Nota: En este capítulo Haniel actuará como un verdadero niño con poderes y sin saber que hacer con ellos,eso es lo que quiero reflejar y espero que se note xd
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Haniel
Estaba caminando hacia un complejo de apartamentos.
Aunque estaba antes estaba buscando hoteles, sabía que no me dejarían entrar sin un adulto, así que opté por entrar en un apartamento al azar.
Pensé que en los apartamentos la gente suele vivir sola o pasar mucho tiempo fuera de casa debido al trabajo.
- Winry, ¿sabes dónde está la protagonista?. - pregunté con curiosidad.
[ No, Masta, pero si está cerca, lo sentiré, ya que el destino gira en torno a ella. ]
- ¿Destino, dices?. - respondí pensativo.
- Dime, Winry, ¿tengo un destino? - pregunté, confundido.
[ No, Masta, no tienes un destino. ]
[ El mundo no puede imponerte un destino, pero sí puede considerarte un enemigo. Algunos mundos tienen destinos muy fuertes que impedirán que alteres el destino de sus protagonistas, mientras que otros son más débiles y no harán nada al respecto. En este mundo, el destino es débil porque la protagonista está destinada a morir. ]
[ El mundo en el que vives, Konosuba, es tu hogar porque naciste allí. Por eso, el mundo te tratará como a uno de sus hijos. ]
- ¡Qué bien!. - exclamé, aliviado. Sería problemático si mi propio hogar fuera mi enemigo.
Volviendo a la realidad, me fijé en un gran edificio de apartamentos.
- Parece un complejo de lujo para personas adineradas. - Mientras observaba el imponente edificio, me pregunté si debía entrar allí.
- Puede ser problemático si elijo a una persona importante.
- Diosa de la suerte, bendíceme una vez más. - Después de hacer una breve oración, decidí entrar al edificio.
- Sin perder tiempo, subí las escaleras corriendo y, gracias a mi velocidad, llegué al tercer piso en pocos segundos.
- Bueno, aquí empieza mi búsqueda.
"Toc, Toc"
- ¿Un niño? ¿Necesitas ayuda?.
- ¿Qué pasa, esposo?.
- Lo siento, me he equivocado. - Sentí un ligero sonrojo en mi cara y salí corriendo escaleras abajo.
- Después de que la familia cerró la puerta, volví a subir al tercer piso.
- Segundo intento. - Susurré, y me paré frente a otra puerta.
"Toc"
"Toc"
"Toc"
- (¿No quieren abrir?). - Parecía que no había nadie, pero podía escuchar murmullos y sonidos provenientes de la habitación.
Mientras pensaba en eso, la puerta se abrió de golpe, lo que indicaba que la persona que la había abierto tenía mucha fuerza o estaba molesta.
Lo primero que vi fue a una mujer de apariencia elegante y madura.
Tenía el cabello recogido en una coleta alta y su cabello blanco plateado caía en cascada sobre su hombro.
Llevaba un suéter algo holgado, pero se notaba que estaba bien formada. Su estilo de vestir era sofisticado y moderno. Su mirada era a la vez sensual y cálida. ¡Era realmente hermosa!.
Cuando me vio, sus ojos se abrieron con asombro y un ligero sonrojo apareció en su rostro. Sus grandes ojos grises brillaban con emoción.
- ¡H-Hola, pequeño! ¿Cómo estás?. - dijo con una voz suave y cálida.
- (Ella es realmente hermosa). - Me sorprendió su belleza. En el mundo de Konosuba, las mujeres del clan no son feas, pero esta mujer es de otro nivel.
Desde donde estaba, podía ver su figura con más claridad. Gracias a mi altura, le llegaba solo por encima de la cintura; casi parecía un peluche grande, y mi apariencia adorable hacía que esto se notara aún más.
- (Si ella está sola, entonces me llevé el premio gordo). - Una gran sensación de emoción y alegría me invadió.
- Estoy bien, onee-san, gracias por preguntar. - Respondí con una sonrisa suave y un leve rubor en el rostro, sumando un toque de encanto.
-¡Oh! M-Me alegra. ¿Necesitas algo?. - preguntó con un leve tartamudeo y el brillo en sus ojos se intensificó.
- Sí, verás, pedí y...
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Pov misteriosa mujer
Después de un largo día de trabajo, estaba completamente agotada en casa. Mis compañeros de trabajo me dejaron con toda la responsabilidad de una tarea que nuestro jefe había asignado. Ellos no hicieron nada y, como siempre, se fueron de fiesta.
Comencé a pensar en mis problemas y en los problemas de la sociedad.
¡Tengo 18 años! Tengo un buen trabajo y un futuro prometedor, pero aquí estoy, trabajando el doble por los demás.
- Ah~, ya no importa. - suspiré con cansancio.
"Toc, toc".
- ¿Eh, quién estará tocando a esta hora?.
- Espero que no sea un vendedor. - comenté exasperada, pensando en los vendedores de servicios dudosos.
Me acerqué a la puerta y la abrí. Al principio no vi a nadie, pero al bajar un poco la mirada, me sorprendí.
Me encontré con lo que podría describirse como un ángel.
Era un niño pequeño, probablemente de unos 7 años, pero diferente a cualquier otro niño que haya visto. No era solo hermoso, era el epitome de la belleza.
Me encantan las cosas lindas y este niño era todo lo que podría soñar encontrar.
- (Qué envidia, sus padres deben ser igual de hermosos). - suspiré ante lo que parecía una injusticia de la vida.
- (Espero que mis futuros hijos sean tan lindos como él). - Después de suspirar, volví a centrar mi atención en este pequeño ángel.
- Ujum, h-hola, pequeño, ¿cómo estás? - le pregunté al niño frente a mí, un poco nerviosa.
- (Miyuki, concéentrate, eres una adulta, no puedes quedarte en ridículo frente a un niño). - Me di palmaditas mentales para concentrarme y no dejarme distraer por la increíble belleza del niño.
- Sí, verás, me perdí y no tengo dónde quedarme.
- (¡Kyaa~! ¿Qué pasa con su voz? Es tan hermosa y suave). - No pude evitar maravillarme con la encantadora voz del niño.
- (Y esa expresión... No puedo evitar querer abrazarlo y cuidarlo. Concéentrate, Miyuki).
- Oh, qué mal, pequeño. ¿Quieres que llame a la policía?. - un niño tan hermoso debe estar siendo buscado. Si yo fuera su madre, ya habría llamado a la policía.
- Umu. - asintió el pequeño.
- (¡Ah, qué adorable!). - La ternura del niño estaba rompiendo mis defensas mentales.
- Mi nombre es Osanai Miyuki. - me presenté con una sonrisa para tranquilizar al niño.
- Dime, ¿cuál es tu nombre, pequeño?.
- Umu, mi nombre es Haniel. - dijo con un suave susurro.
- Qué lindo nombre, Haniel. - le respondí con una sonrisa.
Lo invité a pasar, y aunque parecía un poco asustado, lo llevé a la sala de estar. Le di una cobija por si tenía frío y preparé un chocolate caliente rápidamente.
- Um, está rico. - dijo Haniel con voz tranquila.
- Me alegra que te guste. - le respondí mientras me sentaba frente a él.
- Disculpa, ¿puedo decirte algo?. - habló tímidamente.
- Claro, puedes confiar en mí. - le respondí con una sonrisa.
Haniel se levantó lentamente y se acercó a mí, señalando que me inclinara para escucharle mejor. Puso su boca cerca de mi oído, y su respiración me dio un pequeño escalofrío.
- Verás, One-san~. - susurró suavemente.
- Uh, um, ¿qué pasa?. - pregunté con un leve tartamudeo, sintiendo que estaba haciendo algo inapropiado.
- Deberías dormir~ Greed touch~.
- Eh, ¿qué...?. - fue lo último que alcancé a decir antes de que todo se pusiera negro.
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Haniel
Observando a la hermosa mujer llamada Miyuki, que estaba inconsciente frente a mí, decidi amarrarla con cuerdas y prendas que encontré en su casa.
- Hmm... Tal vez debería quitarle toda la ropa.
