La tarde comienza a caer sobre las montañas mientras Jian Zú y Ling Hua, con los dos bebés en brazos, se dirigen hacia su hogar, guiados por el ave. El sonido de sus pasos sobre la hojarasca y el murmullo lejano del viento son los únicos ruidos que rompen el silencio de la naturaleza. La atmósfera parece cargada, pero no es miedo lo que sienten, sino algo diferente, algo que no logran identificar.]
Ling Hua: (Mirando al ave que los ha guiado, pensativa)
— Jian Zú... ¿no te parece extraño? Esta ave nos ha conducido hasta ellos, pero... ¿por qué? ¿Qué significa esto?
Jian Zú: (Con una leve sonrisa, aunque su mirada está distante, enfocada en el camino)
— Tal vez solo sea un guía. O tal vez, hay algo más en estos niños. No sabemos nada sobre ellos, pero, sin duda, algo grande está ocurriendo.
Ling Hua: (Mirando a los bebés en sus brazos)
— ¿Tú crees? Ellos parecen tan pequeños, tan frágiles. No entiendo cómo alguien podría haberlos dejado aquí. Este lugar está aislado... ¿Por qué los trajeron hasta aquí?
Jian Zú: (Suspira, mirando hacia el horizonte)
— No lo sé. No sabemos nada de ellos. Pero algo en su presencia... me dice que no son simples niños.
Ling Hua: (En voz baja, reflexiva)
— Es cierto. No estoy segura de qué pensar. Pero por ahora, debemos asegurarnos de que estén a salvo. El resto vendrá después.
[El camino hacia su hogar es largo, pero finalmente llegan. Los sirvientes, que ya los esperan en la entrada, no pueden evitar mostrar sorpresa al ver a los bebés en brazos de los padres adoptivos. El aire de la casa parece cargado de expectativa mientras Jian Zú y Ling Hua se acercan a la puerta.]
Zhi Rong: (Con los ojos abiertos, viendo a los bebés con curiosidad)
— Maestros, ¿qué es esto? Nunca habíamos visto niños tan pequeños... ¿De dónde los han sacado?
Mei Xiu: (Mirando a los bebés, sorprendida, pero sin temor)
— Maestros, ¿están bien? ¿Cómo los encontraron?
Ling Hua: (Con una sonrisa suave, tratando de tranquilizarlos)
— Los encontramos en una cueva, guiados por un ave. No sabemos mucho sobre ellos. Solo sabemos que necesitan un hogar, y este será el suyo.
Jian Zú: (Con un tono calmado pero firme)
— No estamos seguros de cómo llegaron allí, pero sabemos que debemos darles un lugar seguro. Esta casa será su hogar, y haremos lo que sea necesario para cuidarlos.
Zhi Rong: (Mirando los pequeños, sin comprender del todo, pero asintiendo lentamente)
— ¿Una cueva? Eso... es extraño. Pero, si los maestros dicen que debemos cuidar de ellos, entonces lo haremos.
Mei Xiu: (Observando con atención, sin mostrar demasiada preocupación, pero con una leve inquietud)
— Lo haremos, Maestro Jian Zú. Los cuidaremos. Aunque es todo muy... inesperado, no podemos hacer otra cosa que darles un hogar. Lo que venga, vendrá.
Ling Hua: (Con una mirada de determinación)
— Exactamente. No sabemos quiénes son ni cómo llegaron aquí, pero lo que sabemos es que ahora son nuestra responsabilidad. Los cuidaremos con todo lo que tenemos.
Jian Zú: (Mirando a los bebés con un leve suspiro)
— Este es solo el comienzo. Sea lo que sea que el destino haya preparado para estos niños, lo enfrentaremos. Pero ahora, lo único que importa es darles paz.
[Mientras los sirvientes se encargan de preparar la casa para los pequeños, Jian Zú y Ling Hua se quedan junto a ellos, observando en silencio. El hogar, antes tranquilo, ahora se llena de un aire de misterio. Aunque no saben lo que deparará el futuro, su prioridad es clara.]
