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Chapter 13 - El Superhombre.

Palacio Real de los Santísimos en Ellehanor. 3 de diciembre del año 4589. 3:00 am. 

Quién viera por dentro el enorme palacio repleto de decoraciones antiguas y poco lujo, diría con total entereza que se trata más bien de la finca olvidada de algún viejo el cual no sabe porqué nadie va a visitarle. 

Y siendo honestos tampoco es como que genere envidia o algún tipo de sentimiento de atracción un palacio tan magestuoso, en todo caso quienes recorren los pasillos a estas horas tan dolorosas son las sirvientas del palacio.

Natalia.

Sus dormitorios se constituyen en un gran salón donde hay tantas literas como es posible, se divide por telas enormes que emula ser paredes. 

Ahora mismo ya es tarde para que alguna esté aún por despertar, la mayor parte del cuidado y servicio a los miembros de la familia real así como sus invitados, debe ser tarea principal de las sirvientas. 

Curiosamente la monarquía de los Ponce de Oro no es una que se mantiene en base al "poder" más metafisico, ni mucho menos al físico. 

Este palacio es atendido por la facción delas sirvientas reales y comandado por las 8 "maids" al servicio del actual rey. Aunque ya son más de 100 años con este sistema, quizás lo único que ha cambiado han sido las épocas, algunas reglas y muchos líderes. 

Natalia, Natalia… 

Los horarios para las sirvientas son sagrados, todas mantienen las etiquetas ante sus amos y siendo que todas en el palacio consideran al rey de Ellehanor como su "amo" más absoluto, ninguna sería capaz de faltar a su propio honor ni de anteponer sus caprichos por sobre del rey. 

¡Natalia! 

Actualmente una gran cantidad de sirvientas se encuentra preparando el desayuno real, la única comida donde todos los integrantes de la familia Ponce de Oro se reúnen. 

Por tanto es importante para las 8 maids el estar presentes para brindarle la más perfecta atención a los príncipes, a las princesas y al rey. 

Otros grupos se dividen entre las sirvientas que limpian cada espacio del palacio para mantenerlo en las condiciones más perfectas posibles, existen 3 grupos distintos encargados de manejar las plantas de interior, los decorados por estaciones y el mantenimiento de los cuartos de visitantes. 

¡Oye Natalia! 

Sin embargo, y por más raro que parezca, ninguna sirvienta tiene permitido entrar a las habitaciones reales a no ser que los o el amo que mantengan se los ordene. Esto principalmente ha generado un sentimiento de independencia antes que de servidumbre, las sirvientas suelen ser bastante más honestas y comunicar sus pensamientos.

Cosa totalmente imposible de ver cuando se trata de sirvientas tradicionales de cualquier otra monarquía. 

¡OYE NATALIA! ¡VAMOS! 

Cabe mencionar algo sumamente crucial, por más serviciales sean, todas estas chicas tienen asumido que el rey jamás las usará, él nunca las llama, jamás les dirige la palabra y muy pocas son las que tuvieron la oportunidad de verle los ojos. 

El rey es una persona que visto de forma general: no necesita que le despierten ni atiendan, no ve necesario hablar de forma constante en cualquier momento ni tampoco impone normas o respeto. 

De hecho estas chicas tienen un norma que han decidido por cuenta propia y es que se han auto impuesto el no tener parejas sentimentales, relaciones sexuales ni mucho menos amistades fuera del palacio. 

Para estas chicas él es algo así como su salvador. 

¡NATALIA DESPIERTA! ¡SAL DE LA CAMA O TE ARRANCARÉ EL CABELLO. 

La mujer de largo cabello castaño se cansó de estar llamando a su compañera y terminó gritando con fuerza. 

Mmmhhaajj… 

La chica que dormía hasta hace poco con total despreocupación, se retorció complacientemente y se reacomodó ignorando todo a su alrededor. 

¡AAAAHHH! ¡CORTAR! ¡VOY A CORTAR ESE CABELLO TUYO MALDITA! 

Una sirvienta que pasaba fuera del dormitorio con una canasta de ropa gigante dió un salto de sorpresa por el grito repentino. 

No seas tan ruidosa, Setsuna… 

La chica se quejó mostrando una expresión de compasión súper linda. 

Heh, eres una completa vividora. Toma, vístete ahora mismo.

