas: antes de la primera muralla se encuentra el imponente castillo del Rey Demonio, antes de la segunda muralla se encuentran los centros de investigación y los campamentos militares, y antes de la tercera muralla se encuentran los centros urbanos y comerciales, y finalmente, afuera de las murallas se encuentra el sector rural.
Todos los ciudadanos que habitan en Valac en algún momento han visto a todas las razas que habitan en Nobelium. Incluso las razas que conforman a la Liga han llegado como esclavos a la ciudad. Por lo tanto, la llegada de un orco con dos elfas esclavas no debería llamar mucho la atención entre los ciudadanos.
Esto era lo que pensaba Gromak antes de llegar al sector rural, su título como Campeón de la Legión solo es sabido por los altos mandos y las familias con mayor influencia. Además, sin su armadura o casco de campeón, sería para todos un orco más, con la piel más oscura y con una buena mercancía entre las manos. Pero para su sorpresa, todos, incluyendo campesinos, niños y esclavos, voltearon a ver su llegada murmurando entre ellos.
"Mira, es impresionante" "Realmente es lo que creo que es" "Esas elfas está muy guapas" "Puedo acercarme, mamá" "No, podría ser peligroso"
Con todas estas miradas a su alrededor, Gromak no se sentía muy cómodo. Recordó que cuando acompañaba al Rey Demonio siempre había este tipo de audiencia, pero las miradas se centraban en el Rey Demonio y no hacia él.
"Otra vez con lo mismo" dijo Gromak al exhalar.
"¿Qué sucede, orco?" dijo Amya
"Nada, es solo que no me gusta que la gente me esté observándome sin razón"
"¿Y por qué?"
"Por qué, porque soy un guerrero. Cuando estoy en el campo de batalla o de cacería, ser observado significa que alguien te tiene en la mira, alguien que te quiere matar o piensa matarte. Por lo que tengo que matarlo antes de que te mate"
"Es muy violento, pero eres un orco, así que no debería sorprenderme. Por qué no les gritas a todos para que dejen de observarte"
"Lo haría si estuvieran armados, seré un demonio, pero no un monstruo sin honor"
"Entonces no hay nada que hacer, solo aguántate y sigue caminando"
"No tienes que decirme lo que ya sé. Aunque sí me gustaría saber por qué llamamos tanto la atención, se supone que nadie debería conocerme sin mi casco"
"Bueno, es obvio que no todos los días se puede admirar la belleza deslumbrante de una Haim como yo, sabes, recibo este tipo de atención todo el tiempo en mi ciudad."
"De qué está hablando, todos los elfos se parecen. Los mismos ojos, las mismas orejas largas, la misma arrogancia e incluso la misma cara, son todos iguales"
"Que falta de delicadeza, orco. No te das cuenta de lo obvio, aunque lo tengas al frente"
"¿De qué estás hablando?"
"Puede que mi belleza esté atrayendo las miradas de los hombres, pero es ese puto dragón muerto lo que está llamando más la atención"
Gromak llevaba consigo el cadáver decapitado de un gigantesco dragón de escamas verdes. La bestia estaba amarrada a la carreta, pero su cola sobresalida del vehículo dejando un rastro en la tierra muy visible para todos.
"Oh, eso tiene más sentido"
…
Horas antes de llegar a la ciudad Valac, un grupo de dragónes verdes atacó a Gromak y a las elfas cuando estaban por salir los Picos Negros. De forma instintiva, Gromka saltó para enfrentar a las bestias, los dragones eran muchos, pero de nada importaban sus números. Gromka agarró uno de los dragones y lo estrelló contra una roca, a otro lo estranguló con sus manos y uno quedó aplastado debajo de su garrote de hueso. Al ver a sus hermanos morir, los dragones verdes huyeron, pero entonces llegó un dragón verde mucho más grande y furioso.
"¡Salgan de aquí!" grito Gromak "¡Sí se quedan morirán y si me ayudan me estorbarán! ¡Sigan el camino y estarán a salvo!"
"Pero amo"
"¡Váyanse!"
De inmediato, Amya salió de la carreta y cargo a su hija, corrió lo más rápido que pudo alejándose del camino y de todo el caos de la batalla, mientras tanto Elora observaba la batalla encima de los hombros de su madre.
El dragón alzó vuelo y soltó una fuerte llamarada sobre los escombros, Gromak se mantuvo firme y aguantó el calor de las llamas, agarró una piedra y lo lanzó contra la bestia impactado contra su cara. Cuando la bestia cayó al suelo, Gromak saltó sobre el dragón con su garrote en la mano.
Elora quedó embelesada por tal espectáculo, recordó los cuentos que leía en su habitación sobre héroes que domaban dragones y derrotaban bestias demoníacas. Aunque en todas esas historias el héroe muere al final, siempre es recordado por su grandeza y sacrificio.
"Madre, ¿El amo es un héroe?"
"¿Qué? No digas estupideces, como un orco va a ser un héroe. Mejor agradece a los dioses por darnos esta oportunidad, si tenemos suerte ese dragón acabará con el orco y por fin seremos libres"
"Pero el amo no había asesinado ya a un dragón"
"Sí, o eso pensé, la verdad ya no sé qué creer. Solo no pienses y escúchame atentamente"
Amya miró al suelo y vio cómo una gran sombra formase sobre ella, alzó la mirada y vio al gran dragón verde caer desde el cielo, instintivamente ella pegó un grito de terror y saltó hacia atrás, logrando esquivar el impacto de la caída.
Cuando el polvo se desvaneció, Elora lo vio, el dragón verde más grande cayó muerto con los ojos reventados y la lengua fuera. Al ver la cabeza del dragón Amya se desmayó del miedo.
"Tal parece que a la elfa no le gustan los dragones, eso explicaría por qué le tuvo tanto miedo al dragon negro"
Tras una larga batalla, Gromak salió victorioso, aunque lleno de quemaduras y cortes en el cuerpo, que rápidamente comenzaron a sanar,a excepción de las quemaduras que tardaron más.
"Amo… ¡Es increíble!" dijo Elora "¿Cómo lo hizo? ¿Cómo derroto al dragón?"
"Golpeándolo, lo golpeé tan fuerte hasta que murió"
"Oh"
Amya despertó de su impresión y se limpió el polvo, trató de recuperar un poco de dignidad y caminó hacia Gromak como si nada hubiera pasado.
"Oye, orco, ¿qué pasó? ¿Por qué te demoraste tanto?"
"Porque este bicho era un verdadero gran dragón, seguramente vino a vengarse por haber matado a sus hermanitos o algún familiar suyo. Los dragones nunca olvidan y menos si tienen relación de sangre"
"Y ahora, ¿Qué hacemos con el dragón?"
"Hay que llevarlo a la ciudad, de seguro aprovecharán bien su carne, sus huesos y su piel, pero antes…"
Gromak sacó una daga de obsidiana y con ella comenzó a cortarle el cuello del dragón. Amya casi bonita al ver esto, prefiriendo no mirar.
"Pero… ¿qué estás haciendo?"
"Cortándole la cabeza, será la comida del día antes de llegar a la ciudad"
"¿Vas a comerte su cabeza?"
