Al comienzo de la semana siguiente, una nueva sesión del Consejo daba comienzo, pero este día no sería como cualquier otro, y el Rey lo sabía con certeza:
- Me alegra mucho saber que este ilustre Consejo tenga la predisposición de incluir a vuestros príncipes ser parte de él
- Por supuesto su Majestad, ya cumplieron la mayoría de edad, no hay necesidad de seguir prolongando la incorporación de sus Altezas a vuestro Consejo – reafirmó Velvet Akran
- Excelente. ILiak, trae a tu protegido. Si pregunta la razón, infórmale que deseo verlo aquí en el Consejo – ordenó el Mandatario
- Como usted desee su Majestad – respondió este mientras inclinaba su cabeza
- Arek, lo mismo va para ti. Trae a mi Príncipe – continuó diciendo el Monarca, a lo que su sirviente respondió de la misma manera en son de reverencia
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Mientras tanto, los príncipes caminaban por los pasillos, con muchas ansias y nerviosismo de comenzar ya su nuevo entrenamiento con el anciano:
- No puedo creer que aquel mendigo cazador que vimos la primera vez, ahora resulta que nos entrenará – dijo Shaun un tanto dubitativo
- No seas incrédulo hermano, viste lo que ese "mendigo" pudo hacer ante ese guerrero oscuro – respondió Blake
- ¿Realmente crees que podremos aprender aquellas habilidades? Él mismo nos mencionó que no todos los seres de la galaxia nacen con el don para aquello
- .... – Blake no respondió nada, en cambio siguió mirando el fondo del corredor
- Además.... que la Fuerza me perdone.... ¿no es profanar en contra de su voluntad? ¿No será que nos volveremos pecadores una vez que intentemos manipular su inimaginable poder? – insistió Shaun
- Hm – sonrió – ¿Ahora resulta que hablas de nuestro credo? No te preocupes hermano, todo esto es la voluntad de la Fuerza, y si ella así lo desea, así será...
En ese mismo momento, ILiak y Arek aparecen en escena:
- ¡ILiak! Que gusto verte – dijo su protegido
- Su Alteza príncipe Shaun – respondió este inclinando su cabeza
- Dime Arek, ¿qué es lo que necesitas? – preguntó Blake de forma brusca
- Mi príncipe, vuestro padre el Rey Vikta, ha solicitado vuestra presencia – respondió
"¿Nuestra presencia?" – dijo Blake, a lo que su hermano lo miro un tanto curioso, temiendo que tal vez su padre los había descubierto – "¿Crees que...." – preguntó pero sin finalizar sus palabras – "No, no lo creo..." – contestó Blake a la inseguridad de su gemelo, convenciéndose de que él no sentía lo mismo
- ¿Sucede algo Su Alteza? – preguntó ILiak
- No, no es nada. Sólo cumplan con su deber y llévennos con Su Majestad – ordenó el príncipe Blake
- Como desee Su Alteza, por aquí por favor – indicó ILiak extendiendo su brazo y moviéndose a un lado para que los príncipes emprendieran rumbo hacia la sala del Consejo Real
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"Príncipe Blake, por favor no nos esperen. Iremos detrás de ustedes" – dijo Arek, a lo que Su Alteza asintió con la cabeza. Luego ambos príncipes dejaron el lugar. Arek dirigió su mirada hacia su contraparte, tenía una mirada fría y penetrante:
- Ten mucho cuidado ILiak, no intentes poner a Su Alteza Blake a tu favor, sólo yo sé de lo que eres capaz.... – dijo Arek en un tono amenazante
- No sé de qué hablas, nunca traicionaría la confianza del príncipe Shaun por algo tan vago. Nosotros los Ty no somos como ustedes – respondió
- Sólo ten presente esto: te estaré vigilando de cerca... – finalizó Arek para luego dirigirse en dirección al Consejo
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Ya en la puerta de la sala del Consejo Real, Arek le pidió a su protegido que le cediera un minuto de su valioso tiempo, Blake aceptó pero "que fuera rápido" – El consejero simplemente respondió: "Por supuesto Su Alteza, no me tomará mucho tiempo" – El príncipe entonces se acercó a él:
- Y bien, dime. ¿Qué es lo que quieres? – preguntó Blake
- Es respecto al llamado de vuestro padre el Rey – contestó
- Así que de eso se trataba. ¿Estás preocupado por Su Majestad? ¿Crees que escondemos algo y que mi padre nos ha descubierto?