Setsuna le tiró a la cara unas ropas de sirvienta, cabe decir que la chica está desnuda pero cubierta por la cobija. 

¿N-no piensas voltearte? 

La chica, ya rendida ante Setsuna preguntó ya aceptando la negativa y comenzando a cambiarse. 

Hum, ya sabías que hoy nosotras atenderemos al señor rey… Deberías por lo menos mostrarte agradecida, sin él estarías vendiendo tu cuerpo para comer pan duro. 

Setsuna mantuvo firme su actitud y le dejó bien clara la idea de ser agraciada con quien le salvó la vida. 

Ya lo sé, ya lo sé… Solo que me gusta dormir, además me lo dices como si fuera una delincuente y aún faltan 3 horas para atenderlo. 

La chica contestó con algo de desgana y procedió a levantarse. 

Bien Natalia, aunque sigue sin convencerme esa forma rara de vestir que tienes. 

Setsuna criticó con la mirada. 

¿Tú de todas me dices esto? ¡Ese collar te hace ver como una masoquista! 

Natalia señaló el cuello de Setsuna, donde un collar de corazón con una especie de candado se muestra como una medalla fervientemente y desde fuera del dormitorio se escucharon los gritos de ambas discutiendo. 

Oh, parece que está semana les toca a esas dos. 

Una de las sirvientas más viejas del palacio escuchó hasta cierto punto la discusión entre Natalia y Setsuna, sonriente continuó limpiando la mesa de cristal del salón principal. 

Esas dos nunca se aclaran, pensar que son quienes más mimos reciben del rey… ¡Qué injusto! 

La chica enfatizó su frustración al retorcerse con la bandeja que sostiene mientras ayuda a la vieja en sus tareas. 

Vamos Sofía, él las quiere a todas por igual. Son las 8 que eligió así que no deberían pelear por ver quién se lo queda, quizás él las tome a todas. ¿No crees? Aahahah. 

La vieja comentó en tono elocuente al tiempo que seguía con su labor. 

No hace falta que bromee señora Lu. 

Sofia, que hasta ahora parecía enfadada por no ser quien atendería al rey, ahora también parecía irritada por ser objeto de burla de la mujer que está ayudando. 

Aunque hablando en serio, quien más cerca está es la mano derecha del rey. Esa señorita si que se lo merece. 

La vieja Lu concluyó algo melancólica. 

Mm, por desgracia eso es irrefutable. Aunque no pienso rendirme, llegaré a tener su reconocimiento. 

La forma tan segura que tenía para declarar cosas tan complicadas era digna de elogio. 

Sofía Beltrán. 

Desde atrás suyo, la voz fría de una mujer le atravesó el cuerpo por completo. 

¡Gyah! 

Él salto que dió de sorpresa fue algo ridículo y el sonido que soltó terminó de evocar una escena digna del olvido para lo que se supone es una maid del rey. 

Sofía Beltrán, debido a que tendremos una reunión en un par de horas necesito pedirte que cocines algún aperitivo. 

La mujer ignoró la escena cómica de Sofía y simplemente le dió una indicación algo abstracta enmarcada como un pedido en favor del rey, el atuendo súper pulcro y hecho a medida que usa convierte a esta persona en la mejor vestida del lugar, cosa complicada ya que las dos sirvientas usan su uniforme sin ningún tipo de alteración. 

Po-por supuesto, señorita Bell.

La cara de Sofía cambió y su postura se corrigió de golpe ante la presencia de esta persona. 

Sofía Beltrán, cierto hombre me comentó que quieres cocinar exclusivamente para el rey. 

La forma en que Bell habló no dejaba claro si esto era el presagio a algo bueno, sin embargo estaba claro que solo era cosa de su personalidad. 

Em, si… Después de todo, mi deber es servirle como mejor pueda y me haría feliz poder estar con él todo el tiempo. 

Sin saber de dónde salió esa confianza en sí misma, Sofía terminó hablando un poco de más en cuanto a sus intenciones. 

Ya veo. 

Bell al oírla simplemente se despidió con una reverencia para irse tal y como llegó, en silencio y bastante abruptamente. 

Al salir del sitio Bell simplemente continuó su caminata, parecía estar atenta a todo lo que le rodeaba y rápidamente pensó nuevamente en él. 

