—¿Sobre Cristian? —Vincenzo frunció el ceño—. Me sentí mal porque parecía haber esperado que preguntara otra cosa, pero él era el único que podía darme respuestas en ese momento—. ¿Qué pasa con él?
—¿Te está ignorando porque le tiraste una bebida a Francesca? —preguntó mientras mis ojos se agrandaban—. Las noticias viajan rápido, todas las familias lo saben —continuó.
—No me está ignorando... estamos bien —sonreí.
—Bueno, para empezar, dijiste que lo conoces desde hace mucho tiempo. ¿Cómo era él cuando era más joven? —le pregunté la primera pregunta que se me ocurrió. Por alguna razón, no podía imaginar a un joven Cristian.
—Vincenzo se rió y suspiró mientras negaba con la cabeza —esto iba a ser bueno.
—Crecimos con muchos niños de todas las otras familias —comenzó—. Pensé en Isobel, quien también había dicho que era amiga de la familia.