Un sonido estridente se escucho por todo el lugar, era algo común para el habitante de aquel sitio.
Como de costumbre saco su brazo de las cálidas mantas en las que se encontraba el resto de su cuerpo, como si fuera algo que ocurría siempre procedió a bajar el brazo hasta el suelo a un lado de la cama, para comenzar a tocar al azar el piso hasta que por fin dio con el responsable de aquel ruido.
Un celular se encontraba tirado en el piso reproduciendo una y otra vez aquel desagradable sonido, su función era la de despertar al ocupante de aquella habitación y si bien cualquiera podría estar agradecido porque funcionara, nada de eso quitaría que el ruido era desagradable.
Después de recogerlo apago la alarma y arrojo el celular al suelo una vez mas para después guardar su brazo, el lugar volvió a quedarse en silencio y sin ninguna señal de movimiento.
Aquella extraña paz que se instauro en el lugar duro aproximadamente cinco minutos, pasados estos las mantas que cubrían toda la cama fueron apartadas de forma rápida y abrupta mostrando así al ocupante de la habitación.
Se podía notar que aquel hombre se mantenía constantemente en forma, sus abdominales marcados y los músculos presentes en su cuerpo servían de prueba, de forma momentánea se quedo mirando el techo sin razón aparente, un suspiro resonó en la habitación y el ocupante de esta comenzó a moverse otra vez.
Como si estuviera resignado se levanto de aquella cama y comenzó a moverse en dirección a otra habitación, al abrirla y entrar en ella lo primero que hizo fue acercarse a las llaves de la ducha y abrirlas, el agua caliente se mezclo con la fría comenzando a crear poco a poco una densa capa de vapor, al observar que el espejo se empaño fue cuando el decidió meterse bajo aquel flujo constante de agua.
Al sentir el agua correr por su cabeza hasta sus pies soltó un suspiro de alivio, este momento es uno de sus favoritos de su día a día, dentro de este cuarto sin ninguno sonido mas que el del agua chocando contra su cuerpo y el suelo, la calidez de esta con el vapor que intenta llenar todo el espacio posible hacen que su mente se olvide de todo, su miserable vida, su cobardía, sus problemas, su pasado, su presente y su futuro, en ese espacio no hay un "yo" o "el", no hay nada mas que silencio y paz.
Pero como todo, incluso los buenos momentos tienen que terminar tarde o temprano y después de poco mas de 15 minutos de disfrutar de aquel sentimiento es cuando comienza a moverse una vez mas para completar su aseo personal.
Al terminar cierra las llaves cortando el paso del agua, terminando con la calidez de esta y alejando su tranquilidad, toma las toallas que siempre prepara en la noche y comienza a secarse el cuerpo junto a su cabello.
Cuando acaba envuelve esta misma en su cintura cubriendo su parte inferior del cuerpo, tal vez por rutina o algo similar termino dirigiendo su mirada al espejo mientras este seguía estando empañado por el vapor aun presente en la habitación.
Utilizo su mano para limpiar un poco del vapor presente, al menos lo suficiente para poder observarse en el, una figura estaba ahí, de pie y sin la menor intención de realizar algún movimiento, simplemente observando su reflejo en el espejo con una mueca de desprecio, como si el se odiara a si mismo y a la persona que era, un hombre de constitución cercana a la atlética, de cabello rubio el cual se encontraba aplastado y escurriendo por reciente baño que había tenido, ojos azules los cuales si bien eran hermosos a cualquiera que le preguntaras te diría que le causan un sentimiento espeluznante en la piel, parecían vacíos.
Todo eso formaba a una persona muy bien parecida y la cual se podría decir que fue bendecida al tener un físico atractivo junto a los rasgos que atraerían a cualquier mujer pero el no creía eso, podría pensar de muchas formas sobre si mismo pero jamas que fue bendecido, jamas.
Sin tardar demasiado se alejo del espejo para salir del baño con la intención de ponerse la ropa que usaría durante el día, la misma de siempre, no es que no pudiera comprar diferentes tipos de ropa o no tuviera mas, es que simplemente a el le gustaba y esa era la razón por la cual había comprado varias prendas iguales para poder usarlas siempre que quisiera y no estar de forma constante lavando para hacerlo.
