Chapter 4 - 04

04.

Los kunais y shurikens se acercaron a Sai con una velocidad mortal, pero Yuno, reaccionando con reflejos afilados, desenvainó su espada en un movimiento rápido y preciso, desviando las armas arrojadizas en el aire los metales chocaron y sacaron chispas resonando con el sonido de la batalla en el campo abierto. Sin embargo, no hubo tiempo para celebrar tal proeza.

El joven delgado y alto, con la cicatriz en el ojo, se lanzó hacia Yuno lanzando jutsu cortes de viento, de pronto comenzó a soplar a su espada y blandiéndola lanzaba tajos de viento hacia Yuno, sus movimientos eran fluidos y precisos, mostrando una habilidad que superaba por mucho las expectativas de ambos shinobis. Yuno levantó su espada para bloquear con éxito la primera hoja, pero la fuerza del golpe lo hizo retroceder varios pasos.

—¡Sai, esto no será fácil! —gritó Yuno mientras trataba de mantener a raya al oponente, pero en su distracción una hoja de viento penetró su defensa eh impacto en su cara. 

Sai, herido en el hombro eh impactado por como salió tendido al suelo su amigo corrió para ayudarle decidido, pero en su distracción el hombre le golpeó fuertemente mandándole al suelo, al regresar su visión notó que aún se enfrentó al hombre bronceado, quien sonreía con arrogancia.

Sus ataques eran rápidos y brutales, dirigidos a las partes más vulnerables de Sai. A pesar de sus mejores esfuerzos, Sai estaba luchando por mantenerse a la par, esquivando y bloqueando con dificultad.

El joven con la cicatriz intensificó su presión sobre Yuno y se acercó poniendo su pie en el torso de Yuno diciendo. —¿Es esto todo lo que tiene la nueva generación de ninjas Uchiha? Tch qué mediocre, ¡muere basura!— Sus movimientos eran rápidos y en un instante trató de clavar la punta de su katana en la espalda de Yuno.

Pero cuando creía que Yuno estaba acabado, se dio la vuelta clavando un Kunai en la espinilla del ninja aprovechando el descuido, atacando con precisión, lo que obligó al tipo a retroceder y le ayudó a levantarse, la sangre corría por su frente manchando su rostro pero aun así estaba decidido a seguir luchando. 

Mientras tanto, Sai estaba limitado al no poder usar jutsu por su mano, ni tampoco esgrimir una espada de defendía con un kunai, su sharingan y el kunai eran lo único que tenía en su defensa, Sai, con el kunai firmemente sujeto en su mano buena, mantenía su respiración bajo control mientras observaba cada movimiento de su adversario. 

El Sharingan, su única ventaja real en esa situación, analizaba los patrones del enemigo con precisión milimétrica, un corte rápido hacia su costado izquierdo lo obligó a girar sobre su eje, dejando que la hoja pasara a milímetros de su torso. Al completar el giro, Sai lanzó una estocada hacia el abdomen del enemigo, aunque este logró retroceder lo suficiente para evitar un golpe fatal.

Otro ataque lo obligó a bloquear de manera precaria con su kunai, desviando apenas la fuerza de la embestida. El impacto vibró en su brazo, pero Sai aprovechó el momento para deslizarse hacia un lado, evitando quedar en un ángulo vulnerable o eso creyó por que un puñetazo en el rostro le detuvo y mandó al suelo. 

—Son buenos, pero también son más débiles de lo que pensaba, pero después de todo son niños, si crecen será un problema, lástima que hasta aquí llegaron. —El hombre bronceado se burló mientras se acercaba lentamente a Sai, que intentaba levantarse. 

Yuno ahora se encontraba en una situación similar, después de haber perforado la pierna del ninja se encontraba siendo asediado por el mismo en un constante intercambio de ninjutsu. Los sellos de mano del enemigo eran rápidos y precisos, obligando a Yuno a moverse constantemente para lanzar las bolas que causaban explosiones de fuego, y esquivar ráfagas de viento cortante y estallidos de agua que parecían surgir de la nada.