- Por el contrario mi Señor, no se trata de eso
- ¿Entonces qué? ¡Habla! – ordenó el príncipe
- Su Alteza, creo que Su Majestad os ha convocado para algo mucho más importante
- ¿Importante dices?
- Así es.... no es muy difícil deducirlo, pero creo que vuestro padre ha decidido junto al Consejo de haceros parte de él. Ya que si bien recuerda, usted junto a vuestro gemelo ya han cumplido la mayoría de edad hace ya un tiempo
- Hm, ya veo. Tienes razón – dijo mientras miraba hacia un lado
- Es por eso que le imploro que no desaproveche esta oportunidad – su tono de voz comenzaba a tornarse más serio, firme y ambicioso – Este es su momento para brillar Su Alteza, no debe permitir que su hermano le quite esta oportunidad
- ¿Qué es lo que recomiendas?
- Debe actuar con cautela, no debe enfurecer a Su Majestad. Aprovechar hasta la más mínima oportunidad en su camino al trono.
- ¿No me crees capaz de vencer a mi hermano en el Combate Real?
- Por el contrario Su Alteza, pero si existe la más remota posibilidad de alejar al príncipe Shaun del trono, debe tomarla. No lo olvide, estaré con usted hasta el final – Blake simplemente se quedó pensativo
Mientras tanto, el príncipe Shaun, aprovechó la situación para acercarse a su protector y salir de las dudas:
- ¿Qué crees que nos dirá nuestro padre ILiak? – preguntó
- Honestamente, no lo sé Su Alteza – respondió ILiak de tal forma que no sospechara nada de él
- Hm, ya veo. Ah..... – suspiró
- ¿Sucede algo Su Alteza?
- No es nada ILiak. Tengo mis preocupaciones, eso es todo – contestó Shaun mientras la idea de que su padre los había descubierto tomaba más fuerza
- Pase lo que pase ahí dentro, debe tomarlo de la mejor manera posible. Todo es parte de su crecimiento. Con la ayuda de la Fuerza, será usted quién se siente en el trono de los Vikta
- Gracias ILiak – dijo mientras tomaba el hombro de su consejero – te has convertido en un gran amigo
- Lo mismo digo Su Alteza – respondió finalmente con una sonrisa en su rostro
"¡ILiak!" – dijo Arek del otro lado de la puerta – "Ya estamos listos, es hora de entrar al Consejo" – Nuestros cuatro protagonistas se dispusieron entonces a entrar a la sala. Primero los dos príncipes, y luego sus respectivos consejeros
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El Rey estaba impaciente, ya quería darles la gran noticia a sus hijos. Tenía plena fe de que presencias más jóvenes en un Consejo lleno de "ancianos" sería muy provechoso para la monarquía. Aún recordaba cuando él era un joven príncipe hace ya varios años atrás, cuando la pasión, la locura y la ambición guiaban su paso camino hacia el trono. ¿El Consejo estaba compuesto por los más ilustres representantes?, por supuesto que sí, pero el sabía por experiencia propia que mentes más frescas podrían influir positivamente en la política. Además con sus incorporaciones, los podría ver más de cerca y tener una idea mucho más clara del actuar de sus hijos.
Las puertas de la sala se abrieron, todos voltearon a mirar, los príncipes aparecieron y llenaron de honor y gloria con su presencia. Ninguno de los 12 miembros del Consejo quería que se notara su entusiasmo ante los ojos de sus contrapartes:
- Padre, os ha convocado – dijo Shaun
- ... – suspiraba con orgullo mientras abría sus brazos – mis queridos príncipes. Finalmente han llegado
- ¿Qué ha sucedido Su Majestad? – preguntó Blake desesperado ante la respuesta del Rey
- Os he convocado ya que vuestro Consejo os tiene buenas noticias – luego apuntó con su mano al representante de los Ty – Adelante Tobías, explícales a mis hijos de que se trata esta propuesta
- Como usted desee Mi Lord. Queridos príncipes, a medida que fueron creciendo, habéis demostrado un gran interés en la ayuda de vuestros súbditos, sin esperar nada a cambio o siquiera cumplir la mayoría de edad. Por ende, ya que habéis cumplido vuestro vigésimo natalicio hace ya un buen tiempo, deseamos que sean parte de este ilustre Consejo. De esta manera podréis pulir aún más vuestras habilidades de escucha, negociación y toma de decisiones, sumergiéndose en el mundo político en vuestro camino hacia el trono...