Una vez listo y preparada su mochila salio inmediatamente del departamento en el que se encontraba, al salir del edificio en el que vivía se podía ver que aun era temprano gracias a que aun no había comenzado a salir el sol.
Camino durante unos pocos minutos hasta llegar a su escuela, una de sus únicas ventajas en este momento en su vida era que vivía cerca de la escuela y estaba bastante agradecido por ello.
Al llegar aun no había nadie pero la entrada como siempre estaba abierta, era una de las cosas que le agradecía a la administración de la escuela, siempre el guardia y los conserjes se ocupaban de tener todo listo para aquellos alumnos como el que madrugaban para llegar temprano.
Había varios estudiantes que hacían lo mismo, lo cual agradecía para así no llamar demasiado la atención sobre si mismo, estaba el equipo de baloncesto, algunos que se les olvidaba hacer la tarea el día anterior y decidían llegar antes para acabarla.
Luego estaba el, su único motivo para llegar antes era para hacer uso de la biblioteca en la escuela, siempre le había gustado, silenciosa, tranquila, pura paz había en aquel lugar y a estas horas al no haber nadie podía disfrutar siendo el único que se encontraba ahí.
Pero como siempre a pesar de disfrutar de momentos así eso no quería decir que estuviera ahí solo acostado sobre la mesa sin hacer nada, su objetivo era simple y la razón por la cual se esforzaba tanto, largarse de aquella maldita ciudad e irse a vivir a algún lugar en el que ocurrieran la menor cantidad de desastres ya sean naturales o causados por personas normales o con poderes, tal vez con suerte evitaría cualquier contacto con algún psicópata dejándole vivir el mayor tiempo posible.
Sabiendo eso, el utilizaba todos los libros de la biblioteca que le fueran a ser medianamente útiles y se la pasaba leyéndolos, repasando la información dicha en las clases e incluso adelantándose en el plan de estudios de algunas de sus materias para aprender mas y escapar cuanto antes.
Así que como siempre, al llegar a la biblioteca se acerco a tomar varios libros que aun no había terminado, bases de la física, álgebra avanzada, anatomía del cuerpo humano, psicología, etc.
Algunos de estos libros le sorprendían por lo raros y específicos que podían ser en cuanto a la información que contenían pero mientras le ayudaran el estaba dispuesto a aprender todo lo posible, una vez que tuvo todos los libros en sus brazos se acerco a una mesa y ahí se quedo tratando de aprender la mayor cantidad de información posible.
Mas temprano que tarde la campana que indicaba el inicio de las clases resonó en los pasillos, guiado por la rutina de haber hecho eso tantas veces simplemente dejo los libros en el mismo lugar de donde los tomo y emprendió una pequeña caminata para llegar a su salón de clases.
En estos momentos es cuando la escuela estaba lo suficientemente llena como para apreciar el ambiente tan vivo que había en ella, mujeres y hombres de varias edades caminaban por aquí y por allá, platicando entre grupos o corriendo para llegar a tiempo, algunos preocupados y otros riendo como si no tuvieran alguna preocupación en el mundo.Justo antes de llegar a su clase se encontró frente a el, caminando por el pasillo a quienes representaban todo aquello que el jamas seria ni le gustaría ser, los populares de la escuela, un pequeño grupo formado por todos aquellos que eran sobresalientes en alguna cosa en especifico o simplemente tenían un linaje familiar notable dentro de los círculos sociales de la alta esfera de Gotham.
Para el siempre fue raro tener todas sus clases con el grupo popular de la historia, los herederos de esto, los genios de aquello, no le caían para nada bien, el aborrecía la burbuja en la que vivían, ellos jamas habían sufrido, jamas pasarían por todo lo que tuvo que pasar, no serian capaces de soportar ni una pizca del dolor y la desesperación que el o cualquiera de las personas sin dinero pasan día a día.
Un rápido vistazo a sus caras y entro al salón, solo queriendo que el día pasara de forma rápida para así poder seguir adelante con su día.