Sin detenerme a pensar en las consecuencias, empecé a desvestirla, notando las maravillosas curvas que se ocultaban detrás de esa ropa algo holgada.
- Vaya, qué manjar para la vista~.
Sus pechos eran grandes y de un tono claro, con delicados pezones rosados.
Sus muslos eran firmes y su figura, con un trasero redondeado, mostraba una belleza impresionante.
- Una verdadera belleza de mujer me divertiré contigo. - me la mi los labios imaginando todo lo que podría hacer con ella y todos los deseos que podría satisfacer.
"Una semana después"
Pequeño resumen de lo que paso esta semana:
Cuando la amarré, al día siguiente se despertó asustada y agitada, y era normal; un niño te hizo desmayar.
Me alegra haberla dejado inconsciente antes de que llamara a la policía, o ya habría tenido problemas en este mundo.
Cuando empezó a hacer ruido y pedir ayuda, la trasladé a un cuarto en el departamento.
Quité todas las cosas de ese cuarto, dejándolo vacío para iniciar mi plan.
Este plan, que llamé "lavado de cerebro", no es muy original, pero era lo único que se me ocurrió.
Consiste en usar mi encanto y una sub-habilidad de mi linaje.
Aunque más que una habilidad es un rasgo que puedo amplificar con magia, aunque no puedo usar mucha magia en este mundo, así que no es un lavado de cerebro instantáneo.
Al darme cuenta de esto, pasé a la fase dos del plan, que llamé "el palo y la zanahoria".
En esta etapa, utilicé una relación de amo y esclavo para aislarla del mundo exterior.
Para evitar problemas, llamé a la empresa donde trabajaba Miyuki y la obligué a renunciar.
Si se negaba, le aplicaba un castigo físico, pero cuando obedecía, la recompensaba con elogios y aprobación. Era un plan simple pero efectivo.
También descubrí sus problemas familiares y su experiencia viviendo en un orfanato.
Cuando hacía algo malo, la ignoraba o la castigaba con golpes moderados.
Y así pasaba el tiempo, implementando el plan con Miyuki y buscando en la ciudad a una chica con el cabello rosa.
"2 semanas después"
Después de poner en práctica el plan de la zanahoria y el palo, continué explorando la ciudad.
Sin embargo, echaba mucho de menos la tecnología y disfrutaba mucho de la atención que recibía cuando mostraba mi belleza sin ocultarla.
Me sumergí tanto en los placeres de la era moderna que, sin darme cuenta, ¡pasó un mes!
Me divertía jugando en los arcades y comprando comida chatarra.
Olvidé un poco a Miyuki, así que cuando nos veíamos, ella se ponía algo contenta. Esto mostraba que, incluso sin mi habilidad, mi encanto natural y el plan seguían funcionando.
Y, con todas esas distracciones, pasaron en total siete semanas.
Como no tenía un límite de tiempo, me dediqué a relajarme un poco.
"En el presente"
Ahora me encontraba en un supermercado cerca de mi apartamento. Me había cambiado de ropa porque las anteriores eran llamativas.
Un niño vestido como un aventurero japonés no es algo muy común.
Mi nueva ropa era bastante sencilla: una camiseta gris y unos pantalones sueltos para mayor comodidad. Un estilo simple pero fresco.
Al entrar en la tienda de conveniencia, fui directo a la sección de comidas preparadas, donde tomé cinco paquetes. Luego me dirigí a los panes de melón.
La primera vez que los probé me encantaron, así que ahora compro diez paquetes para toda la semana.
- Son realmente buenos. - murmuré suavemente, mientras miraba los suaves y esponjosos panes.
[ ¡Masta, mira hacia la entrada de la tienda!. ]
En el momento en que escuché a Winry gritar, miré hacia la entrada de la tienda.
Al girar la mirada hacia la entrada de la tienda, vi a la persona que había estado buscando durante todo un mes.
Era una figura conocida del anime, con el cabello rosa largo y unos ojos rosa morado que ocultaban intenciones maliciosas.
A su lado, había una niña de unos 10 años con el cabello azul recogido en dos coletas cortas y un uniforme azul. Eran Satou Matsukaza y Shio Kobe.
- (¿Dime, Winry, en qué punto de la trama estamos?). - pregunté rápidamente.
[ Parece que ya estamos cerca del final, ya que la forma en que están vestidas sugiere que el hermano de la niña Shio está a punto de salir a buscarla en otro lugar, y Satou la está llevando a comprar.]
[ Miré a su derecha, Masta. ]
Con mi visión más aguda que la de una persona normal, noté que la amiga de Satou, cuyo nombre no recordaba, los observaba en secreto.
Decidí comportarme de manera normal, como si no me importara lo que ocurría a mi alrededor, pero seguí prestando atención a Satou. Tenía suficiente dinero, así que compré varias cosas para entretenerme.
Cuando ellas se dirigieron a la caja registradora, yo también fui hacia allí.
"Bip, Bip"
Con cada producto que pasaban, el número de la caja subía.
- Serán 3,190 yenes, pequeño. - dijo la cajera.
La cajera tenía una mirada de curiosidad, pues no es común que un niño venga a comprar y menos esa cantidad.
- Ok. - Asentí y saqué la cartera para pagar.
Cuando terminé de pagar, me dirigí hacia la salida de la tienda. Sin embargo, antes de poder continuar, sentí una pequeña mano tocando mi hombro.
Al girarme para ver quién me había tocado, me encontré con el rostro encantador de una niña llamada Shio Koube, quien me extendía la mano y me ofrecía un melonpan.
- Ten, se te cayó. - dijo con voz tierna y una sonrisa sincera.
- Gracias~. - respondí, superando su dulce voz y su adorable apariencia.
Éramos una pareja llamativa; mi altura de 1.15 metros y la suya de 1.30 metros nos hacían lucir bien adorables.
- Toma, aquí tienes. - le dije mientras le ofrecía el melonpan y sonreía de la manera más cálida posible.
- Um, g-gracias. - respondió tímidamente.
En ese momento, noté una mirada intensa proveniente de la caja registradora. Era Satou, que me estaba mirando con intenciones asesinas.
Le respondí con una sonrisa arrogante y volví a concentrarme en Shio.
- ¿Cuál es tu nombre?. - pregunté mientras tomaba la mano de Shio.
Ella se sonrojó un poco; mi encanto no parecía tener límites.
- Koube S-Shio. - respondió tímidamente.
- ¡Qué hermoso nombre, Shio-chan!. - le dije, añadiendo el "chan" con una sonrisa.
- Bueno, adiós, Shio-chan. Espero que te guste el melónpan, a mí me encanta. - le lancé una última y encantadora sonrisa. Su rostro se sonrojó más y sus ojos brillaron.
- G-gracias, adiós. - se despidió mientras corría de vuelta hacia Satou.
Después de salir de la tienda de conveniencia, me dirigí a un callejón al lado, esperando a mis objetivos. Mientras aguardaba, reflexioné sobre la personalidad y las emociones que Satou mostró en la tienda.
Su comportamiento fue muy agresivo y violento; aunque no me atacó, su intención asesina era palpable y amenazante. Si hubiera sido un niño normal, ya habría salido corriendo y llorando. Sin embargo, era evidente que no iba a hacer algo imprudente en público; si me hubiera atacado, la policía habría intervenido, alejándose de Shio.
Lo que Satou más teme es que la separen de Shio.
- Perfecto. - pensé, mientras un plan comenzó a formarse en mi mente sobre mi próximo paso.
Pero antes de seguir con mis pensamientos, vi algo bastante absurdo, digno de un personaje secundario destinado a fracasar: la amiga de Satou, Shouko Hida, corría detrás de ellas.
- Recuerdo que le tomó una foto a la niña y a Satou. Qué tonta, ¿cómo puede darle la oportunidad de que la vea?. - comenté, sintiéndome frustrado ante tanta falta de sentido común.
- Y ella era la única "normal". - añadí, con sarcasmo.
[ Es la protagonista; todo le saldría bien si no fuera por el destino, que es morir y poseer a la niña. ]
- ¡Vaya, es cierto, la posee!. - dije, sorprendido, ya que no recordaba eso.