Tengo la sensación de estar confundiendo respeto con amor y celos con mera envidia. 

La extraña conclusión que se dijo a sí misma delante del cristal que la refleja, era sumamente curiosa, quizás si alguien la ve ahora dirá que está chica tiene algo mal en la cabeza pero bueno, ella siempre lo hace. 

Me pregunto en qué momento un reino tan mal gestionado terminó en manos de un hombre tan diferente, no puedo evitar pensar que es humano, quizá demasiado… 

Ella dejó su reflejo en paz luego de esto y siguió de largo hasta llegar al pasillo que más le agita el corazón, donde se encuentra la puerta de la habitación del rey. 

Haahh… 

Ella caminó hasta estar delante de la puerta y la miró fijamente, como si tratara de ver más allá del bien o el mal que dicha puerta pudiera ofrecerle. 

Esta costumbre ya es una adicción. 

Desvió su mirada al techo y se recriminó la conducta tan peligrosa que adoptó. 

¿Cómo un simple rey puede generar tanto en los corazones de sus súbditos? ¿Cómo alguien que no exige nada puede mantener el control de todo? ¿Cómo es posible que seas humano? 

Ella tomó aire y hablando delante de la puerta concluyó. 

Es un camino difícil pero casi lo tenemos hecho, sé que un hombre como tú jamás permitiría que inocentes salgan heridos. 

Ella sonrió como si esa figura tan humana que casi siempre pecaba de serlo, estuviera ahí. Esa sonrisa discordante que era algo espeluznante para quien no la conociera…

Temo que me odies si te digo mis sentimientos, perdón. 

Ella dejó de sonreír y de reojo a uno de los reflejos que hay en los arreglos de la puerta , pudo verse a sí misma. 

Una mujer de mediana edad, cabello dorado como el oro, por la derecha un ojo azul como el cielo, unos labios carnosos espléndidos, una tez blanca y cuidada, digna de la más alta nobleza y del otro lado… Un ojo izquierdo rojo encarnado, horrendo, piel cicatrizada llena de heridas aún vivas, parte de sus labios requemados, tez algo más quemada. 

Aunque tu me dijiste que adoras escucharme, que soy más linda cuando no paro de hablar, que quizás lo único que detestas de mí, es cuando no quiero decir nada y que mi sonrisa es una de las mejores que has visto… 

Ella solo miró un poco su reflejo y se volvió a la puerta, expresando sus sentimientos, como si ese objeto inerte pudiera decir algo para su sentir. 

Quisiera hacerte entender que esto, mostrarme a todos… Es algo que solo hago porque tu me lo dijiste, que no soy una valiente, que soy solo un monstruo al cual le tendiste una mano.

Unas lágrimas desdibujaron su maquillaje rápidamente, su voz entrecortada evitó que pudiera seguir diciendo sus confesiones. 

Eres el mejor. 

Y como si de una confesión extremadamente vulgar se tratase, ella tapó su boca, se sonrojó y se fué lo más rápido que pudo del lugar. 

Parece que el amo Florian aún está en su alcoba. 

La sirvienta comentó a las dos maids, Setsuna y Natalia en un tono preocupado y algo deshecho. 

Bueno, lo mejor que puedes hacer es esperar fuera junto a las otras compañeras que tienes asignadas a su atención el día de hoy. 

La respuesta de Setsuna estaba llena de sentido común y de hecho era la forma de afrontar esto más lógicamente. 

O también podrías escabullirse dentro de su alcoba y despertarlo con algo de acción, si ya sabes a lo que me refiero~

La respuesta de Natalia fué frívola, ridícula y absurdamente vergonzosa. 

E-eh, okey… Entonces lo mejor será esperarlo fuera, muchas gracias señorita Setsuna. 

La chica hizo una reverencia educada luego de mostrarse estupefacta ante la sugerencia de Natalia y simplemente regresó a su destino. 

¿¡Hah!? ¿Ella acaba de descartar mi existencia así nada más? ¿¡Encima estando yo aquí!? 

Setsuna suspiró y sonriente hizo un pequeño ademán con la mano para tranquilizar el ambiente. 

La chica que les abandonó tan pronto recibió un consejo adecuado siguió su camino, cerró una puerta, caminó hasta el lobby del palacio, dió la vuelta, subió las escaleras y siguió su andar. 