—————

El samurái había estallado en cólera y dijo. — malditos ninjas tan traicioneros como siempre, el simple hecho de que portes una espada me enferma, por qué no la portas con el respeto que debería tenerse, te mostraré el poder de una espada.— 

De pronto una energía azul comenzó a cubrir la hoja de la katana y en el instante que quedó completamente cubierta el samurái dio un paso al frente atacando a Kenzo, quien apenas tuvo tiempo de bloquear, cruzando su propia espada contra la hoja de su enemigo. Las chispas volaron como un torbellino mientras ambos guerreros empujaban con toda su fuerza, intentando dominar el choque.

El sharingan de Kenzo brillaba constantemente en color rojo mientras se encontraba atrapado en la constante pelea de espadas, apoyado por su sharingan Kenzo retrocedió, esquivando el filo apenas rozando su armadura. En respuesta, lanzó un corte vertical hacia el hombro del samurái, pero este bloqueó con facilidad. 

"No puedo igualar su fuerza, pero tal vez el no pueda igualar mi velocidad." Pensó Kenzo frustrado por ser bloqueado. 

Kenzo deslizó su hoja hacia abajo, desviando el golpe del samurái y lanzando un contrataque rápido hacia el costado de su oponente. Pero el samurái giró su katana en un movimiento fluido, deteniendo el ataque en seco antes de contraatacar con un barrido horizontal.

Kenzo se inclinó hacia atrás, sintiendo el aire cortado por el filo que apenas logró rozar su armadura cortando sus hombreras. Sin pausa, lanzó un golpe diagonal que el samurái bloqueó con un destello azul. Las hojas quedaron trabadas durante un instante, y Kenzo aprovechó la oportunidad para girar sobre su eje y lanzar una patada a las costillas del samurái.

El impacto lo hizo retroceder unos pasos, pero el samurái no flaqueó. Recuperó su postura con un rugido y desató una ráfaga de cortes rápidos y precisos que Kenzo no se atrevió a bloquear y decidió esquivar.

El samurái molesto comenzó a maldecir a Kenzo. — maldito gusano escurridizo, cuando te alcance mi katana vas a sufrir.—

Por su parte Kenzo se movía esquivando con un juego de pies magistral mientras analizaba la situación y buscaba una forma de salir victorioso. 

—"ese destello azul en su katana es chakra de viento, eso es una cuchilla chakra, pero yo no soy un ninja afín al viento, tal vez los rayos me servirán."— pensó Kenzo mientras intentaba imbuir de chakra de trueno su arma. 

El samurái avanzó, levantando su espada envuelta en chakra de viento. Su mirada era feroz, un reflejo de su determinación inquebrantable, pero la sorpresa en su cara no tardó en notarse cuando pequeños destellos brillaron en la espada de Kenzo antes de apagarse. 

—¡Acabaré con tu patético intento de imitarme! —rugió mientras lanzaba un corte que desató una onda de energía azul, rasgando el suelo en dirección a Kenzo; saltó hacia un lado, apenas esquivando el ataque. Rodó sobre el suelo y se levantó rápidamente, apretando los dientes. Sabía que no podía seguir esquivando para siempre. 

Cerró los ojos por un momento imaginando como el chakra corría hacia su mano derecha donde sostenía la espada, concentró su chakra al mismo tiempo que trató de modular su respiración y solamente susurrando cuchilla trueno abrió los ojos de nuevo, los dos tomoes en su sharingan giraba rápidamente, en el tiempo que Kenzo se distrajo el samurái ya se había lanzado hacia el frente lanzando un corte horizontal al cuello de Kenzo. 

Pero en ese momento la corriente eléctrica no solo se quedaba en su brazo, si no que recorría todo su cuerpo y mientras avanzaba todo a su alrededor se movía más lento, en un instante estaba frente al samurái que blandía audazmente su katana en intento de arrebatarle la vida, pero en ese instante que estuvo tan cerca de la hoja de la katana esquivó tranquilamente y con su espada dio una estocada en el abdomen del samurái atravesando tanto su armadura como la piel…

La sangre brotó en un instante y la espada atravesó al samurái —¿Así... termina...? —murmuró el samurái, cayendo de rodillas mientras la sangre manchaba el suelo y su cuerpo caía al suelo tendido frente a los ojos de Kenzo que se mostraban decididos. 

——————

No muy lejos de Kenzo, Tajima todavía seguía batallando constantemente con el ninja enemigo, ambos se habían enfrascado en un duro enfrentamiento de ninjutsu y ataques a larga distancia. 