"Nos comeremos su cabeza. Tranquila, despellejado y cocinado correctamente, la carne de dragón sabe a pollo"
Luego de arrancarle la cabeza, Gromka fue a recoger las cosas que se habían caído de la carreta ya destruida, recogió un frasco en donde dentro había un hada agua, un hada metal, un hada de fuego y un hada de natural. Las pequeñas haditas fueron liberadas y de inmediato le reclamaron a Gromka, en su extraño idioma, por haberlas dejado a un lado, pero luego se calmaron cuando Gromak se disculpó en su mismo idioma. Usando su magia, la hada de metal creó una gran olla, la hada de agua lo llenó de agua dulce y finalmente la hada del fuego y la hada de planta crearon una fogata. Con la ayuda de las hadas Gromka cocinó un caldo de cabeza de dragón para todos, un alimento lleno de proteínas y magia, la favorita de las hadas y la de los orcos.
Amya no quería comer, pero el rugir de su estómago fue más fuerte, así que luego de dolencia decidió comer.
...
De camino hacia la entrada de la ciudad, Amya dijo.
"Aún no puedo creer que te hayas comido la cabeza en sopa, y que me los hayas dado de comer a mí, a mi hija y a esa pobre haditas"
"A las hadas les gusta ese tipo de comida, además, a la pequeña elfa le gusto. Incluso comí los sesos junto con las haditas"
"¡Ugh!… Mi hija tiene gustos raros. Aunque esas hadas tienen gustos más raros por ayudar a un orco a cocinar"
"Yo les consigo su alimento y ellas me ayudaron a cocinarlo, es un trabajo justo"
"Si el gremio de investigaciones mágicas supieran que las hadas se mueven por la comida, seguramente se convertirían en los mejores chefs de todo Nobelium"
"¿De qué está blando?"
"Nada, solo estoy pensado en voz alta"
Mientras Gromak y Amya conversaban, Elora descansaba encima del vientre del dragón, jugando con las pequeñas hadas entre sus dedos.
Las hadas, o más bien espíritus mágicos, son la manifestación no espiritual de las hermanas de la creación, diosas antecesoras de los nuevos dioses. Las hadas toman una forma humanoide y se comunican en un dialecto casi imposible de aprender para los mortales. Si le caes bien a un hada, ella usará su magia para comunicarse contigo, traduciendo el mensaje y el sonido, para así mantener su idioma en secreto de los mortales codiciosos.
Una de las hadas, el espíritu de fuego, voló hacia la frente de Elora y se sentó para poder observar de cerca sus ojos rojos. La hada se encontraba confundida y les comunicó su descubrimiento a sus demás hermanas, a ellas también les pareció extraño el descubrimiento y comenzaron a debatir sobre el asunto. Elora no sabía qué estaba pasando, pero le pareció tierno ver como las haditas discutían entre sí, hasta que una de las hadas se acercó y le dijo.
"Gracias por jugar con nosotras. Tienes unos bonitos ojos. No sigas a Esmeral y que Roushnala bendiga tu futuro"
Luego las hadas se despidieron y volaron hacia Gromak, entrando en el frasco de donde desaparecieron entre el polvo.
"¿Qué pasó?" pregunto Amya
"Regresaron al reino de la hasta" Gromka sello el frasco. "No te preocupes, ya regresarán"
"Amo" dijo Elora mientras baja del dragón. "Las hadas me hablaron"
"¡Que!" expresó su madre "¿Qué te dijeron? ¿Cuéntame? ¿Aprendiste su idioma?"
"No, ellas solo me agradecieron y dijeron nombres que nunca había escuchado"
"¿Cuáles nombres?"
"Es… Esmer…"
En ese momento, cuando estaban al frente de la entrada de la primera muralla, varios guardias de la ciudad salieron abruptamente y los rodearon. Equipados con armaduras de cuero y con el rostro cubierto, todos apuntaron sus lanzas contra Gromak sin dudarlo.
"¿Qué está pasando?" pregunto Amya.
"No lo sé, pero no me gusta este tipo de recibimiento"
El aura asesina de Gromak fue percibida por todos los guardias, quienes comenzaron a temblar y a retroceder, pero con una orden de su superior su moral volvió a mantenerse firme.
"¡Firmes guardias de Valac!" dijo el capitán de los guardias.
El capitán de la primera puerta del muro, un Zobekiano de escamas verdes y ojos amarillos, caminó hacia Gromak y le dijo.
"Identifícate, orco"
"Mi nombre es Gromak, Guerrero del Caos, y vengo a solicitar una mantícora del ejército y ofrecerle este dragón"
"Muéstrame tu marca"
Gromak se quitó la hombrera y mostró la marca de los Guerreros del Caos marcada en la piel de su hombro, como dicta la tradición, todo guerrero marcado con fuego y hierro es digno de honor y prestigio.
"Mmm. Es una marca muy antigua, ya casi nadie tiene una como esta… Esa marca es falsa, sucio y mentiroso orco"
En el ejército de la Legión, decirle a un Guerrero del Caos que su marca es falsa es un insulto grave que se paga con la muerte o con un agravio similar. Gromak nunca había sido insultado de esta manera, en su mente solo quería matar a este guardia y comer su carne como la lagartija que es, pero antes de siquiera levantar su garrote para aplastarlo, Amya dijo.
"Qué insolencia" La elfa se paró al frente. "Como un simple guardia puede hablarle así a un Guerrero del Caos, conoce tu lugar, plebeyo"
Aquellas palabras, provenidas de una esclava, dejaron estupefactos a todos los guardias, incluyendo a Gromak.
"Sucia elfa. Como te atreves a hablarme así" El capitán levantó su mano "Arréstenla"
Uno de los guardias se acercó a Amya con intenciones de golpearlo con el asta de su lanza, pero antes de que pudiera tocarla, Gromak agarró al guardia del cuello y lo lanzó contra los muros.
Esto no le gustó para nada al capitán, quien ordenó a sus subordinados arrestarlo a él también y confiscar sus pertenencias. Los guardias atacaron, aquellos hombres no eran rivales para Gromak, pero estaban armados y decididos. Gromak levantó su garrote, pero entonces él y todos los guardias quedaron inmovilizados. Una extraña fuerza les impedía mover cualquier músculo, intentarlo solo lo hacía más doloroso, como si estuvieran siendo torturados por fantasmas. Nadie, excepto Elora, podía ver los hilos que los mantenían atrapados como mariposas en la red.
"¿Qué está pasando?" dijo el capitán.
Gromak aplicó más fuerza para liberarse. Los hilos comenzaron a hundirse en su piel, pero entonces los hilos se rompieron deshaciendo los demás hilos de su cuerpo.
"Oh, mis hilos. Qué malo eres, Gromak" dijo una extraña voz como si muchos más hablaran al mismo tiempo.
De lo alto de las murallas bajo como araña una extraña criatura humanoide hecha de arcilla, madera, metal, carne y magia. Tenía largas extremidades, bestia de un traje llamativo de blanco y negro, llevaba una máscara de bufón con una sonrisa roja, y ojos amarillos, y largos cuernos ondulados. La criatura es una marioneta mágica con un posible núcleo viviente en su interior, un golem, pero había sido modificado tantas veces que ahora parecía un Imp muy grande y delgado.
"¡Gromak!" Dijo con una sonrisa en la máscara. "¡Hace tanto que no te veía!" El Golem estiró sus piernas y dio un gran paso hacia el frente.
"Hola, HalleQuin, también es un gusto verte de nuevo, aunque solo pasaron unos días."
"Y que lo digas, creí que no te volvería a ver hasta la siguiente Guerra Santa, dime… ¿Qué te trae por aquí?"