Oh, parece que ya están aquí chicas. 

Sonrió al ver que sus otras tres compañeras ya estaban esperando para entrar. Aunque ninguna estaba muy entusiasmada por algún motivo…

¿Pasa algo? ¿Fueron reprendidas? 

La chica no podía entender que estaba mal así que prefirió hacer algo de tiempo con una breve pregunta casi segura de la respuesta. 

Todas preferimos atender al señor Rey antes que a este… "Hombre". 

La forma en que está otra chica enfatizó las comillas era dolorosa y seguro esa mirada de disgusto no era por el hecho del asco que le tenían ya de por si a los hombres muchas de las sirvientas, si no que también se veía cierto resentimiento en sus ojos. 

Oh vamos chicas, no todas podemos pasar nuestras vidas atendiendole, para eso ya están las ocho. 

Ella trató de bajar el precio de este aparente castigo con algo de realidad en su lógica. 

¿Qué acaso no desearías ser tu una de las pocas que se la pasan junto a él? 

El rey es tan distinto… Hace que me ponga muy, muy nerviosa y que mi cuerpo se sienta raro… 

Desearía que el rey dijera mi nombre… 

Varias chicas soltaron sus fantasías sin que nadie les preguntara. 

Haaahhh… Parece que aún nos queda mucho por delante eh… 

Sabiendo que ella misma ha actuado así de rara en otras épocas, simplemente suspiró mirando a la puerta de quien se supone, han de atender. 

Mientras ella pensaba esto buscando una solución, la voz de un hombre atravesó la puerta de madera bruscamente a la orden de… 

¡Entren! 

La atmósfera cálida que se formó entre todas fué sepultada en un instante. 

Bien. 

Sin ir más lejos, ella abrió la puerta para encontrarse con una habitación sumamente diferente en decoración a todo lo que hay en el palacio. 

La pared de madera negra pulcra y bien pulida le daba un aire a calidez fingida, las innumerables fotos enmarcadas de diversos diseños que hay en la pared parecían ser el intento de una persona por no olvidar sus recuerdos, sin embargo cuando miras algo más de cerca, resulta ser que todas tienen como protagonista a una misma persona. 

Bleh… 

Una de las chicas desde atrás hizo una mueca de asco al observar el parentesco entre fotos y la propia "líder" tampoco podía decir que mantener la compostura fuera algo fácil. 

Ningún mueble más que la cama y una mesa justo al fondo, eso era el total de cosas que habían en el sitio tan raro al que habían entrado. El hombre que les llamó, aún en cama parecía ocupado con algo importante pero indivisible ya que el pabellón que rodea la cama era muy grueso. 

¿Quienes han venido hoy? 

La pregunta pareció ser importante ya que el hombre dejó de moverse en la cama y las chicas se miraron entre sí preocupadas. 

Señor Florian, nuestros nombres no importan y usted lo sabe. 

La "líder"de las sirvientas que estaba al frente, confrontó la petición del hombre sin respeto ni nada por el estilo, era algo que no esperarías ver cuando se trata de amo y sirviente. 

¡Fahaahha! Tienes razón pequeña, bien. 

El hombre salió de la cama abriendo el pabellón como si de la cortina del teatro se tratara, las chicas caminaron hasta llegar a estar justo delante de él y… Bueno.

Oh, perdonen ya nos vamos. 

Cierto, jaja. 

Dos mujeres desnudas se estaban vistiendo rápidamente sin importarles nada, el hombre en medio de ellas aún parecía feliz manoseando sus caderas e ignorando el estado de ánimo. 

Buen día pequeñas sirvientas. 

Generalmente los nobles que abusan de su poder compran elfas, demihumanas o incluso niñas de pueblos pobres sin embargo aquí este hombre mostraba una sonrisa grotesca mientras ponía sus manos en dos absolutas bellezas.

El público que tuvo Florian estaba estupefacto, las chicas quizás por ser jóvenes, quizás por jamás haber visto algo así en sus vidas, giraron sus vistas de vergüenza y no pudieron responder el saludo de quien era su amo asignado. 

Ya nos vamos, perdonenos chicas. 

Si, perdón. 

Las dos mujeres tan pronto como se volvieron a vestir, salieron rápidamente del sitio y Florian en ningún momento dejó de mirar descaradamente el culo de ambas, era como si estuviera tratando de entender alguna obra renacentista. 

