Chapter 3 - 03

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Kenzo ajustó las correas de su armadura mientras la luz del atardecer se filtraba a través de los árboles que rodeaban el campamento. Su padre ya les había informado de los planes, y ya hacía tiempo que habían dejado la tierra del clan para instalarse en el campamento del este, en cuestión de horas, partirían hacia el campo de batalla en una misión de acecho y emboscada, pero no sería una simple incursión; esta misión podría extenderse hasta un año, debido a que estarán realizando emboscadas y saqueos a la los suministros y la destrucción de lugares estratégicos, un período de preparación estratégica antes de que la verdadera guerra comenzara. 

Aunque intentaba mantener la calma, Kenzo sentía una inquietud que no podía ignorar, Su entrenamiento era riguroso, y no cabía duda de que estaba bien preparado, había dominado con excelencia las artes marciales y su habilidad con los jutsus de fuego era muy sobresaliente entre sus pares, no podía evitar preguntarse si su habilidad sería suficiente, después de todo no hay entrenamiento que te prepare para matar, sin embargo, la responsabilidad que ahora recaía sobre sus hombros era diferente, después de todo era una que no podía evitar y la moralidad de su antiguo mundo no podía detenerlo. 

No todos los días se iba al frente sabiendo que de tus habilidades dependerían no solo tu vida, sino también la de tus compañeros y girando a la derecha Kenzo observó a su hermano tajima terminando de apretar su pechera , reforzada con una doble capa de estas placas, cubre todo el torso y lleva grabado en el centro el emblema del abanico Uchiha, pintado en rojo y blanco sobre un fondo oscuro y no pudo evitar pensar. "Y también debo proteger a mi hermano."

Tajima que ya había observado la extrañeza de su hermano exclamó. — ¿de qué te preocupas? ¿De qué muramos en el campo de batalla? ¡Hermano vamos a la guerra y todo puede pasar, pero mientras nos cubramos la espalda con nuestro talento seremos invencibles!.—

Kenzo sonrió, lo que decía su hermano es cierto, hablando por sí mismo el es un raro prodigio con tres afinidades elementales, el fuego, el trueno y el agua. Cada uno de estos elementos representaba una herramienta en su arsenal. Pero esa misma diversidad también podría jugarle en contra, después de todo debía desarrollar jutsus de sus distintos atributos, después de todo el clan no tenía gran cantidad de jutsu de trueno, a lo mucho un par, mientras que de fuego había un gran compendio y de agua era nulo ya que era un elemento muy raro entre los miembros del clan. 

—¿Estás listo para esto? —preguntó Kenzo, a su hermano, mientras se acercaba a él con una expresión seria. El es un guerrero prometedor, aun que no había salido a misiones o había peleado en una guerra confiaba que saldrían victoriosos, además era hora de salir de la protección de su padre. 

Tenji sonrió y se levantó lanzando una espada a Kenzo y diciendo. — yo ya estoy listo, pero tú olvidas tu arma.— Kenzo sonrió y golpeó el hombro de su hermano, al salir de la carpa donde fueron asignados que tenía la forma más parecida a una yurta.

Al salir ya les esperaba su escuadrón conformado por Sai, Kaito, yuno, su hermano Tajima, el mismo y por último dos ninjas más Kato y Dan, quienes acompañan a Raizo Uchiha la mano derecha de Setsuna quien al observarlos les dijo en un tono irónico — Vaya que tomaron su tiempo.—

Ambos se inclinaron y dijeron — Lo sentimos.— a lo que Raizo solo dijo en tono indiferente. — no se preocupen, igual nos ocultaremos con la obscuridad de la noche. 

Los chicos asintieron y esperaron a escuchar órdenes, mientras Raizo desenfundaba su espada y comenzaba a hacer algunos trazos en el suelo. — 

Raizo terminó de dibujar en el suelo un esquema simple pero claro. Usando la punta de su espada, marcó líneas y puntos sobre la tierra para delinear lugares como arrolló a bosques y el camino, su estrategia lucía muy detallada. 

—Aquí, —dijo, señalando una línea que representaba el camino principal —, estas son las rutas comerciales que conectan el norte de las tierras del Fuego con las tierras del Clan Senju

—Estas caravanas transportan principalmente acero, algunas joyas y otros recursos esenciales para la fabricación de armas y equipo. Nuestro objetivo es interceptarlas y desviar los suministros a nuestro campamento.— dijo tranquilamente Raizo. 

Raizo levantó la mirada, asegurándose de que todos prestaran atención. —Dividiremos nuestras fuerzas en dos grupos. El primer grupo, liderado por Tajima, se esconderá aquí —indicó una curva en el camino rodeada de bosque—, y emboscará directamente a las caravanas. El segundo grupo, conmigo al mando, bloqueará cualquier ruta de escape o refuerzo. 