Esto cambiaba por completo mi plan; una simple frase alteró todo lo que había construido.
Ya no estaba seguro de qué hacer; si la idea que tenía funcionaba o no, ya no importaba, porque la iba a poseer.
La misión también incluye la posesión, o termina cuando las separo. No entiendo cuál es el límite de la misión, y ahora el tiempo no me espera.
- ¿Debería salvar a la amiga y dejar que Satou se quede en la cárcel? ¿O debería quitarle a Shio y hacer que sienta desesperación? Ambas son buenas opciones. - pensé, utilizando toda mi inteligencia para elaborar un plan contrarreloj.
Finalmente, decidi que acabaría con Satou y dejaría que poseyera a Shio.
- ¡Y después destruiría a Shio! ¡Un dos por uno!. - sonreí, divertido, pero sabía que este plan dependía en gran medida de que la misión continuara después de acabar con Satou.
- Espero que esto funcione. - suspiré ante el repentino cambio de ritmo.
Me tomó por sorpresa y me hizo darme cuenta de que aún soy nuevo improvisando. Agradecí que este mundo sea mi primer entorno.
- ¿Qué te parece, Winry?. - pregunté con dudas y cautela.
[ ¿Y si la corrompes? Haz que Shio te ame a ti. Eso destruirá a Satou. ]
- ¡Eres un genio, Winry!. - exclamé sorprendido.
- Pero será muy difícil. El amor de Shio y Satou es demasiado tóxico; son como dos yanderes. - Mi entusiasmo se desvaneció al darme cuenta de lo complicado que sería esta misión. ¿Cómo podía hacer que dos yanderes dejaran de amarse?
Empecé a pensar en un plan que tal vez funcionara, pero todas las ideas que llegaban a mi mente eran desechadas con una sola palabra: "amor".
Su amor es demasiado fuerte.
Pensé tanto que me dolió la cabeza y mi frustración alcanzó su punto máximo.
- ¿Sabes qué? Al diablo, voy a quitarle a Shio. Estoy en un mundo nuevo, así que no debo preocuparme demasiado. - Solté un suspiro estresado.
[ Haz lo que quieras, Masta. Nada puede dañarlo; solo las armas de fuego pueden hacerle daño. ]
- Tienes razón, no necesito relaciones en este mundo de humanos normales. La fuerza bruta puede resolverlo todo. - Un gruñido de enojo y exasperación escapó de mis labios. Luego, al fijar mi mirada en mis objetivos, me di cuenta de que habían desaparecido.
- Mierda. - Murmuré y salí corriendo, utilizando mi velocidad superior para desvanecerme en un borrón.
Subí las escaleras saltando y corrí por el pasillo hasta llegar al lugar donde vivían Satou y Shio.
Al llegar, lo primero que vi fue a Satou empujando a Shouko hacia el apartamento.
Al acercarme a la protagonista de este mundo, una intensa sensación de euforia y placer me invadió, algo que no podía describir.
Era un sentimiento que provenía del fondo de mi alma.
- (¿Qué es este sentimiento?). - me pregunté mientras me acercaba a Satou, descubriendo cosas sobre mí mismo.
[ Es el deseo de demostrar que no estás limitado, Masta. Al llegar al mundo de Konosuba, sentiste que eras un personaje secundario. Ahora quieres mostrar que eres el protagonista de tu propia historia. ]
- (¿Será cierto?~). - Una nueva emoción surgió en mi pecho, y la abracé, sonriendo de oreja a oreja.
Entré en la casa antes de que se cerrara la puerta y agarré a Shio del cuello, sacándola del departamento.
Mi velocidad era sorprendente, y Satou solo reaccionó después de escuchar el grito de Shio.
Al salir del departamento, Satou vio a su querida Shio siendo agarrada del cabello, como si fuera un animal.
Al presenciar esto, sus ojos se llenaron de una intensa ira y una clara intención asesina.
- ¿¡Quién eres tú!? ¡Suélta a Shio!. - gritó con una rabia y locura que sorprendería a cualquiera que no conociera su verdadera naturaleza.
Me limité a sonreír mientras sacaba la daga que tenía escondida en mi pantalón.
Cuando el brillo de la daga se reflejó en sus ojos, sus pupilas se dilataron y una expresión de contemplación apareció en su rostro. Inmediatamente, corrió hacia mí.
"¡Salpicar"
Pero era demasiado tarde: la sangre salpicó la cara sorprendida de Satou, deteniendo su movimiento y dejándola en shock.
Cuando regresó a la realidad, un objeto pasó rozando el costado de su cara y se estrelló contra la pared.
- ¡¡¡AHHHHHHHH!!!.
Un grito desgarrador de dolor resonó en los oídos de los presentes, despertándolos del shock inicial.
Frente al departamento de Satou, una niña estaba gritando de dolor. Su rostro se contorsionaba en una mueca de sufrimiento y desesperación, y su mano intentaba agarrar su brazo, pero eso solo le causaba más dolor.
Gemidos ahogados escapaban de su boca y lágrimas caían abundantemente por su rostro.
Para personas como Shouko, que nunca habían experimentado ni visto algo así, fue aterrador.
Pero para Satou, solo había rabia y una locura que se intensificaba con cada segundo que pasaba.
Su mandíbula se tensó al punto de parecer que iba a romperse. Su respiración se volvió agitada y sus ojos mostraban una intensa rabia. Su cuerpo irradiaba una energía explosiva, y su mente se llenó de odio, nublando su juicio.
Se lanzó hacia mí con una clara intención de hacerme daño, pero simplemente me hice a un lado.
Salté a la barandilla del edificio y me mantuve en equilibrio, agarrando a Shio y llevándola a la altura del edificio.
"Ghaaahg"
El grito ahogado de Shio, entre lágrimas y mocos, sacó a Satou de su furia y la detuvo antes de que pudiera hacerme daño, poniendo en riesgo a su preciada Shio.
- ¡¿Qué es lo que quieres?!. - su voz resonó llena de veneno y rabia.
- ¿Qué es lo que quiero~? preguntas~.
- Mmm~ No se, déjame pensar... - Al mirarla con desesperación, se me ocurrió una idea.
- (Ahora que la tengo contra las cuerdas, es el momento adecuado para idear un buen plan). - Al no tener el tiempo presionándome, podría encontrar una solución.
La idea que originalmente había pasado por mi mente comenzó a volver: hacer que Satou termine en la cárcel.
Es evidente que es muy difícil que Satou deje de amar a Shio, y viceversa. La separación sería más efectiva, ya que causaría un daño psicológico mayor que físico.
La mejor manera de herir a Satou es afectando a Shio, alejándola de ella y dejándola sin poder hacer nada.
El odio y la desesperación consumirán a Satou y la destruirán.
- (Perfecto, pero por ahora, a seguir con la actuación). - Una silenciosa sonrisa se extendió por mi rostro mientras continuaba con mi papel.
- Quiero tus... ¡Brazos!. - Hice una petición completamente irrazonable y observé la expresión de Satou.
Su rostro se frunció, y gracias a mi sensibilidad hacia las emociones, sus pensamientos y sentimientos casi me abruman.
- (Winry, controla un poco estas porquerías que tiene Satou por emociones).
[ Claro, Masta. ]
Como mi linaje tiene sub-habilidades, Winry puede elegir dejarlas en su máximo nivel o reducirlas.
De esa manera, mi belleza no era algo que destacara, pero era la primera vez que tenía que utilizar esta "habilidad" en emociones tan enfermizas.
- (Mmm... Eso es interesante, pero desfavorable). - pense, sorprendido y algo molesto mientras sostenía un duelo de miradas con Satou.
- (Winry, simplifica las emociones de Satou). - me comuniqué mentalmente con Winry, ya que las emociones de Satou eran extremas.
[ Pánico, angustia, dolor, ira y una obsesiva determinación. ]
[ Todas son emociones obsesivas. ]
[ Masta, Satou está planeando lanzarse con Shio. ]
- (Lo sé, Winry, siento sus emociones, la subestimé). - respondí con calma.