"Vengo a solicitar una mantícora voladora y entregar este dragón"
"Oh, ya lo veo, mi querido amigo, pero, que tenemos aquí" HalleQuin se acercó para ver a las dos elfas, pero ellas se incomodaron por su presencia y se escondieron atrás de Gromak. "Estas elfas no fueron parte del botín que trajimos de la última batalla"
"Sí, el Rey Demonio me las obsequió por mi buen desempeño"
"Oh, eso es una responsabilidad muy grande. Espero que las estés cuidando, alimentando y cepillando como es debido… je, je, je"
"No son mascotas, Halle"
"Es como si lo fueran, ahora, qué hacemos con estos guardias insolentes"
Los guardias, que habían sido atrapados por los hilos de HalleQuin, sufrieron una terrible agonía mientras cada parte de su cuerpo era doblado lentamente, dislocando sus extremidades.
"Si gusta, puedo arrancarle todas las escamas del cuerpo como castigo"
De inmediato, el capitán gritó, pero como su boca se mantenía cerrada, solo se escuchaban balbuceos.
"Oh, por favor ya cállate quieres, sabes muy bien el castigo por insultar a un Guerrero del Caos. Especialmente uno con el título de Campeón del Caos... ¿Qué?… No lo sabías, pero qué pena, al menos sufrirás lo suficiente como para no olvidarlo en tu siguiente vida"
La máscara de HalleQuin expresa una larga y macabra sonrisa mientras hacía sufrir a su víctima, Gromak no pensaba intervenir, pero entonces Amya le jalo del brazo y le susurro algo al oído.
"Orco, dijiste que solo los altos mandos de la Legión conocen tu título, ¿no es así?"
"Sí"
"Entonces no puedes permitir que los maten, primero tiene que contar la historia para que nadie más se atreva a meterse contigo"
"Y eso en qué me beneficia"
"Que no me estás escuchando, si los plebeyos conocen tu rango, nadie más se atreverá a faltarte el respeto. Incluso puede que eviten hablarte o mirarte por temor a ser castigados"
"Eso… tiene sentido para mí"
HalleQuin siguió torturando al capitán y a sus guardias, a la vista de los demás guardias de la ciudad que estaban sobre las murallas, pero nadie se atrevería a interferir por temor a sufrir el mismo castigo. Excepto Gromak, quien sin temor o preocupación le tocó el hombro y le dijo
"Ya es suficiente, libéralos"
HalleQuin volvió a verlo, la sonrisa de su máscara se había invertido "¿Qué?… hm… bueno"
Los hilos de HalleQuin desaparecieron y todos los guardias cayeron al suelo, el capitán fue el que más castigo sufrió, pero estaba aliviado por estar vivos.
"Oye Gromak, sé que el honor y esas cosas son importantes para ustedes los guerreros, pero no hay que ser tan blando"
"Lo sé, pero seguramente estos guardias son novatos. No tiene importancia"
"je, je, je, si tienes razón, los novatos son una molestia" Harlequin miró a los guardias "¡Qué están esperando, inútiles, abran la puerta!
Los guardias obedecieron y la puerta principal se abrió dejándolos pasar, HalleQuin los acompañó al interior de la ciudad mostrando mucho interés por el cadáver del dragón.
En el camino, Amya miró a HalleQuin y le preguntó a Gromak.
"Orco, ¿de dónde conoces a este payaso?"
HalleQuin giró la cabeza de forma anormal, perturbando a Amya y a Elora por igual.
"Halle" dijo Gromak "Es un compañero de arma en mi Legión, un acechador de la muerte de rango superior y maestro del gremio de bufones. Antiguamente, era un Maestre de las Marionetas, entretenía a los aliados y torturaba a los prisioneros, pero luego de sufrir una emboscada y de ser descuartizado, fue reconstruido y resucitado como una marioneta viviente"
"¿Una marioneta viviente?
"Asi es, señorita elfa" dijo HalleQuin "Soy una marioneta viviente, mortal… pero muy divertida, jejeje…" HalleQuin se abrió el pecho y dejó ver su corazón palpitante. "Hermoso, no crees, mi corazón sigue latiendo aunque ya no lo necesite.
"Agh, qué asco"
"Je, je, je. Fueron mis amantes quienes me asesinaron, ellas tan hermosas y fogosas, no pudieron aceptar que me fuera de la ciudad y por eso me destrozaron para que cada una de ellas tenga una parte de mí. No las culpo, fue tan romántico, pero gracias a ellas ahora soy inmortal y puedo seguir divirtiéndome por toda la eternidad junto con mis amantes. Quienes ahora también forman parte de mí"
"Tú seguramente eres la marioneta más desquita y enferma de todas"
"Eh, qué mala eres, señorita elfa, pero no me importa" HalleQuin volteo a ver a Gromak. "A propósito, ese dragón muerto que traes es muy grande y hermoso, de seguro obtendrás mucho oro por él"
"De qué hablas, pensaba entregarlos a los cocineros, herreros y artesanos del ejército de la Legión"
"¿Qué? ¿Por qué?
"Es una simple contribución, por la manticora que solicitaré"
Uno de los ojos de HalleQuin cambio de forma y color, con su ojo mágico analizo el cuerpo del dragón, identificando cada parte como un material raro y especial. Como antiguo Maestre de marionetas, HalleQuin sabía muy bien que no podía dejar pasar esta oportunidad.
"Gromak, si tanto te interesa obtener una manticora, yo te lo puedo dar a cambio de este dragón"
"¿De que está planeado, Halle?"
"Yo, nada, solo quiero ayudar aún amigo"
HalleQuin solo quería al dragón para modificar su cuerpo y para crear más golem, más marionetas vivientes que nunca duermen o tengan hambre. Gromak sabía de esto, lo acompañó en varios de sus experimentos cuyos resultados no fueron muy buenos, creando violentas abominaciones vivientes.
"Vamos, te ofreceré una buena manticora, e incluso te pagaré bien."
Gromak lo pensó. Riquezas no le faltaban, había más que suficiente en su cueva, transporte tampoco, usado su rango como general podía pedir todas las manticoras que deseara, pero ir al campamento militar sería estar muy cerca del castillo del Rey Demonio, arriesgándose de que lo vea y que descubra todo lo que sucedió con el espejo.
"Está bien, te daré el dragón, pero primero quiero mi manticora"
"Oh, por supuesto, tú solo sígueme hacia el sector comercial y te lo entregaré"
Siguiendo a HalleQuin llegaron al sector comercial de la ciudad, alborotado de compradores y vendedores, comprando y ofreciendo diversos productos de todo tipo. Amya observó las tiendas, los productos que vendía eran muy exóticos y en su mayoría ilegales para la Liga, pero de todas las cosas lo que más llamó su atención fueron los grimorios, libros llenos de conocimientos antiguos y profanos de la magia. La elfa lo pensó, sabía que la maldición que la mantenía esclava, las cadenas negras, estaba en uno de esos grimorios. Si obtenía uno de ellos y aprendía sus secretos, quizás podría romper la maldición y ser libre.
…
En el sector comercial, en una gran tienda/taller/fábrica/almacenes/lugar de trabajo altamente peligroso y poco remunerado. Trabajaba un hobgoblin en la elaboración de un vehículo mecánico impulsado por piedras mágicas, con su ojo de lupa se cercioraba de que todos los detalles y engranajes estén bien soldados y atornillados.
"Preparados para iniciar" dijo el hobgoblin, dando la orden a todos sus trabajadores goblins.