Kenzo observó los trazos mientras su mente procesaba el plan. —¿Qué hacemos si encontramos una escolta bien armada? —preguntó, su tono serio. 

—Por eso viajaremos de noche y usaremos la ventaja del sigilo, —respondió Raizo con calma—. La oscuridad será nuestra aliada. Además, las caravanas no suelen llevar demasiados guardias; están más preocupados por los ataques en los pasos montañosos, no en esta región. Pero si las cosas se complican, Tajima y Kenzo liderarán el ataque inicial con jutsus de fuego. Causaremos una distracción y separaremos a la escolta del convoy. 

—¿Qué hay de los suministros? —preguntó Yuno, inclinándose para examinar el dibujo más de cerca. 

—Lo extraeremos y lo transportaremos de regreso al campamento en tandas. Pero no solo se trata del saqueo, —continuó Raizo, su tono ahora más serio—, también debemos destruir cualquier equipo que no podamos llevarnos. No podemos permitir que estos suministros lleguen a las manos de nuestros enemigos. 

Kenzo asintió, comprendiendo la importancia de la misión. Sus jutsus de fuego serían cruciales para destruir cualquier material que no pudieran transportar. 

—¿Alguna pregunta? —preguntó Raizo, mirando a los miembros de su escuadrón. 

Con el plan claro, Raizo finalmente enfundó su espada y miró al escuadrón. —Bien, prepárense. Partimos en una hora. Manténganse cerca y recuerden: el éxito de esta misión depende de nuestra coordinación y sigilo. 

El escuadrón asintió al unísono, la determinación brillando en sus ojos mientras se dispersaban para alistarse. Kenzo observó a su hermano Tajima, quien parecía más relajado de lo que debería estar. 

—¿Listo para liderar tu primera emboscada? —preguntó Kenzo, cruzándose de brazos y recargándose en un árbol. 

—Más que listo, hermano, —respondió Tajima con una sonrisa confiada volvió a molestar a Kenzo —Solo asegúrate de no quemar el botín, después de todo el clan lo necesita.—

Kenzo no pudo evitar reírse mientras ajustaba su espada en la cintura dijo con una sonrisa.— Entendido capitán, es hora de demostrar por qué los Uchiha es temido.— su hermano sonrió y le guió para hablar con el equipo pero mientras esto pasaba Kenzo observaba sus estadísticas de dominio en jutsu. 

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Elementos: Fuego, Agua y Trueno. 

Conocimiento de jutsu de fuego:

Katon: Gōkakyū no Jutsu (Técnica de la Gran Bola de Fuego) 90%

Katon: Hōsenka no Jutsu (Técnica de las Llamas del Fénix) 80%

Katon: Ryūka no Jutsu (Técnica de la Llama del Dragón) 60%

Katon: Karyūdan (Misil de Fuego del Dragón) 60%

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Katon: Kasai no Rensa (Cadenas de Fuego) 30%

Conocimiento de jutsu de agua:

ninguno. 

Conocimiento de jutsu de trueno: 

Ninguno. 

———————————

—Espero que mi conocimiento en jutsu sea suficiente.— pensó para sí mismo Kenzo angustiado, su fuerza actual tal vez era la de un chunin o incluso más fuerte, un jouning bajo tal vez, pero mientras se perdía en sus pensamientos ya la luna llena iluminaba el camino serpenteante que atravesaba el bosque. Las hojas susurraban al compás del viento, y el silencio nocturno solo era interrumpido por el crujir ocasional de las ramas bajo los pies del escuadrón y el constante rodar de las llantas por el camino terroso, mientras tanto Ocultos entre la maleza, Kenzo y su grupo observaban la caravana desde su posición elevada, mientras esta avanzaba lentamente por el sendero iluminado por antorchas.

Raizo, quien lideraba el segundo grupo, se encontraba más adelante, bloqueando cualquier posible ruta de escape junto con Kato y Dan, por el otro extremo Tajima, Kenzo, Sai y Yuno permanecían en sus posiciones asignadas, listos para atacar en el momento indicado. Sin embargo, algo no cuadraba.

Raizo entrecerró los ojos, analizando cuidadosamente la formación de la caravana. Lo que debía ser una escolta ligera se veía inusualmente reforzada. Había al menos diez guardias, algunos con armaduras pesadas y lanzas, y otros portando arcos. Además, dos figuras destacaban entre ellos, un tipo que parecía un ninja con un kimono blanco y por el otro un samurái portando su katan en la cintura.

—Esto no es normal, ¡mierda! la información está mal —murmuró Raizo, agachándose y acercándose a la posición de Tajima junto con el resto del escuadrón. 

——

—¿Qué ves? —preguntó su hermano en voz baja, aunque sus ojos ya seguían la misma escena de la caravana fortificada que observo Kenzo del otro lado. 

