Era una Secta Marcial, y además, una que correspondía a una Secta Marcial del Octavo Nivel.
Esto cortaba completamente cualquier pensamiento que los demás pudieran haber tenido de plantear combate.
Ni hablar de una Secta Marcial del Octavo Nivel, consideraban que incluso si se tratase de un maestro marcial del Octavo Nivel, terminarían siendo devorados vivos. Después de todo, estaban en medio del lago. ¿Cuánto poder de combate podía ejercer uno en el agua?
Aparte de Chu Hao y los otros diez guardias, los salvadores eran meros Discípulos Marciales, cada uno de fuerzas variadas. En aquel momento, todos gritaban aterrorizados, tratando de escapar. Chapoteo, chapoteo, chapoteo, al fin y al cabo, su sustento dependía de este trabajo y eran excelentes nadadores. Levantando rociadas de agua con sus pies, nadaron rápidamente una gran distancia.