- ..... – Nicholas suspiró mientras hacía un gesto de desaprobación hacia su rival – Dejando las formalidades a un lado, el Clan Ny pretende apoyar en todo lo que requiera el príncipe Blake. Creemos que Arek ha hecho un buen trabajo estando a su lado, él estará allí para todo lo que necesite
- ¡Príncipe Shaun! – interrumpió Tobías de forma brusca. Luego bajó la voz – De la misma forma, nosotros deseamos ser un apoyo para usted. ILiak-Ty nunca lo dejará solo Su Alteza
El Rey miró con enfado a ambos líderes, luego volvió a sonreír para dirigirse a sus hijos: "¿Y? ¿Qué les parece?" – preguntó
- No es necesario de que tomen una decisión apresurada hijos míos – dijo la Reina
- Lilian, por favor. Ya tienen 20 años tus hijos. Deben sumergirse en este mundo si es que desean gobernar como todo un REY – contestó el monarca
Ambos príncipes se quedaron en silencio.... Finalmente había llegado el tan ansiado día, el primer paso que podría considerarse como "oficial" en su camino hacia el trono. Shaun lo sabía, ya no podía negarlo, mucho menos evadirlo, debía enfrentarse a su gemelo en todo sentido: político, social y también mortal. Sólo era cuestión de tiempo de que el tan mal aclamado Combate Real, elogiado por cada uno de los Soh-Ryo, se convirtiera en la última etapa que definiría al próximo Rey (una vez que falleciera el Monarca actual, claro). Lo peor de todo, era que no podía negarse, el orgullo de su familia y de los Vikta estaba en juego:
- Ya era hora de que nos tomáramos en serio la política – dijo de pronto su hermano, interrumpiendo sus pensamientos
- Excelente, entonces no hay nada más que discutir – respondió orgulloso el mandatario, sin miedo de que su alegría se viera reflejada – Su jornada comenzará en la próxima sesión. Ilustre Consejo, vuestros príncipes se os unirán la semana siguiente a esta. Hágase la voluntad de la Fuerza
- HÁGASE SU VOLUNTAD – respondieron finalmente en coro
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La sesión había terminado, los príncipes gemelos decidieron en conjunto dirigirse a sus aposentos para meditar todo lo ocurrido, poder asimilar el golpe de realidad que les había dado La Fuerza. Una vez logran encontrarse en la salida principal del castillo, Shaun no pudo evitar comentar lo sucedido: "Aún no lo puedo creer. Siento que el tiempo pasa muy rápido. Ahora tenemos nuestro propio asiento dentro del Consejo Real" – Blake detuvo su paso, y volteó a mirarlo – "No te preocupes más de la cuenta hermano, tarde o temprano esto debía pasar. La Fuerza así lo quiso, no podemos fallar." – Luego continuó:
- Enfócate en el ahora, nuestro pueblo nos necesita más que nunca, sobre todo con ese ser oscuro merodeando por el planeta – dijo mientras tomaba el hombro de este – Debemos ser fuertes, aprovechemos la oportunidad que la Fuerza nos ha entregado. El anciano nos ayudará a ser invencibles, como ningún otro Vikta del pasado. No puede ser una simple coincidencia
- Tienes razón hermano.... – respondió Shaun
- Lo sé. Ahora vamos por nuestros kroudan, es hora de comenzar un nuevo capítulo en nuestras vidas
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Los jóvenes príncipes se dirigieron a los territorios del anciano Jedi, listos para lo que sería su primer entrenamiento proveniente de una cultura distinta. Durante el viaje, ambos no podían evitar sentir ansias e incluso miedo, ya que se trataba de algo inimaginable, que de no haberlo visto con sus propios ojos, jamás lo hubieran creído.