—Al menos diez guardias y un samurái caminan escoltando la caravana y un ninja, quizá dos montando a caballo—respondió Kenzo al bajar los binoculares mientras su mente comenzaba a trabajar en cómo proceder —. No podemos lanzarnos sin más, aún que los guardias no sean ninjas es obvio que causarán problemas mientras enfrentamos al samurái y a los ninjas.—

—¿Estás nervioso? Somos mayoría en números, podemos con esto.—Tajima esbozó una sonrisa confiada, aunque su tono dejaba entrever un ligero nerviosismo. 

Kenzo no respondió de inmediato, solo exhaló con calma y murmuró —Esto es diferente a un simple entrenamiento hermano, no es solo atacar, necesitamos acabar con ellos de manera sistemática. 

Yuno, que se encontraba unos metros detrás de ellos, susurró —Podemos usar el bosque nos colocaremos uno de cada lado en este caso Sai y yo y en el momento indicado lanzaremos bolas de fuego al mismo tiempo a los guardias.—

Kenzo asintió, pensando rápidamente en cómo ejecutar el ataque y tomando su espada dijo —La idea de Yuno tenía potencial, yo iré por el samurái, pero si no la manejaban bien, el fuego podría consumir la caravana y los suministros tengan cuidado.—

—Bien, —dijo en voz baja—, yo usaré el —Justo cadenas de fuego para crear una barrera circular de fuego que atrape el perímetro de la caravana. Eso debería detenerlos y posteriormente tú podrías acabar el fuego ¿no hermano?— Dijo Tajima a lo que solo asintió Kenzo 

Tajima asintió, con una chispa de emoción en sus ojos. —Perfecto chicos Hagámoslo.—

---

La caravana se movía rápidamente y en cuestión de 2 minutos ya estaba frente a ellos, con el plan decidido, yuno y sai realizaron los sellos de manos con rapidez y acumulando chakra en su pecho, en cuestión de segundos, liberó una enorme bola de fuego hacia el frente de la caravana, impactando con el suelo y levantando una explosión de llamas que iluminó el bosque como si fuera de día. 

Los caballos relincharon, y comenzaron a alterarse, mientras que los guardias comenzaron a gritar órdenes, mientras que otros sucumbían ante las quemaduras que se propagaban entre sus compañeros algunos retrocediendo instintivamente mientras otros desenfundaban sus armas. La confusión se extendió por la formación, tal como Yuno había anticipado. 

Antes de que los enemigos pudieran reorganizarse, Tajima se paró en medio del camino frente a los enemigos y lanzó el justu llamas de fénix, Las pequeñas bolas de fuego salieron disparadas como meteoros, impactando en puntos estratégicos: una carreta, un guardia distraído, el bosque cercano. Las llamas comenzaron a extenderse, forzando a los escoltas a dividirse para proteger los suministros. 

—¡Ahora! —gritó Kenzo, dando la señal a Sai y Yuno. 

Desde los flancos, ambos compañeros cargaron hacia la caravana. Sai, con su velocidad, desarmó a un arquero antes de que pudiera reaccionar, mientras Yuno usaba kunais con sellos explosivos para desviar la atención de los enemigos. 

Sin embargo, los uno de los ninjas enemigos no se quedo de brazos cruzados al igual que el samurái que avanzó hacia Tajima con una velocidad impresionante, desenvainando su katana en un movimiento fluido, mientras el otro ninja completaba su jutsu, lanzando una ráfaga de agua que apagó parte de las llamas y se dirigía igualmente hacia Tajima. 

Kenzo reaccionó al instante, desenvainando su espada y bloqueando al samurái en un movimiento limpio, mientras que Tajima logró moverse esquivando el ataque de balas de agua y contraatacando con un una gran bola de fuego. Una columna de fuego serpenteante salió de su boca, obligando al ninja enemigo a retroceder y defenderse. Sin embargo, la diferencia en el nivel de experiencia era evidente. 

—¡Tajima, cuidado, no te expongas a lo estúpido! —gritó Kenzo molesto, pero el samurái le dijo. — es una falta de respeto distraerte en una pelea.— de pronto una patada aterrizó en el abdomen de Kenzo seguido de un golpe con el pomo de la katana haciéndole caer al suelo…

Por su parte Tajima esquivaba y se defendía hábilmente en la confrontación cuerpo a cuerpo, pero Tajima al ver a Kenzo de pronto se distrajo y de pronto el hombre sacó un kunai notando el ligero descuido de Tajima abalanzándose con un ataque feroz. 