- (Supongo que es hora de poner en marcha el plan, aunque hubiera querido jugar un poco más). - suspiré, decepcionado por la evidente determinación de la chica frente a mí.
"1 semana después"
Durante el enfrentamiento de miradas, decidí que las emociones de Satou eran demasiado obsesivas. No le preocupaba arriesgar su vida junto a Shio.
Entonces, la noqueé y llamé a la policía, quienes la arrestaron por agresión, privación de libertad y secuestro de menores, entre otros delitos que salieron a la luz.
Shio se fue con su hermano, quien pronto encontró los carteles de búsqueda de familiares.
Para evitar que la verdad saliera a la luz, tuve que "negociar" un poco con Shouko, la única testigo presente.
Ella afirmó que Satou se volvió violenta al ser descubierta y que intentó atacarla, hiriendo accidentalmente a Shio.
Nunca mencionó mi presencia; simplemente dijo que gracias a su suerte logró salvarse. La policía, digna de este mundo, aceptó su versión sin cuestionar más.
No negaré que me sentí decepcionado, ya que esperaba alguna negociación o un avance significativo de la protagonista.
- Pero al final, es bueno haber completado mi mision, aunque aún no he recibido la recompen-.
"Ding~"
- Hablando de recompensas, ¿por qué tardo tanto, Winry?. - pregunté confundido.
[ Eso es porque Satou se volvió completamente loca, acabó con la vida de cinco personas en la cárcel y, al final, se quitó la vida.]
- Vaya, eso es sorprendente. Duró una semana. - comenté, asombrado. Pensé que se quedaría, saldría y trataría de recuperarla.
- Pero parece que me equivoqué; la misión sí termina con la muerte de Satou. - dije con un suspiro, imaginando el posible plan fallido que podría haber tenido en mi primera misión.
En ese momento, caminaba de regreso al departamento que me había acogido por primera vez en este mundo.
Mientras subía las escaleras, recordaba los buenos momentos de esta semana.
- ¡Ya llegué!. - grité en voz alta.
- Hola, ¿cómo te fue?. - respondió una hermosa mujer de cabello platinado y figura esbelta.
- Me fue bien, traje la comida. - dije, levantando la bolsa de víveres.
- Perfecto, vamos a comer. - mencionó mientras se acercaba y me abrazaba. La diferencia de altura era evidente, pero no parecía importarle.
Luego, me alzó hasta la altura de su rostro y me besó, un beso profundo y cálido, donde nuestras bocas se entrelazaban.
Pero, ¿qué había llevado a que la mujer antes conocida como Osanai Miyuki se convirtiera en esto?
Cuando encarcelaron a Satou, me encontré sin nada que hacer, así que implementé mi plan "palo y zanahoria".
Miyuki desarrolló un Síndrome de Estocolmo y yo conseguí una buena sirvienta y esposa. Todos ganamos, ¿no?.
Después de comer, nos fuimos a acostar.
En la cama, Miyuki estaba recostada sobre mi pecho. Era una situación divertida, considerando que soy más bajo que ella, pero dejemos de lado esos detalles y simplemente disfrutemos del momento.
Ambos estábamos en silencio, Miyuki disfrutando del calor de mi cuerpo mientras yo pensaba en decirle algo.
Era una noticia que seguramente no le gustaría a esta chica de Estocolmo.
- Me voy a ir. - dije, justo antes de que Miyuki entrara en histeria.
- ¡NO, NO TE VAYAS!. - gritó, llena de pánico y miedo.
- (Bueno, creo que he hecho un buen trabajo). - pensé para mí mismo al ver lo dependiente que es Miyuki de mí.
Pero, para mala suerte de Miyuki, no es la única que está experimentando nuevos sentimientos.
Un instante después, se quedó en silencio al levantar la mirada. Su cuerpo tembló y una expresión de temor y dolor apareció en su rostro.
La miraba con una expresión inexpresiva, pero mis ojos, rojos como la sangre, brillaban en la oscuridad de la habitación.
Lentamente, levanté la mano y la puse detrás de su cabeza. Ella pensó que la lastimaría, pero solo la acaricié con cariño.
- No te preocupes, te dejaré algo para que me recuerdes. - dije sonriendo cálidamente.
Ella se tranquilizó y su cuerpo se relajó mientras yo seguía acariciándola.
- Pero sabes... - dije en un tono monótono.
- No me gusta que me den órdenes o que me cuestionen. - expresé mi opinión con un tono cargado de descontento, y el suave masaje en su cabeza se convirtió en un tirón de cabello.
- ¡Ay! Lo siento, no quería. Por favor, perdóname. - sollozando, ella se abrazó a mí, tratando de calmar mi enojo.
- ¡Ves, es tu culpa! No deberías hacerme enojar~. - dije en un tono juguetón.
Desde que llegué aquí, mi sentimiento de sadismo ha aumentado considerablemente.
Era un deseo que ya existía en mi forma de intimidar a Megumin, un deseo que florecía como una rosa en este deplorable mundo.
O tal vez es este mundo oscuro y corrupto el que permitió que esos deseos florecieran.
Al mirar a Miyuki, solo pude sonreír, sintiendo una emoción creciente en mi pecho.
- ¡Sí, lo siento! No volverá a pasar. - dijo tímidamente mientras dejaba de sollozar y se apoyaba en mi pecho.
"2 días después"
Pasaron dos días y mi relación con Miyuki mejoró. Ella es más sumisa y ya no me cuestiona; mi palabra es ley.
He estado robando energía, lo que me ha fortalecido. La energía humana aquí es escasa, pero supera la de los animales de mi mundo.
He adquirido habilidades de las personas que he absorbido, aunque son bastante comunes. Aun así, resultan útiles.
Mientras reflexionaba sobre las deplorables y escasas habilidades en este mundo recordé mi estado.
- Hace mucho que no lo veo.
[ ¿Quiere verlo masta? ]
- Si muéstrame. - ordené con algo de expectativa.
[ Aquí lo tiene, Masta ]
[ Estado ]
Nombre: Haniel
Edad: 7 años
Especie: Humano Carmesí
Sub Especie: Adonis, hijo de Venus.
Habilidades pasivas: Afinidad mágica alta, Aumento de poder mágico alto, Vínculos empáticos, Protección del amor, Belleza, Cocinar (Maestro), Limpieza (Maestro), Habilidades Domésticas (Maestro), Artes de todo tipo (Novato)
Habilidades activas: Curación emocional, Atracción, Aceleración de pensamiento.
Habilidades Únicas: Greed touch, World traveler.
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- Esperaba más, pero en este mundo, las personas con habilidades raras, como la aceleración del pensamiento, son únicas. - expresé, mostrando mi frustración.
- Las demás habilidades son solo cosas cotidianas y sin mucho sentido, aunque sería genial convertirme en Emiya y tener su habilidad de cocina EX. Con eso, cualquier mujer caería a mis pies.
Volviendo a lo importante, he estado debatiendo si usar el gacha.
La recompensa de la misión fue de 15 puntos. ¡Bastante bien! No me quejo.
Pero si tiro y me sale algo peligroso, estaría jodiendo el mundo.
Aunque no me importa, ya que no es mi mundo, pero quiero regresar aquí. Las maravillas de la tecnología no las quiero perder.
Y no sé si me dará otro viaje mundial.
- Dilemas de la vida. - suspiré.
- ¡Qué más da! ¡Tira el gacha, Winry!. - exclamé con emoción.
- Si me pongo a pensar demasiado en algo, no llegaré a nada. - comenté en voz alta.
[ ¡Claro, masta, tirando! ]
Cepillo de Dientes de Colores (Shirobako)
Natación con Aletas (Free)
Katana Nichirin (Kimetsu no Yaiba)
Almohada de Waifu (Saekano)
Galletas Quemadas (K-On!)
Gafas de Nube (Naruto)
Poción de Amor (Love Hina)
[ ¡Eso es todo, masta! ]
- Oye. - hablé con voz seria.
- No es esto mala suerte. ¿Qué rayos pasó con el gacha? Me habían tocado cosas buenas anteriormente. - pregunté confundido.
