La competencia de artes marciales de la Secta Interna de Yunliu finalmente terminó, pero las consecuencias de esta competición continuaron fermentando.
Los discípulos del Patio River Down estaban todos eufóricos, ya que Chu Hao les puso el ejemplo de que ser del Mundo Inferior no significaba nada, que aún podían alcanzar la fama.
—Discípulo Central tercero —murmuraban todos con admiración.
En cuanto a la fuerza de Chu Hao, podría haber alcanzado el segundo lugar, pero estaba completamente exhausto en ese momento, incapaz de desafiar a Luo Ping.
—¿Primero? —Nadie se atrevía siquiera a pensarlo; la invencibilidad de Cao Jingwen estaba profundamente arraigada en el corazón de todos. Incluso en el mismo reino, podía derrotar instantáneamente a sus oponentes, y ni hablar de que Chu Hao estaba casi tres sub-reinos detrás de él.
Chu Hao fue llevado de vuelta al Patio River Down por Zhao Huan y los demás y se desmayó a mitad de camino.
Un día después, Chu Hao despertó.
