—¿Qué haces ahí parado, que no te quieres casar con esta señorita? ¿Crees que soy fea? —Zhao Churan lanzó una mirada de reojo a Long Chen.
—Churan, deja de bromear, tengo un dolor de cabeza terrible en este momento —Long Chen forzó una sonrisa.
—Está bien, entonces yo te ayudaré a pensar en una solución. Solo hay una salida para tu situación, y es ser autosuficiente y empezar tu propio negocio. Por supuesto, también debes recordar una cosa, no puedes usar ni un centavo de la Familia Li para invertir en tu negocio, de lo contrario, inevitablemente atraerás chismes no deseados de ellos en el futuro —Zhao Churan dijo.
—¿Qué debo hacer? —Long Chen preguntó de manera subconsciente.
—¿Acaso necesitas pregunarlo? Si dependiera de mí, lo mejor sería abrir una clínica. Con tus habilidades médicas, podrías hacerte de un nombre, e incluso ganar mil millones al año —Zhao Churan dijo con una risa.