Explosiones resonaban mientras Tajima y el ninja enemigo intercambiaban ataques de ninjutsu. Tajima, con el Sharingan de dos tomoe girando intensamente, esquivaba y contraatacaba, evaluando cada movimiento del enemigo.

El ninja rival, un usuario habilidoso de jutsus de estilo tierra, formó rápidamente una barrera de roca frente a él mientras lanzaba proyectiles afilados de piedra hacia Tajima.

—¿Eso es todo lo que tienes? —dijo el enemigo con una sonrisa burlona, mientras sus manos se movían en rápidos sellos.

Tajima respondió saltando hacia atrás, esquivando los proyectiles por un margen estrecho. Mientras aterrizaba, realizó sus propios sellos y exhaló una ráfaga de llamas que impactó contra la barrera de roca, fragmentándola en pedazos.

"Este bastardo tiene buena ofensiva pero mala defensa" pensó Tajima mientras sus ojos analizaban cada movimiento del rival.

El ninja enemigo no perdió tiempo y golpeó el suelo con ambas manos, levantando pilares de roca que se lanzaron hacia Tajima como si tuvieran vida propia. Tajima rodó hacia un lado y luego saltó hacia un árbol cercano, buscando una posición más ventajosa para flanquear. 

—No podrás escapar, niño —dijo el enemigo, arrojando una esfera de tierra comprimida directamente hacia él. Tajima esquivó por los pelos, Mientras descendía, Tajima se concentró, enfocando su Sharingan en los movimientos del enemigo.

—No necesito escapar —dijo con una calma aterradora lanzando kunais y shurikens directamente a Tajima, quien con gran destreza esquivó y fijó su mirada en los ojos del enemigo. El Sharingan comenzó a brillar intensamente, sus tomoe girando como si fueran hipnóticos. El ninja enemigo se detuvo por un momento, confundido para posteriormente sonreír como un loco y decir. 

—¡Te dije que no podrías escapar de mi niño, ahora muere!— Dijo el hombre con la mirada inyectada en sangre por la adrenalina. 

Pero para su mala suerte Tajima ya lo habia atrapado en un poderoso genjutsu de sombra, el cual atrapaba a la víctima en una ilusión paralizante y desesperante. 

Tajima sonrió y dijo. — Tu exceso de confianza te jugó en contra bastardo.— de inmediato con un kunai en la mano lo clavó directamente en el pecho del ninja. 

———-

Mientras Kenzo y Tajima habían logrado derrotar a su enemigos, Yuno y Sai no corrían con tanta suerte….

—¿Es todo lo que tienen? Patético. —El joven delgado miró a Yuno y Sai tendidos en el suelo derrotados y malheridos intentando levantarse.

Cuando los dos enemigos avanzaban para terminar con Sai y Yuno, una voz grave resonó desde las sombras. 

—Yo dejaría a los chicos tranquilos, ¿que pasa te gusta abusar de los débiles?. —La voz firme hizo que ambos enemigos se detuvieran y giraran hacia su fuente. 

Desde las sombras, Raizo apareció caminando con calma, pero con una mirada que destilaba peligro. —Después de todo, sus nuevos contrincantes somos nosotros takeshi y Ren.—

Antes de que pudieran reaccionar, Raizo usó la técnica del parpadeo corporal, apareciendo frente al hombre bronceado en un abrir y cerrar de ojos. Sin previo aviso, lanzó un potente golpe directo al rostro del enemigo, quien apenas logró bloquearlo con sus tonfas, pero el impacto lo hizo retroceder varios metros, dejando marcas en el suelo. 

—¿Tienes algo que decir ahora? —preguntó Raizo con una sonrisa confiada mientras adoptaba una postura defensiva. 

El hombre bronceado, ahora claramente más cauteloso, se limpió un pequeño rastro de sangre de la comisura de los labios y avanzó con su guardia alta. 

—Así que un verdadero oponente ha aparecido. Esto se pondrá interesante. 

La tensión en el aire se elevó mientras ambos se preparaban para una batalla intensa. Los ojos de Raizo destellaban con determinación, sabiendo que ahora era su turno de equilibrar la balanza. 

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