[ ¡Mala suerte, Masta! Todos la tienen en algún momento. ]
- Y eso que me habían dado 15 puntos. - suspire con resignación.
Saqué las recompensas más interesantes: la Poción de Amor y la nichirin.
La katana era hermosa: tenía una funda negra, una tsuba circular con hendiduras y un mango con bordados morados muy elaborados.
La Poción era de color rosa y no desprendía ningún olor ni parecía mágica; solo parecía ser agua rosa.
Cuando saqué la katana de su funda, una hoja negra con gris platinado se mostró ante mí.
Sin embargo, al sacarla por completo, su color comenzó a cambiar: se volvió un hermoso tono morado que hacía que la hoja brillara como si fuera una flor. Era realmente hermosa.
- ¡Qué linda!. - exclamé sorprendido.
- Es la primera vez que sostengo una katana. - dije con admiración mientras movía la hoja de un lado a otro.
- Y la Poción. - agregué, mirando la botella con el líquido rosa.
[ La Poción es inútil, Masta. ]
- ¿Eh?. - pregunté confundido.
- ¿En serio?. - hablé nuevamente para confirmar.
[ Si. ]
- ¡Ah, qué decepción! Supongo que la única recompensa realmente buena es la espada. - dije, volviendo la mirada hacia la katana.
"Clik"
Cuando escuché el sonido de la puerta, dejé la katana a un lado para recibirla.
Miyuki logró conseguir un trabajo mucho mejor que el anterior, donde tiene la posibilidad de ascender e incluso llegar a ser CEO.
Además, le sugerí que invirtiera en acciones, como YouTube y otras plataformas que no están disponibles aquí.
Si surgían nuevas empresas, le dejé un cuaderno con diferentes estrategias para ganar dinero a través de la compra de acciones.
Tambien he estado reflexionando sobre cómo regresar a este mundo.
Winry me explicó que no podré volver sin un medio o un ancla, ya que no nací aquí.
Necesito encontrar algo que me represente.
Consideré construir un monumento o dejar una huella en la historia, pero eso sería complicado y llevaría mucho tiempo, y lo que menos tengo es tiempo.
Solo puedo estar aquí tres años; después, este mundo me rechazará.
- Winry, ¿qué opciones tengo?. - pregunté, buscando diferentes alternativas.
[ ¿Qué tal si dejas descendencia? En muchas películas o animes, se deja un hijo como ancla. ]
- Hmm, es una buena opción, pero ¿puedo tener hijos?. - pregunté, algo confundido.
- Tengo 7 años, aunque es curioso que mi cuerpo no crezca. Tal vez sea porque he absorbido mucha energía y, por eso, mi cuerpo se rejuvenece. - reflexioné.
- Oh, ¿será que…?. - dije sorprendido.
- Mi tiempo no está conectado a este mundo. El tiempo en mi mundo avanza muy lento. Puede que aquí hayan pasado meses, pero en mi mundo solo han pasado horas o segundos. - continué, asombrado por mi descubrimiento.
[ En efecto, Masta, tu tiempo no está sincronizado con el mundo en el que te encuentras, por eso no puedes afectarlo. ]
- ¿Por qué no me lo dijiste?. - pregunté, un poco molesto.
[ No me lo preguntaste y no parecías interesado en tu edad hasta ahora. ]
- Cierto. - dije con un suspiro.
- Volviendo a lo de mi futuro hijo. - continué.
- Winry, ¿mi cuerpo puede embarazar a una mujer?. - pregunté, confundido.
[ Sí, Masta. Los demonios Carmesí tienen un metabolismo más avanzado que el de los humanos, y tu linaje(Adonis) es conocido por su fertilidad. ]
[ Por lo tanto, definitivamente puedes embarazar a una mujer. ]
- Está bien, gracias, Winry. - le agradecí.
- "¡Vamos a comer!". - gritó Miyuki desde la cocina mientras yo estaba en la sala.
Al llegar al comedor, donde Miyuki había preparado todo para la cena, nos sentamos uno frente al otro.
- ¿Y cómo te fue?. - le pregunté a Miyuki.
Parecía que yo era el adulto, ya que la forma en que ella se encogía a mi alrededor la hacía parecer una niña, a pesar de que su cuerpo no lo era.
- Me fue bien, Haniel-sama. - respondió con una voz tranquila.
- Llámame solo Haniel, Miyuki. - dije suavemente.
- Umu. - asintió.
- ¿Y qué más pasó?. - continué preguntando.
- Un compañero me invitó a salir. - dijo, mientras su voz se hacía más baja.
Ella levantó la mirada, pero mi expresión no cambió; solo mis ojos resplandecían y estaban entrecerrados, indicando que algo pasaba.
- ¿Y?. - pregunté con suavidad.
- Lo rechacé. Le dije que ya tenía a alguien, pero él me dijo que no se enteraría si pasaba algo. - murmuró apenas audible.
- ¡Oh! ¿no me enteraría?. - dije con diversión, aunque mis ojos brillaban más intensamente.
- No. - negó con la cabeza.
- ¡Tú te enterarías, porque eres la única en mi corazón y no te engañaria¡. - dijo, con un poco más de sentimiento en su voz.
Simplemente no dije nada y empecé a comer. Eso pareció decepcionar a Miyuki, que lucía un poco triste. Tal vez esperaba que la felicitara por no engañarme o algo así.
En el sofá, ambos estábamos viendo una película de terror. Estábamos acurrucados, aunque Miyuki se aferraba a mi pecho, tratando de no separarse de mí.
- Sabes. - comencé.
- No me gusta la traición, y que alguien te haya pedido que me traiciones me molesta. - dije, mientras una mirada fría recorría a Miyuki.
Su cuerpo tembló un poco y un pequeño gemido ahogado salió de su boca.
- Pero te perdonaré porque me lo contaste. Si no lo hubieras hecho, te enviaría al "cuarto". - dije con una voz suave y cariñosa.
- ¡NO! El cuarto no. - respondió, con la voz quebrándose. El "cuarto" era un lugar que le había causado un gran trauma.
Un trauma que no dudaría en usar.
- Haré lo que sea, pero por favor, no el cuarto. - dijo, mientras contenía un pequeño sollozo.
- Está bien, te recompensaré por tu lealtad. ¿Qué te parece si te dejo algo que puedas apreciar?. - dije con alegría.
- ¿Un regalo?. - preguntó, aún confundida, mientras sus emociones se calmaban.
- Sí, un regalo. Adivina qué es. - respondí de manera juguetona.
- ¿Adivinar? Hmm, ¿un objeto tal vez? O tal vez… - fue probando diferentes opciones.
Después de unos minutos, se rindió.
- El regalo es… - dije, creando suspenso.
- ¡Un hijo!. - exclamé al revelar mi sorpresa.
- ¿Un hijo? ¿Tuyo?. - preguntó, inclinando la cabeza con confusión.
- ¿Esperas que sea de otro?. - le dije, entrecerrando los ojos con un aire amenazador.
- ¡NO, NO! Solo que eres muy joven y me confundí. Claro que quiero uno tuyo. - respondió rápidamente, intentando calmarme.
- ¡Perfecto, entonces empecemos!. - grité con entusiasmo mientras la llevaba a la habitación.
- Um, ¡ok!. - dijo tímidamente.
"1 año después"
Después de llevar a Miyuki a la habitación, decidí marcar su cuerpo con mi nombre. No quería dejar nada sin tocar.
La idea de que alguien pudiera engañarme resurgió en mi mente, y pensé que cualquier tonto que intentara quitarme a Miyuki (Nunca permitiría que eso sucediera.) solo recibiría un objeto usado.
Este mundo despertó deseos reprimidos en el fondo de mi corazón, sacándolos a flote con una fuerza abrumadora.
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Nota:No soy bueno con las escenas, pero puede que trabaje en ello.
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Lo hicimos hasta que amaneció, y continuamos así durante tres días. Tuvo que tomar una licencia por enfermedad.
Su trabajo es bastante humanitario, y Miyuki es una buena empleada, así que no les importó demasiado.