Un pequeño y emocionado goblin se subió al vehículo, deseoso de ser el primero en probar la nueva mercancía. El hobgoblin presionó un botón dando inicio a la prueba de seguridad. Las piedras mágicas influyeron su poder hacia los tubos y cables, poco a poco el motor comenzó a temblar y luego todo el vehículo comenzó a temblar.
"Es la hora, vamos goblin N°27, pisa el pedal"
El pequeño goblin asintió, piso el penal y el vehículo explotó lanzado a su tripulante contra el techo, dejándolo estampado como moco verde. Todos los trabajadores presentes se rieron como locos por la muerte de su compañero, menos el hobgoblin quien estaba muy frustrado por otro fracaso.
"Mierda" el hobgoblin abrió su libro y comenzó a escribir "Prueba N°27, fracasó, la energía se sigue distribuyendo de forma violenta y descontrolada, hay que ajustar y probar de nuevo, esta vez con filtros en los tubos que…" El hobgoblin miró a sus empleados. "Que están mirando, ¡A trabajar! ¡Limpien este desastre y luego regresen a la fábrica, necesitamos más metal, más piedras mágicas, más suministros y más producción!
Todos los trabajadores se asustaron y regresaron al trabajo, algunos se golpearon entre sí y otros se resbalaron con los restos del Goblin n.º 27.
"Útiles, son peor que esclavos" dijo antes de regresar a su oficina.
El hobgoblin, jefe de esta tienda/taller/fábrica/almacenes/lugar de trabajo altamente peligroso y poco remunerado, llamado también "La canina del Loco" fue hace años un aspirante para convertirse en un BioBrujo para la legión del Caos. Lamentablemente, su falta de conexión con la magia detuvo su sueño, pero no se rindió y fundó su propio negocio, ampliando la aplicación mágica para aplicarlo en el campo de la ingeniería.
Si tiene éxito, sería el nacimiento del primer IcnoBrujo.
Su negocio vende todo tipo de herramientas, explosivos y pociones, pero también máquinas que en su mayoría explotan si no son muy bien usados. Se destaca por su producción en masa debido a sus trabajadores poco remunerados, en su mayoría simples goblin, la clase más baja y más numerosa de los demonios. Aunque a veces los goblins pueden evolucionar en criaturas más poderosas e inteligentes, si es que sobreviven a su torpeza o ambición.
En la oficina principal, el jefe hobgoblin realizaba las cuentas para la próxima prueba, hasta que su secretaria, una sexi imp con prominente escote, entró a la oficina.
"Jefe, tiene visitas"
"Ahora no, Dalia, estoy muy ocupado como para recibir visitas"
"Pero jefe, es…"
"Me importa una mierda quien sea, estoy muy ocupado como para recibir invitados ahora"
"Oh, en serio" dijo alguien desde el techo
"Pero qué mier..."
El jefe Hobgoblin miró al techo y vio a HalleQuin, colgando de sus hilos como un títere.
"Qué gusto verte de nuevo, Gobo, veo que tus inventos siguen fracasando como siempre, qué mal"
"Eh" expresó la secretaria "jefe…"
"No te preocupes Dalia, ya puedes retirarte"
"Sí, jefe, pero antes quería decirle que hay otros tres invitados esperando en la recepción"
"Háganlos pasar, de seguro vienen con este payaso"
"Y estás en lo correcto, Gobo"
La secretaria salió de la oficina.
"Deja de llamarme Gobo, Halle, ese no es mi nombre"
"Lo que tú digas, Gobo. Veo que, a pesar de los fracasos, el negocio sigue adelante"
"Por supuesto, gracias a las máquinas que no explotaron la producción aumentó mucho en este año. Incluso puede que abra una segunda fábrica"
"Te refiere a otro lugar de trabajo altamente peligroso y poco remunerado"
"Oye, que los goblins sean tan tontos como para no cobrarme no es mi problema, si se conforman con un hogar lejos del peligro de la guerra o la oscuridad de sus madrigueras por mí está bien"
"Pero. hm… huelo algo nuevo en esa diablilla que tienes. No está un poco gordita"
"Me gustan culonas"
En ese momento, Gromak ingresó a la oficina. El jefe hobgoblin se sorprendió al ver lo grande que es el orco y la fuerte presión que ejercía sobre el ambiente. Las piedras mágicas negras de su escritorio se encendieron, reconociendo la esencia de la magia oscura concentrada en su interior.
"Halle, ¿Quién es tu amigo?"
"Permítame presentarle, él es Gromak el implacable, Guerrero del Caos y Campeón de la Legión"
"Un Campeón de la Legión, en mi fábrica. Interesante"
"Así es, él me pidió un favor… favor que pienso cobrartelo a ti. No es mucho, solo necesitamos una de las mantícoras de tus establos para que puedan viajar. Así les cumpliré ese favor y tú ya no me deberás nada"
El jefe hobgoblin lo miro, levanto una ceja.
"De qué estás hablando, ya pagué ese favor cuando te instale esas mejoras que me pediste. Más bien ahora tú me debes a mí"
"¿En serio?"
"Sí, tengo los documentos si quieres leerlo"
"Ah, bueno qué importa eso solo súmalo a mi cuenta y ya"
"Ese es otro problema, por la celebración de victoria de la Legión, sacrifique a todos mis animales y bestias para vender su carne"
"… Me estás jodiendo"
"No, todos mis animales ya fueron comidos, a excepción de las crías y los más peligrosos"
"Hay esta, Gromak, ya tiene transporte"
Gromak miró a HalleQuin directamente a los ojos, no dijo nada, pero dejó entender que no estaba de acuerdo.
"Muy bien, Gobo ¿Conoce algún establo que tenga manticoras o algún medio de transporte volador?"
En ese momento el jefe hobgooblin sonrió.
"No, solo hay manticoras en los campamentos del ejército de la Legión, pero, hay una criatura voladora que quizás les pueda servir. Si me sigues se los mostraré"
El jefe hobgoblin salió de su oficina junto con Gromka y HalleQuin, pasaron por la sala de espera en donde Elora esperaba sentada junto con la secretaría. Al verlo, la secretaria regresó a su trabajo, un poco ruborizada por haber sido descubierta. El jefe hobgoblin no le tomó mucha importancia a la pequeña elfa, ya que sabía que era la esclava del orco, pero entonces escuchó un estruendo afuera de su oficina como si los goblins se estuvieran peleando.
Gromak se percató de que Amya no estaba en la sala de espera, y se preocupó.
Al ingresar a la fábrica, el jefe hobgoblin quedó estupefacti al ver que todos sus goblins se estaban peleando entre sí, agarrando cualquier cosa que tuviera en la mano como un arma mortal. Diez goblins yacían muertos en el suelo, pero a nadie parecía importarle e incluso los pisaban por accidente, resbalando y cayendo sobre los restos. En medio de todo este caos se encontraba Amya, sentada sobre una silla de madera, apoyando sus pies sobre un ruborizado goblin mientras ella leía un libro de bordaje negro y contenido extraño.
"¡Qué está pasando aquí!" Gritó el jefe hobgoblin y todos los goblins se detuvieron.
Encontrar al culpable de este alboroto no fue muy difícil. El jefe hobgoblin sabía que aquella elfa era la responsable.
"Tú, esclava, ¡ven aquí!" Ordenó el jefe hobgoblin, pero Amya no obedeció y lo ignoró. "Rrr… ¡Quién es el dueño de esta esclava! ¡Quién es el idiota que permitió esto!"
