—¿Le dijiste a Marc qué? ¿No te dije que mantuvieras su identidad en secreto? —gritó Lucio y salió de su escritorio para enfrentar a su hijo.
—Le dije a Marc la verdad sobre Serena, sobre todo... estoy harto de escuchar que no me importa esta familia —dijo Cristian.
Eso era todo lo que había escuchado durante la última semana, y las únicas personas que pensaban lo contrario eran aquellas que habían tomado el tiempo para conocer a Serena. Lucio, Johnny, Marc, Enzo y Emmanuella.
Cristian estaba furioso con Serena por llamar a su madre el peor nombre posible, pero no quería que Serena hiciera algo imprudente como empacar sus maletas e irse. Estaba enojado porque ella no escuchaba, pero también se divertía porque sabía que el bebé estaba en buenas manos. Serena no escuchaba a nadie más que a sí misma, y aunque a veces saliera mal, no era necesariamente algo malo.