En mi caso, robé dinero de manera fácil, quitándoselo a los ricos para dárselo a los pobres, es decir, a mí mismo.
Me convertí en mercenario, pero solo por una semana. No quería que alguien me rastreara y no quería que el ancla que estaba por nacer desapareciera por mi culpa.
Una semana después, Miyuki llegó con una prueba de embarazo positiva. Su mirada reflejaba felicidad y lágrimas caían de sus ojos.
- ¡G-Gracias!. - dijo entre sollozos.
- De nada, Miyuki, pero recuerda que tienes que ser obediente. - le respondí con una sonrisa cálida.
Miyuki es huérfana; perdió a sus padres cuando tenía mi edad y, desde entonces, se ha sentido sola. Se sumergió en el trabajo duro para olvidar su dolor, pero cuando llegué yo, recordó su soledad en el "cuarto". Por eso, no quiere regresar, porque no quiere sentir esa soledad.
Ahora que está embarazada, tiene la oportunidad de formar la familia que tanto anheló desde pequeña.
El tiempo pasó, y juntos asistimos a todas las pruebas para verificar que el bebé esté sano. Era curioso ver a un niño con una mujer embarazada, pero ella me presentó como su hermanito.
Aunque algunas doctoras me consideraban una molestia, demostré que era un genio al responder preguntas que no eran adecuadas para un niño de siete años.
Por eso, en el hospital al que íbamos regularmente, me veían como un pequeño prodigio.
Todo transcurrió bien. Cuando le preguntaron a Miyuki sobre el padre del bebé, ella mintió, diciendo que su novio y su familia habían fallecido en un accidente.
Esto hizo que la trataran mucho mejor, y a mí me veían como un niño que se había apresurado a madurar. A veces, me miraban con lástima y condolencias.
Solo respondía con un asentimiento o un gracias, No demostraba mucho.
Ella y yo no dejamos de hacerlo; había algo emocionante en su apariencia.
Pero, por supuesto, no soy un monstruo. Solo lo hice hasta donde pude, sin dañar a mi pequeño o pequeña ancla.
Finalmente, llegó el momento. Estaba afuera de la sala de emergencias, y nadie me decía nada, ya que ya me conocían.
Después de cinco largas horas, ¡por fin se apagó la luz de la sala de emergencias y una doctora salió!
Ella me dio permiso para entrar a la sala y ver a mi "hermana". Al entrar, vi a Miyuki con sudor en la frente y ojeras, pero su sonrisa al sostener a nuestra hija era enorme.
Me acerqué y le limpié la cara con un trapo. Las enfermeras observaban con ternura: un hermano cuidando de su hermana.
Su parto fue natural y podría ser dada de alta en 48 horas, pero yo no quería esperar. Así que, cuando todos salieron, le di un poco de mi energía a Miyuki. A una persona sin magia solo puedo darle stamina, pero eso hizo que la dieran de alta en 24 horas.
Después de ese tiempo, ambos salimos del hospital rumbo a nuestro apartamento.
El primer mes, el bebé solo comía y dormía. Miyuki le daba leche materna y yo convivía con el bebé para que me conociera.
Después de tres meses, la bebé empezó a moverse y mirar a todos lados.
Y cuando 6 meses pasaron, empezó a gatear.
Eso era raro, pues se supone que gateando a los 9 meses. Le pregunté a Winry y mi fisiología fortaleció en gran medida a mi hija.
Después de una semana, le pusimos nombre: Osanai Sora. Pasado un año, ella ya caminaba un poco y hablaba unas cuantas palabras.
En ese año ocurrieron eventos importantes entre Winry y yo.
Recuerdo un momento en el que mis deseos llegaron a un nivel que podría considerarse parafílico, algo que pocas veces experimenté en mi vida anterior o en esta.
"Flashback"
Mientras Miyuki amamantaba a Sora, tenía sus pechos de fuera, eso me excito.
Inmediatamente me desabroché el pantalón, tenía 7 años pero mi miembro no combinaba con mi cuerpo, ¡7 pulgadas no eran normales!
Le pregunté a Winry, y ella me dijo que mi metabolismo y linaje, había evolucionado para poder emplear la tarea de impregnar.
- ¡Eh, espera! Estoy dándole de comer a Sora - suplicó.
- Bueno, creo que tú también tienes hambre, ¿o por qué no dejas de mirarme? - hablé mientras sonreía.
- Umm, solo esta vez. - susurró.
Ella no puede negar mis exigencias.
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Nota: Hola, Lulu del futuro/presente.
Quería eliminar una parte porque la consideraba innecesaria y demasiado dramática. Sin embargo, quería mostrar que Haniel puede ser un personaje perturbador y un pararilico inescrúpulos. Al final, decidí dejarlo, pero me pregunto si es demasiado malo o impactante.
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Lentamente, Miyuki acercó su mano a mi miembro. Esa cara de renuencia era espectacular, como incluso con Sora en sus pechos, seguía moviendo su mano de arriba hacia abajo.
Aunque ella no lo dijera, estaba un poco excitada por la situación.
Miyuki acercó mi miembro a su boca y comenzó a succionar lentamente, disfrutando de él peculiar sabor que ella había degustado durante más de un año.
Con cada succión, un ruido se producía y una pequeña cantidad de su saliva caía sobre sus pechos.
"¡Sorbe, sorbe!"
Los sonidos solo aumentaban y la velocidad de Miyuki cada vez se aceleraba. Todo líquido preseminal goteaba en la comisura de su boca.
Ya no pude resistir y encaje toda mi longitud en su garganta. Y terminé dentro de ella. Los ojos de Miyuki se pusieron en blanco y un gemido ahogado salió de su boca
"¡Ummm~!"
Miyuki no pudo soportar la asfixia y se corrió enseguida.
Miyuki era una masoquista y cualquier cosa que le hiciera sentir placer en el acto la calentaba.
"¡Glup, Glup!"
Con los sonidos de tragar, miyuki se comió toda mi carga. Solo una pequeña porción, quedó en la comisura de su boca.
"!Plop¡"
Y con un "plop" mi miembro salió de la boca de Miyuki, lo que no esperaba es que una ronda más saliera y callera sobre su rostro y un poco sobre Sora.
Cuando Miyuki vio la situación, se asustó al notar que Sora estaba observando todo. Temía que la pequeña intentara llevarse algo a la boca, algo que los bebés suelen hacer.
Justo en ese momento, Sora, inocentemente, tomó un poco de lo que había a su alrededor y se lo acercó a la boca. Miyuki, alarmada, intentó detenerla, extendiendo su mano rápidamente hacia Sora.
El tiempo parecía transcurrir lentamente para mí.
[ Debería detenerla, Masta. ]
- (¿Debería detenerla?). - pensé, confundido y recordando mi pasado.
Desde que llegué a este mundo, mis pensamientos y deseos parecían volverse más oscuros. ¿Era el mundo el que me influenciaba, o siempre había sido así?.
Mientras reflexionaba, Winry me habló.
[ Masta, deberías ignorar todas esas reglas humanas. ]
[ ¿Moral? Son solo ideas tontas y vanales en los mundos que exploraremos, donde el bien y el mal se invierten. No necesitamos eso. ]
[ ¿Ética? Son cadenas que restringen tu libertad y, en momentos críticos, pueden llevarte a la muerte. ]
[ ¿Valores? En un mundo donde prevalece la ley del más fuerte, ¿qué valores pueden realmente existir? Solo aquellos con poder son quienes establecen esos valores. ]
[ ¡Vamos, maestro, deténla!. ]
Winry susurró, como si tratara de corromper mi forma de ver el mundo. Tal vez estaba sacando a la luz mi lado más oscuro, mi verdadero yo.
Sentí que algo controlaba mi cuerpo y, en un instante, comprendí. Detuve a Miyuki antes de que pudiera alcanzar a Sora.
Miyuki mostró una expresión de sorpresa y miedo al darse cuenta de mis intenciones.
Trató de liberarse, pero yo era más fuerte, y simplemente Sora comió.
Todo se paralizó. Miyuki me miraba con temor, mientras Sora ignoraba la situación.