Una gran sombra cubrió al jefe hobgoblin, al voltearse vio a Gromka imponiendo su aura asesina sobre él.
"Ese sería yo, goblin"
El jefe hobgoblin trató de dar una sonrisa alegre temiendo que aquel orco lo aplastara, así que decidió ignorar este incidente y continuar con su plan.
"Por… por favor síganme, y no dejen sus pertenencias en la fábrica"
Gromak ignoraba lo que estaba pasando, para él los goblins solo estaban solucionando sus problemas a golpes, como es común entre los orcos, ignorado si su esclava hizo algo malo. La verdad es que Amya sí había hecho algo malo y ella lo sabía, incitando un alboroto solo por diversión.
…
Justo después de que Gromka ingresa a la oficina del hobgoblin.
Amya estaba aburrida, así que decidió salir de la sala de espera y ver la fábrica para saber lo que allí producían. Se sorprendió al ver la cantidad de materiales fabricados a pesar de que los trabajadores lo hacían de forma torpe y desordenada.
Para su sorpresa, los goblins no le generaban mucho asco, era aceptable o a lo mucho tolerable.
Al husmear entre la mercancía, encontró un libro extraño de bordado negro, no sabía qué era, pero le parecieron muy familiares las runas inscritas en la portada. Sin dudarlo, cogió el libro, se sentó en una silla y exploró sus páginas, contemplando el conocimiento de que aquel libro era maldito y profano. Hechizos, maldiciones, invocación, pociones, animales malditos, dioses caídos y antiguas civilizaciones. Amya reconoció el libro como un grimorio transcrito y su nueva esperanza de alcanzar su libertad, pero entonces se dio cuenta de que muchos goblin habían dejado de trabajar para observarla, todos excitados por el encantador cuerpo de la elfa.
En un comienzo, Gromak no se percató de la belleza de Amya, hasta que descubrió que ella era una elfas hermosa y sensual. Sus ojos, su piel, su cabello y su cuerpo son una magnífica obra de arte; incluso podría embelesar al más fiel de los amantes, y seducir al más recto de los reyes. Aunque en su estado actual, desarreglado y sucia, sigue teniendo una fuerte belleza lo suficiente como para exitar a una horda de goblins.
Para los goblins descubrir a una hembra es muy difícil, ya que físicamente son iguales en apariencia y olor, confundiéndose varias veces de orificio cuando realizan sus orgías de madriguera. Pero a pesar de tener hembras en su especie, los goblins también pueden reproducirse con otras especies, guiándose por la apariencia y el olor como si de una goblina se tratara. Anya sabía de esto, y se enfureció por ser comparada con una asquerosa goblin, así que para desquitar se le ocurrió una gran idea.
Amya los miro a todos de forma seductora, se tocó el pecho.
"Solo el más fuerte de todos podrá tocarme" De Inmediato todos los góblins entendieron el mensaje y comenzaron a atacarse entre sí, el primero en caer fue el más débil, pero tuvo la suerte de ser acogido por Amya como su nuevo cojín para sus pies. "Quieto" le dijo y el goblin obedeció con una sonrisa en el rostro.
Pese a su naturaleza depravada y masoquista, los goblin viven en un Gobliarcado, si la hembraa goblins logra evolucionarn se vuelven más altas y voluminosas, pudiendo tener más hijos en el menor tiempo posible. A esta evolución se les llama goblins matriarcas, pudiendo no solo controlar a todos los demás goblins, sino también engendrar nuevas camadas en el menor tiempo posible. Normalmente en un nido goblin hay una matriarca, engendrando hordas de goblins salvajes que luego saquear y robar pequeños pueblos.
Al ver toda esta destrucción y sumisión a su voluntad, Amya se sintió satisfecha y comenzó a leer su grimorio tranquilamente mientras a su alrededor todos se mataban por ella.
…
Sin que nadie se diera cuenta, Amya oculto el grimorio en el morral de Gromak, dando unas pequeñas risitas al finalizar su travesura.
El jefe hobgoblin los llevó a las afueras de los muros de la ciudad, lejos del sector comercial y urbano, un gran estema antiguamente utilizado para festivales o celebraciones, pero que ahora Gobo utiliza para experimentar con explosivos y probar sus inventos.
Cuando llegaron encontraron a una chica arpía de plumas rojas reposando y durmiendo sobre un delgado tronco. La chica arpía no se percató de la llegada del jefe hobgoblin hasta que esté lo despertó golpeado su cabeza con su bastón.
"¡Au!" Expresó la arpía. "¿Quién eres? ¿Por qué me pega?"
"Cómo que quién soy, hablamos ayer por la mañana cerebro de pollo"
"Mm… pues no me acuerdo. Aunque, recuerdo haber visto un goblin apareándose con una imp sobre un escritorio"
"Sí, era yo, y no hables de esos temas ahora"
"Oh... creo que ya te recuerdo" La arpía extendió sus largas alas y miró de forma amenazante al jefe hobgoblin como si fuera su presa. "El clan ya no puede permitir que tengas a nuestro hermano encadenado a esta turbulenta ciudad, o terminas con su vida o lo liberas, es tu decisión, pero tienes hasta el final del mes para decidir o tomaremos represalias contra tu vida"
La arpía no se dio cuenta de los demás, solo tenía ojos para su presa. Al igual que Gromak, aquella criatura emitía un aura asesina, pero más sutil y efímera como una fría briza.
"Espera, no nos precipitemos" dijo el jefe hobgoblin. "Aún no se cumple el plazo"
Reposado sobre el tronco, la arpía era tan grande como un humano joven, pero al extender sus alas y estirar sus piernas, su tamaño aumentó. Con una envergadura alta, la arpía se convirtió en una bestia cazadora, con alas extensas y densas, con garras gruesas y afiladas, y plumas finas y duras.
Gromak había escuchado historia de cómo algunas arpías eran consideradas la muerte venida del cielo, cazando a sus víctimas como si se tratara de conejos y devorando su carne cruda al instante para luego alzar vuelo. Una imagen muy alejada de las tranquilas e ignorantes arpías comunes.
La arpía giró la cabeza presumiendo las flexibles articulaciones de su cuello, luego regocijo sus alas y de forma infantil dijo.
"Tienes razón, lo olvidé, aún no vence el plazo…" Bostezo. "Pero estás aquí, eso quiere decir que ya te decidiste"
"No, pero encontré a alguien que sí"
La arpía levantó la mirada y se percató de la presencia de Gromak.
"Guaaa, un goblin gigante. ¿Quién eres?"
"Soy un orco, un BlackOrc evolucionado con magia oscura"
"Buff, no te pregunte cuál es tu especie, pregunté ¿Quién eres?"
"Soy un Guerrero del caos de la Legión"
"¿Qué? No, no te pedí tu afiliación, pregunté ¿Quién eres?"
"Soy Gromak, el implacable"
"Un poco mejor. Yo soy una mensajera del clan plumas rojas, Ari la arpía"
Ari extendió la mitad de su ala derecha para estrechar la mano de Gromka con el único dedo de su ala, ella le sonrió ignorado su aura asesina como si ya estuviera acostumbrada. Luego saludo de la misma forma a HalleQuin, Amya y Elora, todos tardaron un poco en responder su pregunta, pero lo hicieron de la misma forma que Gromak.
