La cara de Nie Yunxi cambió ligeramente.
Hasta este momento, pensaba que su hermano ya había perdido.
Tanto en términos de recursos como en la ayuda que brindaba a las dos chicas, Jiang Fan estaba fuera del alcance de su hermano.
Era imposible arrebatar esas dos hermanas menores.
Rendirse era la decisión inteligente.
Seguir luchando sería demasiado costoso.
Después de todo, no importa cómo lo digas, Jiang Fan era discípulo del Maestro de Secta.
Venir al Pico Espada Celestial y salir lastimado no sería justificable.
—¡Yunzhuo, deja de hacer tonterías! —Nie Yunxi regañó—. ¡Ven conmigo!
Sin embargo, Nie Yunzhuo ya había hecho una declaración dura en público.
Ya estaba en una posición difícil para retirarse.
—¡No te preocupes! No voy a hacerle nada serio a él —Nie Yunzhuo se sacudió la mano y miró a Jiang Fan con fiereza—. ¿Qué, asustado?
—Si tienes miedo, admítelo y sal del Pico Espada Celestial —añadió—. ¡Aquí no eres bienvenido!
Xu Youran y Chen Silin miraban furiosas.