Yo sentía una mezcla de miedo y alegría, como cuando entras en un lugar desconocido. No sabes lo que encontrarás, pero aún así, decides entrar.
Con temor, pero emocionado por el descubrimiento.
- ¿Qué haces?. - gritó Miyuki.
Ese grito me sacó de mi ensueño y me devolvió a la realidad, aunque el miedo seguía presente en mi cuerpo. Miré a Miyuki, mis ojos brillando en rojo por la emoción y el temor.
No podía mostrar esos sentimientos, así que le lancé una mirada fría, y ella, asustada, me devolvió la mirada.
- No me cuestiones. - dije con frialdad, tratando de recuperar la compostura y alejar esos sentimientos.
- ¿Que no te cuestione? ¡Esto no tiene sentido!. - respondió, mostrando que su ira y el amor por su hija estaban superando el miedo que me tenía.
Simplemente mantuve una expresión neutra mientras me ponía los pantalones.
Antes de que Miyuki se diera cuenta de lo que iba a suceder, le propiné un golpe en el cuello, causándole un desmayo
Después de una hora, ella se despertó y lo primero que hizo fue buscar a Sora.
Esto demostraba que mi plan de "palo y zanahoria" no había sido tan efectivo como pensába, y el hecho de haberla dejado de lado por accidente afectó el desarrollo del plan.
Miyuki se dio cuenta de que Sora no estaba y comenzó a gritarme.
- ¡HANIEL, HANIEL!. - exclamó, visiblemente angustiada.
Salí lentamente de la cocina, sosteniendo una taza de té.
- ¿Dónde está Sora?. - preguntó, su voz temblando de preocupación.
Me senté en el sofá frente a ella, coloqué la taza en la mesita y tomé unas galletas que estaban allí. Se suponía que eran para los invitados, pero tenía ganas de comerlas.
- ¡Dime dónde está!. - dijo, con lágrimas cayendo por sus mejillas.
- Me faltaste al respeto cuando te pedí que no hicieras nada. Ahora me gritas y me das órdenes, como si yo hubiera hecho algo. Eso es una falta de respeto a mi autoridad en esta casa. - respondí, tomando un sorbo de mi té.
Miyuki mostró miedo y tristeza al imaginar lo que podría haberle pasado a Sora.
- Por favor, ¿puedes decirme?. - sollozó, inclinando la cabeza.
- La envié al "cuarto". - dije con calma.
El horror se reflejó en su rostro.
- No... - susurró, su tristeza palpable.
- Ella pasará cinco horas sola por tu culpa, porque decidiste gritarme y darme órdenes. - susurré, cargando mis palabras de reproche.
- No, no, yo no... - negó, angustiada.
- Sí, es tu culpa. Si no hubieras desafiado mi autoridad, esto no habría pasado. - continué, con una voz suave pero acusadora.
Miyuki se sintió abrumada por la confusión; creía haber cometido un terrible error. La voz en su cabeza, que antes era un suave susurro, ahora resonaba con furia.
- (No, no, no, no...) - repetía, mientras sus pensamientos la asediaban.
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Miyuki
"Cinco horas pasaron."
Estaba sentada frente a la puerta del cuarto, con las piernas cruzadas, tratando de contener la ansiedad. No hice nada por entrar ni desafiar sus órdenes; sabía muy bien lo que sucedería si lo hacía.
En el interior, el silencio era abrumador. No sabía si Sora lloraba, tenía hambre, se reía o jugaba. Esa incertidumbre me llenaba de terror.
De repente, escuché pasos.
Giré la cabeza hacia el pasillo y vi a mi esposo.
Nunca había cuestionado su apariencia; simplemente la acepté, pero hoy esa aceptación se sentía como una carga.
- Es hora. - dijo, su voz era seca y sin emoción.
Asentí, sintiendo el corazón latir con fuerza mientras abría la puerta. El interior era gris, vacío y sin ventanas.
Un escalofrío recorrió mi espalda y el miedo me hizo sentir las piernas débiles.
En el centro, Sora estaba llorando.
Quería correr hacia ella, abrazarla, pero la mirada inexpresiva de Haniel me paralizaba.
Desde la entrada, observé cómo la abrazaba con cuidado, mientras ella se aferraba a él, llorando en su hombro, y Haniel le decía palabras tiernas.
Pero en mi mente resonaba un eco: "Todo es tu culpa." Me repetía que nunca podría desobedecerlo y que jamás dañaría a mi hija.
- Ven, pequeña, tu mamá no puede cuidarte bien. Ella es una mujer muy mala. - dijo Haniel, y no pude encontrar palabras para refutarlo.
- Umu, mamá mala. - respondió Sora con una voz tierna e inocente, su aspecto desaliñado solo profundizaba mi dolor.
- Vamos a cambiarte, ¿ok?. - dijo Haniel, llevándola hacia el cuarto.
Me quedé allí, sentada, viéndolos irse.
- (¿Qué clase de madre soy al dejar que mi hija sufra así?). - pensé, sintiendo un nudo en la garganta.
- (¿Mi madre me habría dejado sufrir así?). - la duda se anidaba en mi corazón.
- (¿Y si me alejo de él? ¿Y si Sora solo me necesita a mí?). - miré a mi pequeña, sonriendo en los brazos de Haniel, aunque aún con lágrimas en su rostro.
- (Podría sacarla de aquí...)
Una chispa de determinación surgió en mi interior, un valor proporcionado por mi hija.
- (Pero si lo desobedezco, ¿y si él me hace algo o le hace algo a Sora?).
Con cada pensamiento, me daba cuenta de lo difícil que sería.
Observaba cómo la sonrisa de mi hija iluminaba el rostro de Haniel, y cada segundo que pasaba, más dudas surgían en mí.
Hasta que, de repente, una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, una sonrisa que no sabía que tenía.
- No, no importa. Mientras ella esté bien, nada más importa~.
En ese momento, decidí que Sora se convertiría en un pilar fundamental para mantener mi cordura y armarme de valor ante cualquier cosa.
Cualquier cosa que no fuera Haniel.
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Haniel
"Un año después"
Sora tenía 3 años y ya era una niña grande. Podía correr, hablar y caminar, aunque a veces se le dificultaban algunas palabras y se caía, pero era muy energética.
La relación entre Miyuki y yo había mejorado, y todos nos sentíamos como una familia feliz.
Sin embargo, recibimos una noticia inesperada: Miyuki estaba embarazada.
Nos enteramos unos meses antes del cumpleaños de Sora. Ella ya tenía 7 meses de embarazo, pero yo me iría en 5 meses.
Solo me quedarían 3 meses para ver el nacimiento del bebé y cuidarlo un poco.
"Dos meses después"
Todo se repitió, pero esta vez tuvimos un niño. Decidimos llamarlo Izumi Osanai.
Tenía el cabello negro y ojos grises, a diferencia de su hermana, que era peliplata y tenía ojos negros.
Curiosamente, ninguno de los dos heredó mis ojos.
Cuando llegamos a casa, todo transcurrió normalmente, aunque había una excepción: el bebé recibía leche de otra mujer, ya que no querían que el niño tocara a su madre.
¿Por qué? Simplemente no me gustaba. Veía en sus ojos demasiada inteligencia.
Un mes después, Winry me confirmó que sentía la energía de otro sistema.
¡Mi maldito hijo era un reencarnado!
Inmediatamente le dije a Miyuki que no tratara a ese niño como si fuera su hijo. Ella se sorprendió un poco, pero no me cuestionó.
La recompensé con un masaje y un final feliz. Pocas veces lo hago, y a ella le encanta. Para Miyuki, que yo me ofrezca a hacer esto significa que estoy feliz y satisfecho con lo que ha hecho.
Aún manteníamos al niño en casa, pero contratamos a una sirvienta para cuidar de Izumi. Ella sería una madre postiza.
El bebé nos miraba con confusión y tristeza, como si fuera un niño que no había tenido una buena vida.
Sé que es un poco hipócrita de mi parte, pero no me importa; la hipocresía es parte de la naturaleza humana.
A Sora le expliqué lo mismo, pero ella no me hizo caso, así que le dije que me pidiera lo que quisiera.