"¿Vienes por el hermano?" Preguntó Ari
"Sí" respondió el jefe hobgoblin. "Mi cliente está interesado en domarlo"
"Bien, demuéstralo"
Ari inhalo hasta hinchar sus pulmones, tanto que su pecho se hizo más grande, luego dio unos fuertes silbidos que resonaron por toda la pradera, rebotando entre tierra y el pasto. Gromak vio cómo las ondas sónicas parecían levantar el suelo, pero luego se percató de que algo más movía.
"El hermano ya me escuchó, aquí viene"
Como si fuera un terremoto, la tierra comenzó a temblar, agitándose violentamente como si el suelo estuviera a punto de quebrarse, lo cual sucedió. De la grieta surgió una gigantesca cola de serpiente que levantó la tierra y las piedras, creando una densa polvareda mientras la grieta se expandía aún más.
Gromak protegió a Elora y Amya de la ventisca de tierra con su cuerpo, mientras que HalleQuin hizo lo mismo con el jefe hobgoblin utilizando sus hilos. Ari, en cambio, permaneció sentada sobre el tronco mientras la ventisca se cortaba al chocar contra ella.
Después de la cola surgieron las alas y finalmente la cabeza. Del suelo emergió una gigantesca bestia con cuerpo de serpiente y alas emplumadas, expulsando hacia el cielo fuertes relámpagos de su boca. La bestia batió sus alas y disipó la ventisca de tierra, en ese momento todos pudieron apreciar a la extraña criatura que parecía haber nacido de la tierra misma.
La cabeza, esbelta y distintiva, tenía forma triangular y un hocico largo, no parecía ser un ave o un reptil, más bien se asemejaba a un caballo o un camello, pero más corto y amigable. Sus ojos, a menudo expresivos y curiosos, eran de una oscuridad profunda, mientras que sus orejas largas y redondas eran más claras, al igual que el pelaje que le cubría la cabeza. El cuello, largo y delgado, estaba cubierto de un pelaje suave de tonalidades blancas puro, como si fueran las nubes del cielo. El resto de su cuerpo era similar al de una serpiente, pero con escamas blancas similares al pelaje del cuello. Sus alas eran casi tan largas como su cuerpo y tan extensas que podrían cubrir casi toda la pradera. Sus plumas eran coloridas y brillantes, como el arcoíris, que se refleja en las lluvias cuando sale el sol.
La criatura, mitad reptil, mitad ave, mitad mamífero, mostró toda su majestuosidad al extender sus alas y emitir un agudo rugido, para luego reposar sobre la tierra e intentar dormir nuevamente.
"Bien, ya traje al hermano", dijo Ari, luego giró su cabeza hacia atrás para ver a Gromak. "Ahora intenta dominarlo. Debes tocar su cabeza con delicadeza y influir tu magia hacia su mente. Pero ten cuidado, el hermano es muy violento y exigente, no se dejará dominar a no ser que quiera o a menos que le ganes".
Gromak asintió con la cabeza, no preguntó nada más y se acercó a la criatura, seguro de que no representaba ningún problema. Sin embargo, cuando estuvo cerca, la criatura despertó, abrió su boca y disparó un poderoso relámpago contra Gromak.
"Te dije que tuvieras cuidado. Los relámpagos del hermano son muy poderosos"
La criatura extendió sus alas y trató de alzar vuelo, pero no pudo y cayó al suelo, enfureciéndolo aún más. En ese momento, Gromak se dio cuenta de que la criatura tenía una cadena rúnica en el cuello, se encontraba atrapado, así que no podía escapar, pero eso no significaba que no pudiera luchar. La criatura volvió a extender sus alas, dio un fuerte rugido agudo como una forma de intimidación, pero Gromak no retrocedió y rugió violentamente, devolviendole el grito.
Gromak no quería matar a la criatura, así que corrió hacia ella decidido a dominarla, comenzando una lucha desenfrenada entre el orco y la criatura alada.
"Guau", dijo Ari. "Ese goblin gigante sí que es fuerte. Quizás pueda dominar al hermano o acabar con su vida".
"¿Por qué quieres ver morir a tu hermano?" Pregunto Elora.
"Porque así lo ha ordenado el clan. El hermano debe morir o ser libre".
"Eso no tiene sentido".
"Eso es porque no era una criatura de los cielos. Para nosotros, no hay peor agonía que el encierro. No poder volar libremente es un tormento tan atroz que preferimos la muerte a vivir encerrados".
"¿Y por qué no lo liberas?"
"Por culpa de ese goblin. No sé cómo, pero logró apresar al hermano en la peor agonía. Cuando el clan se enteró, me enviaron para hacer justicia"
"No me metas en esto", dijo el jefe hobgoblin. "Yo solo lo descubrí y lo reclamé. No sabía nada de la peor agonía o qué rayos era esa cosa. Solo vi un buen negocio, el cual no resultó ser muy bueno".
"Ja, ja, ja", se rio HalleQuin. "Claro que no es un buen negocio. Ocultaste una criatura tan peligrosa a las afueras de la ciudad, poniendo a todos en riesgo. Si la guardia se entera, te arrestarán y ejecutarán por traición, o por cualquier delito que les ocurra inventar".
"¡Ya lo sé! Para eso traje a ese orco, para que se encargue del problema"
"Déjame adivinar. Es más barato pagar un favor que contratar a un grupo de mercenarios".
"Tú lo has dicho, yo no. Es más barato".
La batalla entre la criatura y Gromak era muy pareja La criatura disparó poderosos relámpagos, creaba ventiscas con sus alas y usaba su cola como un látigo gigante. Las heridas de Gromak se curaban, pero aún dolían mucho y perdía velocidad con cada daño recibido.
Al verlo sangrar, Elora se preocupó por Gromak. Se dijo así misma que como esclava, tenía que vivir por y para su amo, y si era necesario morir por él.
"Hay que ayudar", dijo con preocupación.
"No", respondió su madre. "Enfrentar a un Señor de los cielos es ridículo e imposible"
"¿Señor de los cielos?", dijeron todos, incluyendo a Ari.
Siendo una elfa tan antigua, Amya había visto y conocido muchas cosas del mundo. Aunque parte de su mente estaba envuelta en una densa neblina de olvido, aún recordaba algunas cosas importantes, como los dioses de los cielos.
"¿En serio? Nadie sabe qué es esa criatura…" todos negaron con la cabeza. "Ni siquiera tú, que eres del clan de las arpías rojas".
"Yo solo soy una mensajera, no te enfades con Ari".
Amya se tocó la frente, luego miró a su hija y, temiendo que hiciera una tontería, decidió responder.
"Hace mucho tiempo, en la era de los dioses, el dios de los monstruos y el dios de las bestias se enfrentaron en una guerra por la supremacía del mundo. Para ello crearon bestias y monstruos legendarios que representan tanto la tierra, el océano y el cielos. Entre esas criaturas se encontraba una serpiente voladora con la capacidad de controlar el clima, creando terremotos, tornados y truenos a voluntad. Los primeros humanos la llamaron Aman, cuando era buena, y Naru, cuando era mala. Con el paso de los siglos, estas criaturas migraron hacia el sur hasta desaparecer de estas tierras"
"Entonces, ¿qué podemos hacer para ayudar al amo?"
"Nada".
"Pero"
"Pero nada. Esta no es nuestra pelea, y enfrentar a un bestia de la era de los dioses no es una opción"
El señor de los cielos atacó con ferocidad, con un solo golpe de su cola enterró al orco bajo la tierra, pero Gromak no se rindió y emergió para darle un fuerte golpe. En respuesta, el señor de los cielos lo atacó con sus relámpagos, enterrándolo bajo más tierra con cada impacto.
