Naruto miraba la sala despejada con una mezcla de emoción y nerviosismo. Los muebles que normalmente ocupaban el espacio central estaban empujados contra las paredes, dejando un área amplia que casi parecía demasiado grande. Sobre la mesa, junto a una lámpara tenue que iluminaba la estancia, descansaba su cuaderno lleno de anotaciones, dibujos y teorías. Lo había preparado todo para este día.
Hoy era el día.
"¿Y si funciona?", pensó, mordiendo levemente su labio inferior mientras repasaba las páginas del cuaderno. Cada palabra escrita en su pulso firme le recordaba las semanas de investigación que había hecho, buscando una explicación para aquel misterioso lugar al que iba en sus sueños. ¿Cómo llegaba ahí? ¿Era algo que él mismo creaba sin saberlo?
Había leído tanto sobre metahumanos, dimensiones de bolsillo, incluso sobre héroes y villanos que eran capaces de moldear realidades, pero ninguna respuesta parecía encajar del todo. Sin embargo, eso no lo desanimaba. Si algo le había enseñado la vida, era que las respuestas no siempre llegaban rápido.
Su mirada se desvió hacia una pequeña caja en la esquina de la mesa. Dentro estaban las pastillas tranquilizantes que había comenzado a tomar cada noche antes de dormir. Las odiaba al principio, pero luego de varias semanas sin pesadillas, las veía casi como un aliado. Si bien no entendía completamente cómo funcionaban, sabía que le ayudaban a mantener su mente clara, tanto en sus sueños como en la realidad.
"Tal vez son la clave", pensó mientras las miraba fijamente. Después de todo, había comenzado a ir a ese lugar con más frecuencia desde que las tomaba. Sin las pesadillas acechándolo, todo era más... fácil.
Dejó escapar un suspiro y volvió a centrarse en el cuaderno. En la última página había una lista, escrita con letras grandes y claras:
1. Concentración absoluta.
2. Visualización del lugar.
3. Intentar mover objetos en la sala.
4. Probar con métodos físicos (golpes, movimientos rápidos).
5. Recrear las emociones previas a entrar al lugar.
Había anotado esos pasos basándose en lo que había leído sobre personas con habilidades especiales que podían acceder a dimensiones de bolsillo o manipular su entorno. Tal vez no funcionara, pero no perdía nada intentándolo.
Naruto sonrió levemente. "Si esto no funciona, al menos habré hecho algo diferente."
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Unas semanas atrás, la idea de dedicar un día entero a algo así le habría parecido absurda. En ese entonces, su mente estaba atrapada en un ciclo interminable de ansiedad y monotonía. Las pesadillas lo acechaban cada noche, llenando su cabeza de imágenes caóticas que no entendía del todo. Pero desde que había encontrado ese lugar en sus sueños, todo cambió.
Ese lugar lo había salvado.
Recordaba con claridad la primera vez que lo vio: el mármol brillante, los hologramas de los guerreros y objetos que parecían flotar en el aire, tan reales y tan lejanos al mismo tiempo. Allí todo era diferente. Su mente no estaba llena de caos ni de dudas, solo de una calma absoluta, casi mágica.
Fue ese lugar lo que lo llevó a cambiar su rutina. Ahora, cada noche tomaba sus tranquilizantes con la esperanza de regresar. Y cuando lo hacía, exploraba más y más, anotando cada detalle al día siguiente en su cuaderno. Los guerreros holográficos, los objetos que no podía tocar, y sobre todo, esa enorme puerta que parecía burlarse de él.
Había pasado horas intentando abrirla, empujándola, golpeándola, incluso gritando en frustración frente a ella, pero siempre era lo mismo. Nada.
A pesar de todo, no podía rendirse. Había algo detrás de esa puerta, estaba seguro. Su instinto lo decía, y Naruto sabía que debía seguir intentándolo.
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El reloj marcaba las 10 de la mañana cuando Naruto se levantó del sofá, estirándose antes de dirigirse al centro de la sala. Acomodó su cuaderno frente a él, abierto en la página de la lista, y tomó una bocanada de aire.
"Está bien, comencemos", murmuró para sí mismo.
El primer paso era simple: concentración absoluta. Cerró los ojos y respiró profundamente, intentando vaciar su mente de cualquier distracción. Imaginó el lugar en su mente, recordando cada detalle: el suelo de mármol, las columnas altas, los rayos de luz que atravesaban los vitrales.
"Concéntrate", pensó. "Visualízalo."
El silencio de la habitación lo envolvía, solo roto por el leve zumbido del reloj de pared. Naruto intentó mantener su mente enfocada, pero no podía evitar que pequeños pensamientos se colaran en su cabeza. ¿Y si no funcionaba? ¿Y si simplemente estaba perdiendo el tiempo?
"¡No!", sacudió la cabeza para despejarse. "Tienes que intentarlo."
Pasaron varios minutos en los que simplemente se quedó quieto, con los ojos cerrados, intentando recrear las sensaciones que solía experimentar en sus sueños. Podía casi sentir el frío del mármol bajo sus pies, la inmensidad del lugar, la curiosidad que lo impulsaba a explorar.
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Después de un rato, abrió los ojos y miró a su alrededor. La sala seguía igual, sin cambios. Naruto dejó escapar un suspiro, pero no dejó que la decepción lo detuviera. Pasó al siguiente paso: visualización del lugar.
"Si no puedes crear el lugar en tu mente, no podrás llegar a él", había leído en uno de los artículos sobre dimensiones de bolsillo.
