Chereads / Mexico en un ISEKAI / Chapter 3 - Capítulo 3: Ecos del Pasado y Decisiones del Presente

Chapter 3 - Capítulo 3: Ecos del Pasado y Decisiones del Presente

El sol se alzaba sobre la selva, proyectando sombras alargadas sobre las ruinas antiguas. Cada estructura parecía estar diseñada para intimidar; bloques de piedra negra de un tamaño descomunal formaban edificios que desafiaban la lógica arquitectónica. La torre central, en particular, parecía absorber la luz solar, oscureciendo su alrededor con un aura casi mística.

Ana Laura Espinosa caminó lentamente hacia el complejo, flanqueada por soldados armados. Cada paso se sentía como un desafío, como si el suelo mismo emitiera un leve zumbido bajo sus botas. Diego López, a su lado, apuntaba febrilmente en su libreta, intentando capturar cada detalle de las inscripciones talladas en las paredes.

"Esto no es solo decoración", dijo, señalando un patrón intrincado que serpenteaba por una columna cercana. "Parece algún tipo de lenguaje... o código."

"¿Puedes traducirlo?" preguntó Ana Laura, su mirada fija en la torre.

"No todavía. Necesitaré más tiempo y un equipo adecuado."

Ana Laura asintió. "Tienes lo que necesites. Pero quiero respuestas rápidas. Esto podría ser clave para entender dónde estamos."

Mientras tanto, el comandante del Escuadrón Alfa, el capitán Ernesto Barragán, supervisaba el perímetro. Era un hombre de pocas palabras, con una presencia que infundía respeto inmediato. Sus ojos no dejaban de moverse, atentos a cualquier señal de peligro.

"¿Qué piensa, capitán?" le preguntó uno de sus hombres.

"Que estamos en un lugar que no nos quiere aquí", respondió Barragán, ajustando su arma.

En Los Pinos, horas antes

El presidente Peña Nieto miraba los reportes en su escritorio, una taza de café intacta a su lado. Las primeras noticias sobre el descubrimiento de las ruinas ya habían llegado, pero su atención estaba dividida. La estabilidad interna de México era una preocupación creciente.

Las ciudades principales habían mantenido la calma gracias al despliegue militar, pero en las zonas rurales, donde la comunicación era limitada, los rumores y el miedo comenzaban a sembrar caos. Los líderes comunitarios exigían respuestas, mientras que las cadenas de suministro empezaban a fallar en varias regiones.

"Señor presidente, necesitamos priorizar la infraestructura básica", dijo Diego Morales, el secretario de Energía, sentado al otro lado del escritorio. "Si no estabilizamos la red eléctrica y aseguramos los combustibles, podríamos enfrentar disturbios generalizados."

"Lo entiendo, Diego, pero también debemos manejar las expectativas del pueblo", respondió Peña Nieto, su voz medida. "No podemos prometer soluciones inmediatas cuando no sabemos qué enfrentamos."

"Entonces tal vez sea hora de involucrar al pueblo", sugirió Ana Laura, quien acababa de llegar de las ruinas. "Organizar asambleas locales, escuchar sus preocupaciones y mantenerlos informados. El miedo viene de la ignorancia."

El presidente asintió, considerando sus palabras. "Organiza un plan de comunicación. Quiero que cada rincón de México sepa que estamos trabajando para superar esto."

De vuelta en las ruinas

El equipo de exploración avanzaba con cautela hacia la torre central. La puerta, una losa de piedra cubierta de símbolos, se abrió con un crujido profundo cuando Diego, por pura intuición, tocó un patrón en espiral en el centro. Un corredor oscuro se extendía hacia adentro, iluminado solo por destellos azules que parecían emanar de las paredes.

"Esto es increíble", murmuró Diego mientras avanzaban. "La tecnología aquí, si es que podemos llamarla así, está a siglos de cualquier cosa que conozcamos."

"Y posiblemente peligrosa", agregó Barragán, su arma lista mientras escaneaba cada rincón.

Al llegar al corazón de la torre, encontraron una sala circular con un pedestal en el centro. Sobre él flotaba un objeto extraño: un cristal de luz pulsante, que parecía latir como un corazón.

"¿Qué es eso?" preguntó Ana Laura, su voz apenas un susurro.

"No estoy seguro", respondió Diego, acercándose con cuidado. "Pero parece ser una fuente de energía... o de información."

Cuando extendió la mano para tocarlo, una oleada de luz llenó la habitación, proyectando imágenes en las paredes. Eran escenas de un mundo antiguo, donde criaturas similares a las que los soldados habían enfrentado coexistían con civilizaciones avanzadas. Había guerras, alianzas y, finalmente, un cataclismo que parecía haber arrasado con todo.

"El fin de su mundo", dijo Diego, impresionado. "Esto es una advertencia."

En el Palacio Nacional

De regreso en la Ciudad de México, las tensiones políticas comenzaban a surgir. Algunos miembros del gabinete argumentaban que México debía mantenerse aislado, enfocándose en proteger sus recursos y a su gente. Otros, como Ana Laura, insistían en explorar y buscar posibles aliados o conocimientos que pudieran asegurar la supervivencia a largo plazo.

"El descubrimiento de esas ruinas cambia todo", dijo ella en una reunión de emergencia. "Podrían tener respuestas que expliquen cómo llegamos aquí y cómo mantenernos a salvo."

"¿Y si esas respuestas nos ponen en peligro?" cuestionó Marroquín. "Hasta ahora, este mundo ha demostrado ser hostil. Cada decisión que tomemos debe ser medida."

"Pero no podemos quedarnos estancados", intervino Peña Nieto, su voz firme. "México ha enfrentado desafíos antes, y este no será diferente. Exploraremos, pero lo haremos con precaución."

La decisión fue tomada. Las ruinas serían estudiadas a fondo, y se establecería una estrategia para equilibrar la exploración con la seguridad interna.

***

Mientras México intentaba adaptarse a este mundo, las decisiones tomadas en las ruinas y en el palacio resonarían en todo el país. Las implicaciones del descubrimiento del cristal, las tensiones dentro del gabinete y la amenaza latente de un mundo desconocido marcarían el inicio de una era que definiría a la nación.