Elora seguía observando todo, siendo la única que parecía preocuparse por el bienestar de Gromak.
"Señor hobgoblin" dijo amablemente, aunque con algo de desesperación. "¿Podría liberar al señor de los cielos?"
"No puedo, si lo libero atacará a la ciudad y me culpará por ello".
"Señorita Arpía, ¿Podría detener a su hermano?"
"No puedo intervenir. Los maestros dijeron que el hermano debe ser liberado o asesinado".
"Mi amo está tratando de dominarlo. ¿Acaso eso no es perder la libertad?"
"No, según los maestros, el hermano es una criatura libre por naturaleza, decidiendo a quién seguir de forma voluntaria. Como tú, con tu amo"
"Entonces… yo tendré que dominarlo".
"¡¿Qué?!" dijo Amya. "¿Qué estás diciendo, niña? No permitiré que arriesgues tu vida por ese orco que arruinó nuestras vidas".
"Es nuestro amo".
"Este juego de amo y sirviente ya ha llegado muy lejos. Elora, eres una princesa Haim, hija del gran Silvario, heredera de su legado y del mío y… y..." La cabeza de Amya experimentó una sensación de dolor al tratar de recordar su legado. "Y, eres mi… mi hija, hija de…"
"¿Mamá, estás bien?"
"¡No! Me duele la cabeza. Elora, ayúdame".
Amya se arrodilló para estar cara a cara con su hija, luego Elora pegó su frente contra la de su madre, fluyendo su energía hacia su mente.
"¿Qué estás haciendo?", preguntó HalleQuin.
"Le comparto mi energía. Mi madre sufre de una enfermedad que la debilita mágicamente, así que yo le ayudo dándole mi energía para que pueda recuperarse".
Con su energía reabastecida, el dolor de Amya desapareció. "Gracias, hija. No sé qué haría sin ti"
"No te preocupes. Ahora, por favor, ayúdame a detener al señor de los cielos".
"Sí, eh… no hay nada que yo pueda hacer. Esa serpiente es una criatura poderosa y de conducta extraña"
"Pero debe haber alguna historia o leyenda"
"Hay una leyenda, se cuenta que la primera serpiente voladora fue domada por una diosa, Roushnala, la diosa del amor y la fertilidad. Se cuenta que ella descendió desde el reino de los dioses, enojado con sus hermanos por haber iniciado una guerra, adoptó una forma mortal y caminó por la tierra hasta que se cruso con una serpiente voladora. Al verlo, la serpiente se puso agresiva, pero Roushnala no hizo nada y siguió caminando, mirándolo a los ojos, sin deseos de lastimarlo o de enfrentarlo. Fue así que Roushnala llegó y le tocó la frente de la vestia, dominado a la serpiente, quien la reconoció como alguien noble y pura.
"Qué mal chiste" dijo el hobgoblin. "Roushnala, una diosa pura y noble"
"Esa es la leyenda, enano verde"
"Puedes nosotros los verdes tenemos nuestras propias leyendas. Y en ellas Roushnala no es una diosa pura"
"Leyendas de una raza de descerebrados, no tienen validación con las leyendas de una raza noble. Puede que Roushnala haya cometido errores, pero nadie en la era de los dioses se atrevió a hacer algo tan valiente e impulsivo, ejem, como caminar hacia una bestia legendaria y…" Amya se percató de que su hija ya no estaba. "¿Dónde está mi hija? ¡Hija!"
Siguiendo sus instintos o algo así, Elora camino hacia el señor de los cielos. Cuando Amya se dio cuenta, inmediatamente intentó detenerla, pero HalleQuin lo atrapó con sus hilos y la sometió.
"¡Que está siendo estúpido payaso!"
"Lo siento señorita, pero me interesa saber si esa leyenda que cuentas es verdad. Además, si ella muere, la resucitaré como una marioneta. Una marioneta élfica"
"Otra vez con tus locos experimentos" dijo Gobo.
"Oh vamos, como si tú fueras diferente" El jefe hobgoblin miró a Amya y sonrió "He, he, he, ves que tengo razón"
"Me quedo con el cabello"
"Echo"
Ari no dijo nada, ya que no le importara, siguió observando y esperando.
El señor de los cielos siguió fulminando a Gromak con poderosas descargas eléctricas, hasta que se percató de Elora y lo atacó con sus relámpagos, inesperadamente fallando. Elora se levantó el flequillo para ver al señor de los cielos, revelando sus ojos rojos para la sorpresa de la bestia.
"Wa, ojos rojos" dijo Ari agitando sus alas. "¿Señora Roja?"
Elora siguió caminando, sin dudar ni preocuparse. El dios de los cielos volvió a atacar con sus relámpagos, rosado la piel de la elfa a centímetros.
"Gran diosa del amor y la fertilidad, Roushnala, por favor ayúdame en esta travesía hacia la vida", el dios de los cielos, volvió a atacar, pero falló. "En ti está el camino hacia la nueva vida, salvarme es tu decisión y morir es tu indiferencia".
Como los relámpagos no funcionaron, el dios de los cielos agitó sus alas creando una fuerte ventisca, pero de la misma forma que sucedió con Ari, el viento parecía cortarse al chocar contra Elora.
No podía dañarla, ya que no percibía hostilidad en aquella pequeña elfa.
El señor de los cielos se encontraba consternado, nunca antes había pasado esto, y todos aquellos con los que se había cruzado siempre trataron de dañarlo. Como las personas que lo encadenaron y abandonaron hace ya siglos. Elora siguió caminando, mirando siempre a los ojos del señor de los cielos hasta tenerlo de frente.
Con un grito de guerra, Gromak salió de la tierra. Sus heridas ya se habían curado y estaba listo para continuar, pero entonces vio a Elora y al señor de los cielos mirándose fijamente. Gromak no sabía qué estaba pasando, pero vio una oportunidad de atacar, no obstante también la oportunidad de perder a la pequeña elfa.
En ese momento Gromak pensó que la vida de este bicho gigante no valía tanto como para arriesgar a otra vida mucho más importante, así que fortaleció los músculos de sus pies y con toda su fuerza se impulsó hacia delante.
El dios de los cielos no entendía por qué no podía lastimar a la pequeña elfa, debido a esto no vio venir el poderoso ataque de Gromak, recibiendo un fuerte golpe en la cara que lo derribó. El señor de los cielos descendió hasta caer sobre el suelo. Elora no se inmutó por el estruendo y siguió caminando, hasta tocar la frente del señor de los cielos. Realizando la misma magia que Elora usó con su madre, fluyó su energía a la mente de la bestia, quien reconoció la inocencia y las intenciones nobles de la joven elfa, dándose cuenta de que en ningún momento intentó dañarlo.
Al verlo derrotado, Gromak fue a reclamar su premio, pero ya era demasiado tarde. El señor de los cielos se levantó, sin intenciones violentas, miró a Elora y bajó la cabeza en señal de sumisión.
"¿Qué hiciste?" pregunto Gromak
"Creo, que me está ofreciendo su voluntad. ¿A mí?"
"Hm…, como mi esclava todo lo tuyo es mío. Así que se podría decir que él también es mío"
El señor de los cielos miró al orco, furioso por sus palabras, lo fulminó con un relámpago. En respuesta Gromak lo golpeó, hasta que Elora los detuvo, interponiéndose entre los dos.