Todo siguió como siempre, clases, profesores, entrega de algunas tareas, mas actividades para realizar en casa, aguantar las voces de sus compañeros que no eran capaces de guardar un poco de silencio entre clases y después de todo, la campana volvió a sonar, aquel sonido que seria molesto de cualquier manera para la gente, para el solo significaba la libertad una vez mas, abandonar aquel lugar lleno de niños malcriados y gente mas que superficial, gente sin sufrimiento y que jamas comprendería por lo que el paso.
Demostrando mas rapidez de la que debería guardo todas sus cosas en su mochila y se levanto del asiento para apresurarse a la puerto, aquella demostración de sorprende velocidad y capacidad física debería de haber pasado desapercibida como siempre pero durante esos momentos una persona había estado observando todo, sin comprender como es que el raro de la clase había realizado aquello se quedo en silencio por momentos, sin dejar de ver la puerta por la que momentos antes salio su compañero.
Un grito lo saco de aquella contemplación "Sasuke, vamos, tenemos que alcanzar a los demás para ir a visitar nuevas tiendas de ropa que se supone abrieron esta semana y no quiero perder contra Ino cuando se trata de estar a la moda" menciono aquella muchacha que siempre estaba con el, "claro, ya voy Sakura" menciono sin despegar la mirada.
Agarro sus cosas y Sakura agarro su brazo para alentarlo a ir mas rápido "vamos, vamos, tenemos que ir rápido o nos ganarán" menciono Sakura mientras tiraba de su brazo, "ya sé Sakura, ya sé" dijo mientras la seguía, antes de salir del salón le dirigió una mirada mas al asiento de aquel que consideraban como el raro del salón, no sabia porque pero presentía que todo estaba a punto de cambiar y el dueño de aquel lugar seria el centro de todo.
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Camino rápido, tenia que llegar lo antes posible a su casa para poder mantener la rutina de forma perfecta.
Había aprendido que desperdiciar segundos podría marcar la diferencia entre estar vivo o muerto, fallar o ganar y el era de todo menos un perdedor, jamas volvería a fallar.
Manteniendo aquel ritmo termino por llegar a su casa aun mas rápido que esta mañana cuando fue a la escuela, eso era bueno, significaba que podría hacer rápido su rutina de ejercicio para poder pasar mas tiempo con su pasatiempo.
Entro al edificio y subió rápido las escaleras, su departamento quedaba en el tercer piso por lo que no eran demasiados escalones los que debería de subir para llegar a su casa.
Al entrar cerro rápido la puerta y comenzó a ponerle todos los seguros y cerrar con llave las cerraduras que tenia puestas en la puerta, tardo un poco mas de lo que le gustaría pero el tiempo que tardaba era una mínima desventaja que soportaría por la seguridad que le proporcionaban el tener mas de 10 cerraduras en su puerta, incluyendo la tabla de madera que servia para reforzar un poco aquella puerta.
La gente podría llegar a pensar que era excesivo e incluso podrían llamarlo paranoico por poner tanta seguridad en su departamento pero viviendo en esta ciudad, las opiniones de la gente eran lo que menos le importaban.
Por fin estaba en casa y podría disfrutar de la seguridad que estaba le proporcionaba, dejo sus cosas en el mismo lugar de siempre, un pequeño sillón en la sala enfrente de una televisión compacta, no es como que la usara demasiado en estos tiempos, se quito la sudadera negra que siempre se ponía cuando salia y comenzó a desvestirse poco a poco.
Cuando quedo solo con sus calzoncillos fue el momento en que movió todos los muebles de la sala para dejar un buen espacio abierto, con eso terminado trajo de su habitación unas cuantas pesas y comenzó a hacer su rutina de ejercicio.
Esa pequeña rutina era uno de sus preciados momentos del día a día, podía desahogarse en el ejercicio y dejar todo su odio en el o al menos eso intentaba, no sabia pelear pero había visto varios videos de boxeadores que usaban las pesas para tirar golpes al aire ya que según ayudaban a mejorar la velocidad, así que todo lo que podía lo hacia.