 Tajima que recién activó su Sharingan, esquivó un corte dirigido hacia su cuello con una precisión casi sobrehumana. Su respiración se agitó en un instante, y por puro reflejo golpeó la mandíbula del ninja con un fuerte y certero puñetazo, pero sus ojos escarlata brillaban con algo de miedo y vacilación, no pudo evitar decirse en su cabeza —"casi muero".— 

El hombre retrocedió, analizando a su joven oponente con una mezcla de desdén y precaución. Escupiendo un poco de sangre antes de hablar, su voz profunda y cargada de desprecio

—Tch, no sé qué me sorprende más, si que los atacantes sean los bastardos de tu clan Uchiha, o que un mocoso como tú se atreva a enfrentarse a mí, pero da igual... morirás así como lo han hecho otros de tu estirpe.— 

Sus palabras resonaron como un reto, y un destello de odio ancestral cruzó por sus ojos, recordando el interminable conflicto entre los Uchiha y los Senju. Tajima apretó los dientes al escuchar esas palabras, pero no dejó que lo afectaran.

Del otro lado Kenzo que había caído al suelo tuvo que girar esquivando algunos cortes que lanzó el samurái al suelo, en un destello Kenzo logró esquivar el primer golpe de la katana, pero el samurái no cedía terreno y lanzó un segundo que Kenzo bloqueó con su katana, las chispas brotaron y ambos se quedaron manteniendo el choque de las espadas con fuerza.

Kenzo sabía que tenía que actuar rápido, debido a la edad la fuerza del samurái era superior, lo que hacía que la fuerza del agarre en la espada de Kenzo vacilará, pero en un instante hizo una patada barrida en la pierna del samurái provocando que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. 

En un instante y sin perder el tiempo se levantó y comenzó a realizar los sellos para el jutsu bola de fuego, en un instante sus pulmones se llenaron de chakra y aire para un segundo después exhalar una enorme bola de fuego que golpeó al samurái lanzándolo hacia la caravana y chocando contra la misma y generando un gran estruendo.

Aunque no logro neutralizar al samurái lo había atrapado por completo, ahora estaba debilitado y el estruendo fue suficiente para darle a Tajima el tiempo y la distracción necesaria para contraatacar Tajima, viendo la apertura creada por su hermano, exhaló profundamente para calmarse, su Sharingan brillando intensamente en la penumbra del bosque. Realizó una secuencia de sellos a una velocidad impresionante y concentró su chakra en su pecho.

—¡Katon: Llama del Dragón! —rugió con determinación.

Un dragón de fuego majestuoso emergió de su boca, serpenteando con furia hacia el ninja enemigo. El calor de las llamas iluminó el bosque, y el enemigo apenas tuvo tiempo de levantar una débil defensa con el Jutsu barrera de agua, pero aún así El dragón impactó de lleno, envolviendo al hombre en un torbellino de fuego y vapor. Sus gritos se ahogaron rápidamente en la intensidad de las llamas, dejando tras de sí un aire cargado de humo.

Kenzo, al recuperar terreno tras lanzar su gran bola de fuego, observó cómo el samurái se tambaleaba, cubierto de quemaduras. Aunque el hombre aún tenía fuerzas para levantarse, era evidente que el daño lo había debilitado considerablemente.

Yuno y Sai acaban de neutralizar a todos guaridas cuando de pronto se abrieron de golpe las puertas de uno de los carruajes y un hombre musculoso de piel bronceada y pelo blanco descendió acompañado de un joven delgado y alto con una cicatriz en el ojo. — parece que ya no podemos quedarnos viendo.— dijo el hombre de piel bronceada utilizando el jutsu de parpadeo corporal desapareció.

Antes de que cualquiera pudiera reaccionar, el hombre de piel bronceada se movió con una velocidad sobrenatural y en un parpadeo, en un abrir y cerrar de ojos, estaba frente a Sai, quien apenas pudo reaccionar ante la velocidad del ataque. El hombre empuñaba un kunai, y en un ágil movimiento, lo lanzó hacia el cuello de Sai. El sonido del filo cortando el aire fue seguido por el rápido destello de una estrella metálica que apenas logró esquivar.

Sai dio un salto hacia atrás, sus reflejos entrenados salvándolo en el último segundo. Sin embargo, no pudo evitar que el kunai le rozara el hombro, dejando una herida superficial pero dolorosa. La sangre comenzó a gotear lentamente, pero el joven Uchiha se mantuvo firme, su mirada concentrada.

—Maldito... —murmuró Sai, apretando los dientes y colocando una mano sobre la herida mientras activaba su Sharingan, que comenzaba a brillar intensamente. La visión se amplió en su mente, y los movimientos del hombre de piel bronceada comenzaron a ralentizarse, al menos por un instante.

El hombre de piel bronceada sonrió con un destello de malicia, disfrutando de la dificultad del enfrentamiento. No era común encontrar a alguien capaz de reaccionar ante su jutsu de parpadeo corporal con tanta rapidez. —Tienes reflejos, pero no son suficientes para que sobrevivas. —La voz del hombre era grave y desafiante mientras, con un ágil giro lanzaba kunais y shirikens. 

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