Parecía que en ese momento ella tenía cierta conciencia.
Sabía que Jiang Fan la estaba desvistiendo.
Sin embargo, todavía estaba inconsciente y no podía despertar.
Jiang Fan apartó su mano impacientemente y dijo:
—¿Piensas que quiero hacer esto?
—¡Quédate quieta!
Luego continuó quitándole el vestido.
Aunque seguía resistiendo instintivamente,
sus manos no tenían fuerza alguna.
Al final, Jiang Fan le quitó la ropa y revisó su cuerpo minuciosamente.
Lo que encontró lo asombró.
¡Su cuerpo estaba cubierto de impactantes heridas externas!
Había fragmentos de cadenas oxidadas incrustados profundamente en la carne de su pecho.
Un largo corte atravesaba su abdomen de una roca del acantilado, con algo de grava incrustada en él.
Astillas de madera afiladas perforaban sus muslos y abdomen.
Mientras que una Píldora Revitalizante podría sanar las heridas,
la presencia de estos objetos extraños impedía que las heridas cicatrizaran rápidamente.