Después de dos horas de puro ejercicio sin descanso fue cuando dio por terminada su rutina, volvió a mover todo a su lugar y dejarlo como si nada hubiera pasado pero los rastros de los muebles aun estaban en el suelo de madera y no desaparecerían a menos que el decidiera que valía la pena pero de nuevo, era un don nadie, quien se preocuparía por entrar a su departamento e investigar el motivo por el cual esos rastros de objetos siento arrastrados se encontraban en su casa.
Termino rápido y comenzó a hacerse de comer, siempre que era el inicio de la semana preparaba la comida para todos los días de esta sin excepción, después llenaba envases con la comida para preservarla en el frigorífico, todo esto haría que en la semana se pudiera maximizar muchísimo su tiempo, al fin y al cabo todo eso lo hacia perder tiempo.
Ahora cuando quisiera comer tan solo necesitaría sacar uno de esos envases y calentar la comida dentro, todo eficiente como generalmente le gustaba.
Claro que jamas dejaría de lado su salud mental, tenia bastante claro que si bien amaba la eficiencia y mantener un control estricto con su tiempo aun así tenia que tener un momento en el día para mantener el equilibrio, llevar una vida como la de el podría romper a cualquiera si no mantenía un pequeño momento para despejarse y olvidarse de todo sin ninguna preocupación o remordimiento.
Para esos momentos es que estaba su preciada computadora, aquella maquina podía servir para muchas cosas, investigación, aprendizaje, comunicación o lo que a el le gustaba, distracción, con ella y algunos videojuegos es que su mente le daba un descanso, aquella voz de su cabeza guardaba silencio cada vez que el jugaba, sabia que no era normal tener una voz así en la cabeza y que podría ser signo de su locura progresiva pero no era mala, a diferencia de algunos casos de los que el sabia, su voz solo le daba recordatorios de sus actividades e incluso le ayudaba a resolver problemas cuando se atascaba, no la odiaba pero tampoco le agradaba pero aun así agradecía el silencio del que disfrutaba en esos momentos.
Así que después de pensar en esas cosas un poco inútiles termino de lavar su plato y cubiertos para dirigirse a su cuarto, su preciado y amado silencio.
Aun era temprano, las siete de la noche para ser exactos así que podría disfrutar hasta las diez o si se salia de la rutina seria hasta las 11, tal vez lo haría o no, todo dependería de que tanto se perdiera en aquellos juegos.
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Unas cuantas horas después se escucho un crujido seguido de un suspiro cansado, "ya es hora" pronuncio una voz con notable cansancio, se movió y apago todo su equipo.
Aun con cansancio se movió para tomar su teléfono y revisar la hora, 10:30 marcaba en el reloj, "todavía tengo tiempo" se dijo a si mismo mientras se dirigía al baño para una pequeña ducha rápida y poder relajar su cuerpo junto a su mente de mejor forma.
Cuando termino se dirigió de forma rápida y sin perder el tiempo a su armario, agarro su ropa de dormir, una playera blanca sin mangas y un short negro, algo simple pero que podría servir en el caso de alguna emergencia.
Rápido se vistió y volvió a ver la hora pero esta vez en su despertador 10:55, "lo conseguí" dijo mientras comenzaba a mover las sabanas de su cama y se acostaba en ella.
Cuando su cuerpo estuvo completamente acostado y cubierto por las sabanas que había quitado para acostarse fue ahí cuando todo el cansancio lo golpeo, como siempre lo hacia.
Así que sin mas dejo que todo desapareciera y se permitió cerrar los ojos, mañana todo seguiría igual, la misma rutina y todo hasta que por fin se graduara para postularse en un trabajo en el extranjero.
Todo como siempre, todo normal y tranquilo.
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El no lo sabia pero su vida había dejado de ser normal la noche anterior y esta no se quedaría atrás en cuanto a sorpresas.
Las sombras de la habitación se movieron como si fueran manipuladas por algo o por alguien, estas convergieron hacia el adolescente cubriéndolo entero desde sus pies hasta la cabeza, unos extraños apéndices crecieron desde sus antebrazos como si fueran cuchillas hechas de sombras, tal vez por instinto o de forma inconsciente su cuerpo se resistía y soltaba sonidos de molestia o incomodad.