Las llamaré luego, para divertirnos un poco más. 

La despedida de Florian estuvo al nivel de cualquier proxeneta básico, aunque las chicas que se estaban yendo le respondieron con una sonrisa. El hecho de verlas salir alegres y satisfechas era contrastante ya que el aspecto del hombre… 

Vamos niñas, algun día ustedes también disfrutarán. Con alguien de su agrado, claro está. 

Florian se puso de pié y caminó hasta su mesa donde varios objetos se mostraban desordenados. 

El pensamiento general de todas las chicas era "¿como un hombre así puede estar con chicas como esas?" quizás que Florian tuviera una panza de bebedor bastante redonda, que su cara estuviera mal formada con la barbilla chueca, que uno de sus ojos estuviera desviado, que su cabello fuera tan escaso que parecía usar una peluca, que no usa pantalones sino más bien anda solo con calzoncillos y que sus dientes de oro no le daban buen aspecto, quizás todo eso era objetivamente una cuestión suficientemente grande como para juzgar su método. 

Aunque siendo la mano izquierda del rey, su estatus le ubica por encima de cualquier noble, por delante de cualquier otro en todo el continente, todos le temen lo suficiente como para decirle algo sobre su aspecto. 

Bueno chicas, espero nunca encontrarlas en la cama del rey. 

Él sonrió plenamente ante esta absurda declaración y las chicas que le observaban con cautela se pusieron rojas por completo solo de imaginar algo así. 

Ya que me servirán por el resto del día, deben saber que los modales no me interesan y es por eso que no uso condones durante el sexo. 

La declaración fué un tanto grotesca y lo suficientemente rompedora como para que las chicas quisieran escupirle. 

Bien, eso es todo. Basta de presentaciones, hoy hay una reunión entre la princesa y el cazador de brujas. También cumpliré sus deseos y podrán ver al rey durante la reunión del día de hoy que tendré.

Florian les guiñó el ojo, parecía entender bien que todas estas jovencitas adoraban al rey, él no sentía ese sentimiento por el hombre sino más bien un atisbo de respeto inamovible le hacía sentir que dedicar su vida a servirle era de facto, lo mejor que podía hacer. 

¿En serio? ¡Genial! 

La opinión de todas las chicas presentes se obvió con unanimidad y todas parecían haber olvidado que hace minutos este sujeto tenía dos mujeres sujetadas obscenamente. 

Bueno chicas, primeramente vamos a desayunar. Veo que no me trajeron nada así que tocará bajar y comer todos juntos. 

Él habló sin sentenciar nada, solo señaló lo evidente como algo cotidiano, las chicas al escucharle sintieron algo de culpa por jugarle tan polarizadamente aunque tampoco sabían que hubieran hecho si llegaban a tener algo en sus manos para atacar cuando se presentó de forma tan perversa. 

Florian caminó entre ellas sin mirarlas lascivamente, de hecho incluso su mirada cuando estaba callado era melancólica, los contrastes eran algo a lo que ellas ya estaban habituadas pero sin lugar a dudas, este hombre estaba por encima de cualquier extrañez.

Señor Florian, antes de comer debemos arreglar su habitación. 

La chica se dió cuenta a mitad de camino sobre lo que estaba pasando a su alrededor, aunque era increíble le hacía entender que algunos rumores sobre este hombre no eran más que meras falacias. 

Las sirvientas que son asignadas a estar conmigo no deben hacer tareas como esa, yo mismo me encargo con mi tekken, sus deberes son otros. Por ahora solo vamos a comer, es importante que no se descuiden si quieren verse hermosas para el rey. 

Florian siguió su camino y abrió la puerta con su dominio del entorno, la forma tan práctica que tiene de usar dicha habilidad era espeluznante y para las sirvientas sus palabras sonaron más cercanas de lo que se imaginaron. 

Después de todo, en sus mentes este sujeto no era más que un pervertido horrendo y desdichado que se la pasaba holgazaneando sin más. 

Sidhartta Ponce de Oro… Realmente eres un tipo admirable fahaahah, me encargaré de que todo funcione. Ganaremos bajo tus términos querido amigo. 

Sonriente ante sus propios planes, el hombre llamado Florian se dirigió a comer algo.