Mei Xiu: (Mientras prepara la cuna para los bebés)
— Estos niños... no me parecen como los demás. No entiendo por qué, pero hay algo en ellos que no encaja del todo. Tal vez solo sea mi imaginación.
Zhi Rong: (En tono serio, mirando a los bebés)
— No puedo explicar lo que siento, pero parece que estos niños... tienen algo que va más allá de lo que entendemos. Aún así, nos los han confiado, y eso es lo único que debemos tener en cuenta ahora.
Ling Hua: (Observando a los sirvientes mientras trabajan)
— Eso es lo único que importa. Estos niños no son una carga, sino nuestra responsabilidad. Y esa responsabilidad es más importante que cualquier duda.
Jian Zú: (Mirando los bebés, con una ligera sonrisa)
— Lo más importante ahora es que estén seguros, cuidados y amados. El futuro traerá lo que deba traer. Pero por ahora, lo que podemos hacer es ser los mejores padres para ellos.
[La noche cae lentamente sobre la casa, pero la sensación de calma es profunda. Los sirvientes se retiran, dejando a los padres adoptivos en compañía de los bebés, quienes duermen plácidamente en su cuna. Jian Zú y Ling Hua se quedan juntos, observando a los pequeños con la certeza de que han tomado una decisión importante.]
Ling Hua: (En voz baja, mientras observa a los bebés)
— A veces el destino no se muestra claramente, pero eso no significa que no podamos decidir lo que hacer con él. Estos niños son nuestra responsabilidad. Sea lo que sea que venga, lo enfrentaremos juntos.
Jian Zú: (Mirando los pequeños, con una expresión tranquila)
— Sí. No importa lo que nos depare el futuro. Hoy, lo único que importa es que estén aquí, con nosotros, a salvo.
[Pasan unos momentos, y Ling Hua, mientras mira a los bebés con una suave sonrisa, se detiene y piensa en lo siguiente.]
Ling Hua: (Con un suspiro, pensando en voz alta)
— No sé por qué, pero siento que estos niños deben llevar nombres que representen su futuro. Ellos no son como los demás, y por eso... debemos darles un nombre con significado.
Jian Zú: (Mirando a los bebés y asintiendo)
— Tienes razón. Aunque no sepamos su origen, sus nombres deben llevar algo importante. Algo que los conecte con lo que representan. ¿Qué te parece si les damos nombres que reflejan lo que siento por ellos?
Ling Hua: (Mirando a los bebés mientras los toma en brazos)
— Me gusta. Pero... ¿cómo los llamamos?
Jian Zú: (Mirando con atención al primero, el bebé más pequeño)
— Este niño tiene algo en sus ojos que me hace pensar en un futuro lleno de desafíos y valentía. Creo que lo llamaremos Wú You. "Wú" representa la libertad y el poder, mientras que "You" tiene el significado de lo eterno, de la continuidad, como si su vida estuviera destinada a algo más grande.
Ling Hua: (Asintiendo suavemente)
— Wú You. Es un nombre fuerte. Creo que le queda bien.
Jian Zú: (Sonriendo levemente al mirar al otro niño)
— Y él... tiene una presencia que no puedo ignorar. Es diferente, pero tiene algo misterioso, como si fuera capaz de destruir o crear a su alrededor. Lo llamaré Lóng Xuán. "Lóng" significa dragón, una criatura con poder incontenible, y "Xuán" es el misterio, la oscuridad que lleva dentro, algo que aún no podemos entender, pero que está en él.
Ling Hua: (Mirando a los dos niños con cariño)
— Wú You y Lóng Xuán... Creo que son los nombres perfectos para ellos. Nos han sido confiados, y con estos nombres, les daremos un futuro que ellos mismos forjarán.
Jian Zú: (Con una sonrisa cálida, mirando a los bebés)
— Así será. Los cuidaremos, les daremos amor y les enseñaremos lo que necesitamos para que puedan encontrar su propio destino. Ahora, Wú You y Lóng Xuán son parte de nuestra familia.
[Con una última mirada de serenidad, Jian Zú y Ling Hua se acurrucan junto a los niños, con la sensación de que, aunque el futuro sea incierto, al menos han tomado la primera decisión importante en sus vidas.