Jiang Fan miró con enojo a Liu Qingxian y dijo en voz baja:
—¿Te mataría no mencionarme?
Los ojos de Liu Qingxian mostraron un atisbo de astucia:
—Menos charla, ¿no vas a aceptar el desafío?
Por supuesto, sabía que mencionar a Jiang Fan lo convertiría inevitablemente en un objetivo.
Pero lo hizo a propósito.
E incluso dijo ese comentario extremadamente hiriente sobre ser inferior a Jiang Fan.
¿Quién les dijo que menospreciaran a Jiang Fan y hablaran mal de él?
Solo dejemos que Jiang Fan se desempeñe bien y les golpee las caras con fuerza.
Con la naturaleza indiferente de Jiang Fan, si ella no lo incitaba, él no se preocuparía en absoluto por estas cosas.
Por lo tanto, ocurrió esta escena.
Jiang Fan se quedó sin palabras.
Realmente no tenía ningún interés en actuar en público.
Así que juntó sus manos hacia Ling Guihai y dijo:
—Mi habilidad con la espada es mediocre, no me atrevo a hacer el ridículo frente a los discípulos de élite de la Secta de las Mil Espadas.
