—¿Vas o no? Si no, buscaré a alguien más! —Wang Ling ya había terminado de hablar con Zhang Menglong; si seguía podría decir hasta que el Ejército de Terracota fue hecho por la familia de Zhang Menglong.
—¡Por supuesto que voy! ¿Por qué no iría? —Zhang Menglong arrebató las dos entradas—. ¡Siempre que implique gastar dinero, definitivamente estoy dentro!
—Je je, ¡entonces puedes tomar tu jet privado cuando llegue el momento! —Wang Ling dijo con una sonrisa burlona—. Necesito dos asientos, y de paso, ¡déjame presentarte a mi nueva novia!
—¡Sabía que no estabas siendo amable sin esperar algo a cambio! —Zhang Menglong le lanzó una mirada despectiva—. Mañana a las nueve de la mañana, ¡ven directo del aeropuerto al aeropuerto!
—¡Listo! —Wang Ling estaba todo sonrisas—. Es la primera vez que monto tu jet privado, Zhang el Joven Maestro. ¡De hecho, estoy un poco nerviosa!
—Por cierto, ¿tu padre no va esta vez? —preguntó Zhang Menglong con curiosidad.
