Chu Hao quería continuar su persecución, pero, con un destello, se encontró de vuelta en la cabaña original.
Había una nueva línea en la pared: una victoria, cero empates, cero derrotas.
No pudo evitar acariciar su barbilla, pensando que a menos que matara con un solo golpe, la batalla automáticamente terminaría cuando el oponente perdiera su poder de combate o fuera claramente derrotado.
Todo esto... era como si hubiera una inteligencia artificial presente.
Chu Hao asintió en silencio. Anteriormente había encontrado a los guerreros de madera en el Campo de Entrenamiento Antiguo, cuya inteligencia había alcanzado un nivel que les permitía identificar enemigos y emplear métodos de ataque extremadamente variados.
¿Qué era exactamente la edad dorada de las artes marciales de los Tiempos Antiguos?