Al estar tan sumergidos en sus pensamientos, no se dieron cuenta de que en un abrir y cerrar de ojos, ya habían llegado al punto de encuentro:
- Ah, con que son ustedes – dijo el jedi mientras vendaba sus muñecas con tela desgastada – Ya comenzaba a dudar de que realmente aparecieran
- No te será tan fácil deshacerse de nosotros anciano – dijo Shaun mientras bajaba de su kroudan
- Hm – sonrió este – ya lo veremos. A partir de ahora, yo seré su maestro. Me respetarán como tal. Ya vieron de lo que soy capaz, y les puedo asegurar que ese no es todo el poder de un Jedi experimentado. Díganme anciano nuevamente, y se enfrentarán a las consecuencias
- Por supuesto.... Maestro.... – dijo Blake mientras inclinaba su cabeza en son de reverencia, a lo que su gemelo replicó de la misma manera
- Aquí no serán conocidos como "príncipes", ni serán tratados como tal. Será un entrenamiento muy duro, incluso mucho más del que acostumbran con el Ejército y el Culto de la Fuerza – apoyó sus manos por detrás de su espalda, transmitiendo una fuerte presencia de respeto y poder – Partiremos desde lo más básico hasta lo más complejo, entrenando nuestra mente, nuestros sentidos y nuestro físico. Esto no será una tarea fácil, ya que deben olvidar todo aquello que creen saber sobre la Fuerza....
Estas últimas palabras llamaron la atención de Blake, ya que no fueron de todo su agrado. ¿Cómo osaba hablar de la Fuerza? ¿Acaso era cierto que sabía todo sobre ella? Aún no podía comprenderlo del todo, por lo que dejó sus pensamientos de lados, no quería que su propia cabeza lo traicionara en un momento tan importante como este..... – "yo mismo fui testigo de sus habilidades..... ¿cuál será la relación entre los Jedi y esta?..."
El Jedi comenzó a caminar en círculos, mientras sus nuevos alumnos procedían a sentarse en el suelo:
- La Fuerza está presente en todo aquello que nos rodea, ya sea inerte o viviente. Fluye a través de todos nosotros, y nos conecta mediante un manto cósmico que puede influir en nuestro destino. Nosotros los Jedi utilizamos esa energía para resguardar la Paz y traer balance al Universo.... o al menos eso es lo que la Orden predica mis queridos padawans
- ¿"Padawans"? – preguntó Shaun
- Así es. Dentro de nuestra cultura, ustedes serán conocidos como tal. Básicamente aprendices jedi
- ¿Y cómo elegir aquellos que son dignos? Tales poderes tan magníficos que posees, si caen en las manos equivocadas, podrían llegar a ser muy peligroso – dijo Blake
- En eso tienes razón mi joven padawan. Es por eso que la Orden Jedi prohíbe contraer lazos tan fuertes con nuestros cercanos, deben aprender a dejar todo aquello que temen perder. Ya que el miedo, la ira y la frustración, son caminos al Lado Oscuro de la Fuerza.... En el peor de los casos, terminas convirtiéndote en un ser oscuro como aquel Sith que los atacó....
- ¿Fue por eso que te exiliaste a nuestro planeta? – preguntó Blake sin titubear
- Hm, veo con asombro que eres perspicaz – dijo el Jedi con una leve sonrisa en su rostro – ya basta de charlas, es hora de trabajar
Luego de explicar los conceptos básicos como "La Fuerza" y "los Padawans", el entrenamiento Jedi daba comienzo. El anciano sabía que no sería una rutina como cualquier otra, ya que con un guerrero Sith a los alrededores, el tiempo estaba en su contra. "Quizás lo mejor sería no ilusionar a estos niños" – se decía a sí mismo. No podía sacar de su mente la idea de buscar y enfrentar al Sith por sí solo, pero el estar tanto tiempo fuera del campo de batalla, sumado a su obvia vejez, no creía que tuviera la destreza necesaria para derrotarlo. Los príncipes ya contaban con un entrenamiento previo en lo físico y mental, prácticamente desde que nacieron. Sin embargo, no podía evitar pensar en que volvería a fallar, de perder nuevamente a un estudiante. Ahora no sólo se trataba de un padawan, ¡sino de dos!. Además, si ambos eran asesinados a manos de un extraño, lo más probable era que el Rey en su furia utilizara todo su poder, para dar con el paradero de ambos Jedi y Sith.... El reino... caería en llamas...
No..... No era tiempo de titubear, los dados ya fueron lanzados, sólo el tiempo lo dirá.....