Ella, inocentemente, me dijo que quería lo que mamá y papá hacen en la noche, es una niña linda y tierna.
Dudé sobre cómo responderle; sentía como si algo me detuviera, impidiéndome decir que sí o que no.
Al final, decidí dejarlo pasar, pensando que era solo una de las típicas ocurrencias de un niño.
Es similar a cuando un niño dice que quiere casarse contigo y tú simplemente respondes que sí
Le dije que cuando tuviera mi edad podríamos hacerlo.
Ella se emocionó y gritó de felicidad. Los pequeños son enérgicos, pero también pueden ser caprichosos.
- ¡Pero entonces quiero un beso!. - dijo con firmeza, inflando las mejillas.
- ¡Claro! ¡Claro!. - asentí.
Un beso no significa mucho; a los niños les gusta el afecto y disfrutan ser mimados. Un beso no era algo inesperado para mí.
- ¡En serio, Yei!. - empezó a saltar de un lado a otro.
Ya era de noche y el bebé Izumi estaba en la habitación más alejada de la casa.
No confiaría en un reencarnado, incluso si Winry me dijo que su sistema era débil y algo defectuoso. La inteligencia humana no puede ser subestimada.
- ¿Vamos al cuarto de mamá y papá?. - preguntó con curiosidad, con una voz dulce y suave.
- ¡Claro! Que mamá vea tu primer beso, ¡¿no es emocionante?!. - hablé con entusiasmo y un tono muy animado.
- (Winry, no hagas eso, maldita Voyeur). - me quejé al ver cómo sacaba a la luz mis sentimientos sin mi permiso.
[ Lo siento, Masta. Simplemente no pude evitarlo, estoy empezando a desarrollar deseos relacionados con su personalidad. ]
Winry habló, pero no sonaba sincera. Esta mujer parecía estar en una especie de adolescencia virtual.
Pero se preguntaran ¿Qué ocurrió?.
Winry tiene la capacidad de revelar mis deseos más profundos, y por eso pudo influenciarme para detener a Miyuki.
En otra situación, habría dudado de este sistema y desconfiado de sus intenciones.
Sin embargo, Winry me permitió ver su verdadera esencia al desnudo.
Observé cómo pasaba de un estado débil e insensible a uno más emocional y devoto, adaptándose a mí.
Si mi deseo era tener un harén, ella sería la voyeur número uno, lo que nos permitiría disfrutar juntos de la situación.
Sin embargo, como una niña que está descubriendo su cuerpo, le gusta provocar a los demás.
Desvié mi mirada, ignorando a la arrogante y adolescente Winry, y me centré en la enérgica y alegre Sora.
Al llegar al cuarto, Miyuki nos saludó desde la cama, vestida con un camisón que realzaba su figura. Estaba leyendo un libro bajo una luz suave que la iluminaba.
Cuando me acerqué con Sora, Miyuki dejó de leer y preguntó qué necesitaba Sora. Le expliqué que le daría su primer beso, y ella asintió, mostrando que no había problema si eso era lo que Sora quería.
Con cuidado, senté a Sora en mi regazo. Ella parecía un poco nerviosa y evitaba mirarme.
- Sora. - dije suavemente.
- Um. - respondió ella, un sonido ligero.
- Sora. - volví a decir, levantando su rostro para que nuestros ojos se encontraran.
Sora se quedó absorta mirándo mis ojos, atrapada en el momento.
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Sora
Papá es muy bueno. Siempre trae cosas y me cuida. Mamá también es buena, pero a veces grita y eso no me gusta. Papá trae juguetes y comida rica.
Una vez, mamá le gritó a papá y yo me quedé en "ese" cuarto. Me dio miedo. Cuando la puerta se abrió, vi a mamá sentada, pero no vino a mí.
Papá sí vino y me abrazó. Siempre juega con mamá y yo miro. Por eso lo quiero mucho; él me deja hacer lo que quiero.
Papá no es como otros papás, es un poco bajito, pero no importa. Cuando sea grande, yo lo cuidaré como él hace conmigo.
Le pedí a papá que jugáramos como con mamá, pero me dijo que cuando yo sea grande, él jugará conmigo.
No sé cuántos años tiene papá, pero le voy a preguntar luego.
- Sora. - Sora. - Papá me llamó.
No lo miré, pero él levantó mi mirada y lo vi. Sus ojos rojos son muy bonitos, como piedras que brillan. Una vez me enojé con mamá porque yo no tengo ojos así, pero papá me dijo que solo yo y mamá podemos verlos de cerca.
Sus ojos rojos me dan cosquillas en la panza, como si volara. Brillan en rosa, y son demasiado hermosos.
- ¡Qué hermoso! - dije sin pensar.
Cuando me di cuenta, me sonrojé y, antes de que pudiera moverme, me tomó de la barbilla y me dijo cosas que me hicieron sentir feliz.
- Sora, tu cabello es tan fino y hermoso como hilos de plata, y tu aroma es tan dulce como el jazmín. - susurró.
No entendía algunas de sus palabras, pero sabía que eran cosas buenas.
- Sora. - volvió a decir.
- Papá. - contesté, mientras mi mirada se nublaba.
Y lentamente acercó su rostro al mío.
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Haniel
Cuando estaba a punto de juntar mis labios con los de Sora, me detuve y cambié de dirección, besando su mejilla en su lugar.
Sora me miró con una expresión perdida, como si estuviera en una ensoñación.
- (Winry, eres una hija de...)
Después de intercambiar algunos insultos con Winry, recosté a Sora junto a Miyuki, quien parecía aliviada. Miyuki ya había aceptado en su corazón que Haniel dominaría a Sora y a ella misma, pero esperaba que tuviera consideración por Sora.
Después de dejarlas descansar, me fui al sofá de la casa para sentarme y reflexionar.
[ Felicidades, Masta. ]
[ Siento su corazón un poco más libre. ]
- (Qué graciosa, Winry). - puse la cara en blanco ante su comentario y sus acciones juguetonas.
- (Bien, Winry, eso me hace sentir más aliviado). - terminé dándole la razón a este malicioso sistema femenino.
[ De nada, Masta. Me alegra que sientas más confianza. ]
[ Pero tengo una pregunta, Masta. ]
[ Cuando se toparon Satou y Shio, ¿por qué no las capturaste inmediatamente? No había necesidad de posponer las cosas. Si quieres algo, tómalo. ]
[ El subconsciente te limita por las cadenas de la moralidad, ya que no quiere transformarse en un monstruo. ]
[ Pero solo tienes que resistir esas tentaciones y podrás superarlo. ]
- (Tal vez tengas razón). - dije mentalmente.
- (Pero con tus juegos se está volviendo difícil). - me quejé del insaciable deseo de Winry por las emociones fuertes.
[ Pero está funcionando, ¿no? Pudo resistir la tentación. ]
[ No necesita agradecerme. ]
La voz de Winry sonaba altanera y orgullosa; parecía que estaba desarrollando más confianza.
- (Confianza~).
No tengo confianza en este mundo. Nadie es más fuerte que yo, pero aún así tengo miedo de ser juzgado. No quiero quedarme solo, pero tampoco quiero confiar en los demás.
- (Haa~, demasiados dilemas. Pensaré en eso después). - solté un suspiro mental.
Ahora solo quería dormir. Me levanté del sofá y me dirigí a la cama.
Al llegar, atraje a Sora y a Miyuki hacia mi abrazo. Era una familia linda e interesante.
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Nota:Otro capítulo reescrito. Mejoré la relación de Miyuki con Haniel y Sora, demostrando que, incluso con Estocolmo, ella tiene un límite.
También dejé claro que su miedo es más grande que cualquier otra cosa, y que un trauma no desaparece de la noche a la mañana.
Eliminé la parte en la que se besa a Sora. Me pareció irracional, pues Haniel es un personaje con preferencias atípicas que se corrompen lentamente, pero no quería que olvidara las reglas de la sociedad.
Después de todo, una vida con reglas inculcadas desde el nacimiento no desaparece así como así.
Gracias por leer y ¡Tchau~¡
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Número de palabras: 10,229
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