"Amo, por favor, no lo lastime más. Acaso no ves que ahora es nuestro compañero"
"¿Compañero?" Gromak vio cómo la criatura cerraba la boca ante Elora. "Más que un compañero parece una mascota, está bien. El bicho gigante será tuyo de momento, lo cuidarás y entrenarás, serás su amo y compañero hasta que la muerte decidió llevar a uno de los dos"
"Gracias, amo" dijo Elora con una sonrisa en el rostro.
Gromak agarró las cadenas del dios de los cielos, y con la fuerza de sus manos los rompió, liberándose de la peor agonía. Elora subió a la cabeza del señor de los cielos y le ordenó que le mostrara el cielo, la bestia obedeció y alzó vuelo desapareciendo entre las nubes.
De regreso con los demás, Gromak vio como HalleQuin y el jefe hobgoblin forcejeaban con Amya. Creyendo que intentaban robarle a su esclava, fue inmediatamente a detenerlos.
Ari se percató de su llegada, pero no dijo nada y prefirió ver cómo el orco recuperaba lo que era suyo a puñetazos.
HalleQuin y el jefe hobgoblin se disculparon con Gromak, y también con Amya, hasta que se percató de que su hija no estaba con el orco.
"¡Mi hija! ¡¿dónde está mi hija?!"
"Tranquila, la pequeña elfa está bien" Gromak apuntó a los cielos. "Hay esta"
Como una especie de nube, el señor de los cielos sobrevolaba la gran estepa oculta por la ilusión que sus plumas. Sobre su cabeza se encontraba Elora, sentada y aferrándose a los cabellos del señor de los cielos para no caerse.
"Pero, ¡¿qué está haciendo mi hija allí?!"
"No puede ser" dijo la Ari "Logró dominar al hermano"
"¿Qué?" Expresó el jefe hobgoblin "¿Cómo pudo esa niña lograr domar a esa bestia?"
Al escuchar esto, Amya levantó el pecho y se sintió muy orgullosa de su hija, tanto que incluso comenzó a presumir.
"Valla, que pasa enanito verde, estás celoso de mi hija. Por su puesto que logró dominar al señor de los cielos, ella es una Haim de la nobleza. Su destino es la grandeza"
"Sí, claro. Aún sigues siendo una esclava. Conoce tu lugar"
"Por su puesto, enanito verde" Amya abrazó a Gromak con una sonrisa en el rostro. "Sé muy bien cuál es mi posición"
Anya miró por debajo al Hobgoblin, recordando que, a pesar de ser una esclava, sigue estado muy por encima de él. Mientras tanto, HalleQuin se acercó a Gromak y le preguntó.
"Oye amigo, ¿Estás de acuerdo con esto? Tu esclava tiene a una poderosa criatura como mascota. Si le ordena a esa serpiente que te ataque"
"Que lo intente, ese bicho será más fuerte que un dragón, pero sigue siendo mucho más débil que yo. Si resulta ser una amenaza, lo destruiré con toda mi fuerza"
"Espléndido querido amigo, pero recuerda que si quieres vender los restos de esa serpiente, ven a verme que yo te lo compraré aún buen precio"
"… Lo tendré en cuenta"
"Je, je, je. Gracias, querido amigo. Ahora deberías irte al oste antes de que llegue la guardia de la ciudad"
"¿De qué estás blando?"
"Creíste que nadie notaría esa violenta lucha que tuviste contra esa serpiente; según calculo, la guardia estará aquí en menos de cinco minutos"
"¡Que!" Expresó el jefe hobgoblin "¡Mierda! ¡¿Por qué no me dijiste antes?!"
"Tranquilo, no hay por qué temer. Aquella criatura le pertenece a Gromak, no a ti"
El jefe hobgoblin miró con furia a HalleQuin, pero entendió lo que le están diciendo. Cuando llegaron los guardias exigieron una explicación por todo el alboroto.
"Déjeme explicarle buen señor" dijo el jefe hobgoblin. "Verás estos caballeros de aquí…"
"¡Silencio!" Grito el guardia "No necesito explicaciones de un sucio goblin. Tú, payaso, dame una buena explicación de lo que está pasando"
"Oh, veo que este idiota no sabe quién soy"
"Que dijiste"
"El responsable de todo este alboroto es aquel caballero de aquí" HalleQuin señaló a Gromak
"Tú" dijo el guardia "Identifícate orco"
Gromak no dijo nada, mostró el emblema de los guerreros del caos mirado fijamente a todos los guardias.
"Pero qué clase de engaño es esto, cómo puedes…"
"Mi capitán" dijo uno de los guardias. "Es él, él es el orco del que habló el capitán Drako, El Campeón de la Legión"
En ese momento, todos los guardias tragaron saliva. Toda la rudeza e intimidación quedaron atrás, dejando solo temor y preocupación.
"¡De rodillas!" Ordenó el capitán, quitándose el casco y revelando ser un orco de piel verde. Todos los guardias obedecieron y se arrodillaron. "Disculpe nuestra insolencia, oh gran campeón. ¿Hay algo que le pueda ofrecer?"
Gromak no dijo nada, porque no sabía qué decir. Lo único que quería era viajar hacia donde estaba el espejo y evitar toda esta burocracia que tanto le disgustaba. Pero entonces, Amya habló.
"Pero qué descaro, en estos momentos mi amo no desea hablar con ustedes"
El capitán se sorprendió al ver cómo una elfa esclava le hablaba de esa manera. "Mis disculpas, pero…"
"Pero nada. Mi amo desea salir de la ciudad y viajar hacia el oeste"
"En ese caso le podemos ofrecer una mantícora o una bestia cuadrupedal. Podemos enviar un mensajero hacia el campamento de la Legión y solicitar una."
"Para qué queremos una insignificante mantícora, cuando ya tenemos a un señor de los cielos que nos lleve"
"¿Eh, qué?"
Como si el cielo se estuviera cayendo, la bestia legendaria aterrizó, los guardias miraron y se sorprendieron al ver a una gigantesca serpiente con alas.
Desde la cabeza del señor de los cielos, Elora saltó hacia los brazos de Gromak.
"Amo, Amaru aceptó llevarnos"
"¿Amaru? ¿Quién es Amaru?"
Elora señaló al dios de los cielos. "Él, me dijo que se llama Amaru y que me concederá tres deseos por hacerlo liberado"
"En serio, pero si fui yo quien rompió las cadenas"
"Amaru dijo que las cadenas no representaban ningún problema, que solo estaba jugando y esperando el momento para salir"
"¿Eso te dijo?"
"Sí, entre insultos y maldiciones"
Todos los guardias quedaron estupefactos. Nunca habían visto una serpiente voladora, dudaron si correr o quedarse a admirar.
Gromak y las elfas subieron sobre la cabeza del dios de los cielos y juntos alzaron vuelo, abandonando la ciudad y desapareciendo en las nubes. Se cuenta que en ese día, los ciudadanos de Valac vieron cómo las nubes del cielo se abrían para formar un arcoíris cruzado, como si el cielo estuviera recibiendo a un viejo amigo después de siglos de espera.
Mientras volaban, Amya sacó el grimorio del morral de Gromak. La luz del sol iluminó las páginas, encendiendo las letras runicas como si ardieran en fuego, revelando nuevas artes mágicas que no relacionadas con la magia arcana, sino más bien la magia oscura.