Mientras todo esto sucedía el se encontraba en sus sueños, sus pesadillas, estaba recordando la vez en que se sintió mas inútil, reviviendo el peor y ultimo recuerdo que tiene de sus padres, el motivo por el cual quiere largarse de aquella ciudad.
Ese momento siempre seria el motivo por el cual su forma de ser y pensar cambio, el impulso de su miedo y paranoia pero también de su ira, siempre la había mantenido oculta, prisionera y enterrada debajo de todo su ser, el jamas se permitiría ser como aquellos animales que moraban en Gotham, el era mejor, el jamas cometería los mismos crímenes desagradables, pero sobre todo el no tenia la fuerza para vengarse y matar a todos ellos.
"Pero yo si" pronuncio una voz grave, como si estuviera resonando en todos los lados con un eco casi excesivo, "yo lo haré por ti, invocador" volvió a decir aquella voz y esta vez sintió un miedo nacer en el.
Algo estaba mal, esa no era la voz que siempre le hablaba en su mente, esta era distinta, la sentía como si fuera maldad pura, el jamas se había sentido así pero aquella voz le provocaba un miedo casi instintivo, solo sintió su piel erizarse ante el pensamiento de encontrarse con aquella persona o cosa que pudiera ser el dueño de esa voz.
Sin saber cuanto tiempo paso sintiendo ese miedo primigenio, se armo de valor y golpeo el suelo de su sueño en un intento por salir de el, entender que era lo que estaba pasando era esencial y el no se volvería a sentir inútil una vez mas.
Una y otra vez golpeo y lanzo patadas tanto al suelo como la pared, hasta que todo comenzó a derrumbarse, incluido el suelo sobre el que el se encontraba solo para caer a un vació que no parecía interminable, mientras caía hacia el vació dirigió su mirada hacia arriba y lo que vio ahí lo dejo paralizado.
Una cosa, una especie de criatura se encontraba flotando siendo iluminada por alguna extraña luz azul, aquella cosa poseía extrañas hojas de espada pegadas a sus antebrazos junto a una extraña armadura que se extendía por encima de su torso hasta llegar a su cabeza la cual tenia una forma extraña pero lo mas sorprendente fue que no tenia parte inferior, no tenia piernas ni nada, parecía que en su lugar un humo estaba saliendo de forma continua de su cuerpo restante.
Esa cosa se le quedo viendo mientras caía y cuando pensó que lo mataría o algo así simplemente volvió a sonar aquella voz grave "nos volveremos a ver, invocador" dijo mientras el seguía cayendo a la nada.
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Supo que todo era un sueño cuando sintió el golpe en su cabeza, abrió los ojos tanto por el dolor como por aquella extraña pesadilla que había tenido, no era raro tenerlas, siempre las tenia y siempre eran relacionadas a sus recuerdos pero jamas había visto algo como lo era esa cosa, no era parte de su sueño.Levanto el brazo para cubrir sus ojos de la luz, era raro, siempre se despertaba antes de que saliera el sol pero sobre todo nunca dejaba sus cortinas o ventanas abiertas.
Cuando sus ojos se pudieron acostumbrar a la luz fue cuando los abrió por completo pero cuando lo hizo se arrepiento de forma inmediata, toda su vida dejaría de ser normal, lo sabia, esto, esto no se supone que le sucediera.
Esto no le podía estar pasando a el "no, no, no, no, no" repitió mientras entraba en pánico.
"¿Qué fue lo que hice?" pregunto al aire mientras observaba la escena frente a el.
Toda su vida cambio en ese momento, para siempre.
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Si les gusto apreciaría que le dieran a la estrella para saberlo, les ofrezco una disculpa si es que tengo alguna falta de ortografía y apreciaría que la señalen para corregirla, también les ofrezco otra disculpa por la mala gramática ya que aun soy un novato pero prometo esforzarme para mejorar.
Gracias por todo y espero les haya gustado el capitulo, hasta la siguiente semana.