Naruto cerró los ojos de nuevo, esta vez imaginando los hologramas. Los guerreros, la mujer zorro, los objetos... Todo lo que había visto en esas noches. Se esforzó por recordar cada detalle, desde la textura de las armaduras hasta los colores brillantes de los hologramas.
"Vamos", pensó, apretando los puños. "Tiene que funcionar."
Sin embargo, el tiempo pasó y nada ocurrió. Naruto dejó escapar un gruñido frustrado, rascándose la cabeza mientras miraba su cuaderno. Tal vez estaba haciendo algo mal, o tal vez simplemente no tenía los poderes que pensaba.
"Tranquilo", se dijo, respirando hondo. "Todavía quedan más pasos."
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Naruto se sacudió la frustración y pasó al tercer paso: intentar mover objetos en la sala. Esta parte no tenía nada que ver con ese lugar, pero había leído que los metahumanos con habilidades latentes a veces manifestaban su poder al interactuar con el mundo físico de maneras inesperadas.
Colocó un vaso vacío en el suelo frente a él. Luego, con el cuaderno todavía abierto cerca, se agachó ligeramente y extendió la mano hacia el objeto, concentrándose en moverlo sin tocarlo.
"Solo concéntrate, como si estuvieras alcanzando algo con una cuerda invisible," se dijo en voz baja, recordando uno de los métodos descritos en las páginas que había leído.
Pasaron varios minutos sin que ocurriera nada. El vaso permanecía inmóvil, como si se burlara de su esfuerzo. Naruto frunció el ceño, enfocándose aún más. Movió su mano de diferentes maneras, tratando de "conectar" con el objeto, pero no importaba lo que hiciera, no había resultados.
Suspiró, levantándose de nuevo. Tal vez este paso era inútil.
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El siguiente método en su lista era algo más físico: movimientos rápidos y golpes. Naruto pensó que tal vez, si creaba una especie de reacción con su cuerpo, podría despertar algo dentro de sí. Era una idea absurda, pero al menos lo mantendría ocupado.
Con esa motivación, comenzó a moverse por la sala, saltando de un lado a otro y lanzando golpes al aire. Aunque al principio se sentía algo ridículo, pronto se encontró disfrutándolo. Sus movimientos se volvieron más fluidos, casi como si estuviera entrenando para una pelea.
"Bueno, al menos esto es un buen ejercicio," pensó con una sonrisa.
Después de unos minutos, se detuvo, jadeando ligeramente. Miró a su alrededor, esperando que algo hubiera cambiado, pero la sala seguía igual que antes. El vaso seguía en su lugar, inamovible.
"Tal vez solo estoy buscando respuestas donde no las hay," murmuró, sintiendo una pequeña punzada de desánimo.
Pero no podía rendirse. No todavía.
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El último método en su lista era el más abstracto: recrear las emociones que había sentido antes de entrar al lugar por primera vez. Naruto no estaba seguro de cómo funcionaba, pero sabía que sus emociones siempre habían jugado un papel importante en sus sueños. Tal vez, si lograba sentir esa misma curiosidad y emoción, podría desencadenar algo.
Se sentó en el suelo, cerrando los ojos una vez más. Esta vez, en lugar de concentrarse en el lugar, se concentró en sí mismo. Recordó la primera vez que vio aquel vasto salón, la sensación de asombro que lo había invadido al ver los hologramas y los objetos.
Podía sentir un leve cosquilleo en su pecho mientras revivía esas emociones. Había sido algo más que simple curiosidad; era como si ese lugar lo llamara, como si fuera una parte de él que siempre había estado ahí, esperando ser descubierta.
Naruto respiró hondo, dejándose llevar por esos sentimientos. No sabía cuánto tiempo pasó, pero cuando finalmente abrió los ojos, algo era diferente.
La sala seguía igual, pero él se sentía... distinto. Más ligero, más conectado consigo mismo. Tal vez no había logrado nada tangible, pero al menos había aprendido algo: no importaba si tenía poderes o no. Lo importante era seguir adelante, seguir buscando respuestas.
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El resto del día pasó en relativa calma. Naruto pasó horas revisando sus notas y ajustando su lista de métodos, pensando en nuevas formas de explorar sus habilidades. Aunque no había obtenido resultados inmediatos, no se sentía derrotado. Al contrario, sentía que estaba un paso más cerca de entenderse a sí mismo.
Esa noche, antes de acostarse, tomó una de sus pastillas tranquilizantes como siempre. Las miró por un momento antes de tragarlas, preguntándose si realmente eran la clave para acceder a ese lugar.
"Si lo son, tal vez algún día lo entenderé," pensó mientras se acomodaba en la cama.
Cerró los ojos, dejando que el sueño lo envolviera. Sabía que no importaba lo que ocurriera, seguiría buscando respuestas. Porque, al final, ese lugar no era solo un escape; era una parte de él, una parte que estaba decidido a descubrir.
Y quién sabe... tal vez mañana sea el día en que finalmente abra esa puerta.
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Lo prometido es deuda, aquí les traigo el segundo capitulo de hoy.
Espero les guste y ambos episodios de hoy estén a la altura de esta historia y sus expectativas.
Mañana intentare igual subir dos episodios y si no pues al menos uno es seguro que tendrán.
Gracias por leer la historia y este capítulo, les agradezco infinitamente su apoyo y su tiempo a todos aquellos que han llegado hasta este episodio y no se desanimaron con lo largos que fueron los primeros episodios.
Gracias por confiar en este historia y en mi, prometo seguir actualizando con los mejores capítulos que pueda, espero sigan apoyando esta historia durante mucho tiempo mas.
Gracias por todo y mañana los veo con mas actualizaciones, se cuidan.
Gracias.