El oponente debía haber dominado una técnica secreta que permitía la teletransportación a corta distancia, pero no se podía utilizar continuamente en un corto período de tiempo. De lo contrario, Chu Hao no habría escapado antes.
—¡Quédate aquí! —Chai Kang atacó, apuntando a la espalda de Chu Hao.
Controló un poco su fuerza, para evitar matar a Chu Hao instantáneamente. Por un lado, quería llevar a Chu Hao vivo y despedazarlo frente al espíritu de su hermano. En segundo lugar, quería obtener las técnicas marciales que Chu Hao había dominado.
Después de todo, a las personas muertas no se les puede interrogar.
Sin mirar atrás, Chu Hao lanzó un golpe de palma, contrarrestando con precisión el ataque de Chai Kang.
¡Boom!