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Entrada del pueblo Hanma. 30 de Noviembre del año 4589. 6:10 pm.
Mirando en retrospectiva, Lucio miró con algo de preocupación a sus dos compañeras que le seguían a buen ritmo.
Espera un momento…
Sin embargo esta normalidad tan embriagante era indigna de la situación que han vivido con anterioridad.
¿¡Dónde te metiste todo este tiempo Rose!?
Era algo que se había obviado antes pero ahora mismo no habían motivos para evadir la cuestión, además las esperanzas de encontrarse con los "extranjeros" era prácticamente nula.
Ah, cierto… No se los dije…
Aunque la tranquilidad en respuesta por parte de Rose, era algo terrorífico ya que su cuerpo está lleno de heridas y tiene sangre derramada por gran parte de su ropa.
Lucio, ¿realmente crees adecuado ponerse a cuestionarla justo ahora? ¿Debo recordarte que estamos en un lugar lleno de peligros?
La mirada de Livia era la de una mujer diciendo "¿eres tonto?" al tiempo que no escatimaba con su claro rechazo.
Estoy buscando a mi hermano.
Curiosamente la chica que estaba siendo interrogada, respondió sonriente compartiendo su motivo.
Ante esta nueva realidad, Lucio no pudo evitar sentirse mal pues él supuso algo que no era. Aunque la situación no había cambiado mucho realmente.
Supongo que no pudiste verlo, no te preocupes. Ahora nosotros te podemos ayudar.
Para Lucio esta experiencia había sido lo suficientemente traumática y dolorosa como para elegir comportarse de manera más egoísta.
Quizás las personas sí que pueden cambiar, solo necesitan morir un par de veces para ello.
Cierto, ¿y como es él?
Livia no entró a cuestionar nada de la forma en que Lucio lo había hecho pero su resolución parecía buscar evadir el tema por el que "ella no logró encontrarlo" ni "¿porqué lo está buscando?" de hecho en su cálida expresión se veía reflejada la compasión de una persona que había sentido lo mismo.
Él es más como un niño, muy infantil con sus creencias, siempre caminando por el lado soleado, sin cuestionar su vida por más ingrata que sea y pensando en algo mejor que hacer en todo momento. Aunque eso no importa porque es una persona a la que admiro. Se trata de un chico terco, indomable, insaciable y alegre. Si tuviera que resumirlo en una palabra sería… Porfiado.
Rose estaba con algo de rubor al buscar la descripción más acertada posible sobre su hermano, aunque era curioso porque hasta donde la habían conocido tanto Lucio como Livia, esta chica era alguien que no se contenía ni un poco.
Aunque al hablar de este "hermano" ella parecía describir un amante o alguien más que especial en otro término.
No hace falta que me miren tan raro, ¿¡saben!?
Al notar que era vista como un bicho raro al son de la caminata Rose alzó un poco la voz. El pequeño grito de la chica se escuchó al unísono como despidiendo el gran barco que se erigía por encima del pueblo, era una vista que ninguna de las 3 personas ahí paradas había visto jamás.
Eso es…
Lució miró incrédulo como la "Aero-Nave" poco a poco comenzaba a quedarse cubierta por las nubes, como colaborando para esconderla del ojo humano.
Parece que tenías razón Lucio, no vamos a llegar con ellos y posiblemente tampoco podamos volver al claro.
Algo preocupada, Livia miró con recelo al cielo como maldiciendo el hecho de haber perdido el tiempo al ir a ese lugar.
Sigamos adelante.
Rose por otra parte insistió en seguir caminando, aunque ahora lo hizo por cuenta propia.
¿Me van a seguir?
Al notar que ninguno de los dos se movió, ella les miró con soberbia por ser la que más lastimada estaba y la que menos quejas destiló.
Rose… atrás.
La cara pálida de Lucio no era la de un hombre quejándose, más bien parecía la de una persona viendo al monstruo de la peor historia de terror.
Livia por otro lado simplemente se quedó clavada sin mover ni un músculo.
Ah…
Rose giró su cabeza volviendo a ver hacía el frente y se encontró con quien había disipado el ambiente tranquilo, se trataba de un verdadero monstruo.
Hakuhou Ryu.
Al escuchar la mención de su nombre, el susodicho sonrió como un demonio cuando escucha a los humanos hablar del futuro.
Yooo~ ¿a qué vienen esas caras largas chicos?
Ignorando el estado de ánimo, él simplemente mantuvo una especie de charla amigable sin darle importancia a las posturas defensivas que adoptaron todos a su alrededor.
¿Q-qué hace algo como tú aquí?
Rose no dudó en etiquetar al "hombre" delante suyo como "una cosa"antes que como "un ser" siendo esto algo que nadie evitó tomar como una especie de insulto.
¡KAHjakakakakajja! Esto me gusta, eso si que me gusta. ¿¡Por qué demonios no eres así Alisha!?
Aunque Ryu vió esto como un acto cómico, riéndose y llamando a la chica que le sigue desde atrás como instando la falta de respeto.
No sería capaz de decirlo con suficiente desdén.
Aunque Alisha respondió sin adjudicarse ningún mérito, simplemente soltó esto para complacer a Ryu y se mantuvo al margen tomando de la mano a Asha.
Bueno, tienen suerte. Hemos terminado aquí por lo tanto les dejaré vivir.
Soltando esta conclusión como quien saluda diciendo "hola" Ryu se limitó a dejarlos en paz y seguir su camino con los hombros caídos y una mirada aburrida.
Las dos chicas le seguían con diligencia.
A todo esto, Ryu lleva en brazos a una chica de complexión pequeña que evadió en todo momento el contacto visual con todos, había un rubor muy pronunciado en su rostro y el aparente nerviosismo de su cuerpo incluso parece natural.
¿Deberíamos dejarlos…?
Livia preguntó con un miedo que la hacía temblar profundamente, sin embargo ella quería una confirmación ya que este monstruo es un criminal buscado a nivel internacional.
No, nos asesinaría sin tener que mover un dedo.
La respuesta de Lucio mostraba miedo real, uno tan profundo que era inexplicable, como reflejando algo vivido, sintiendo un sentimiento nauseabundo de frustración.
Si-sigamos.
Rose no se dejó doblegar por el miedo que le generaba darle la espalda a una cosa como Hakuhou Ryu.
2
Palacio Real de los Santísimos en Ellehanor. 3 de diciembre del año 4589. 7:30 am.
A todo esto Sidhartta , ¿no crees que no hacer nada sobre el tema de ese criminal, es un tanto inhumano?
Bell no tenía una expresión de enfado u enajenación, parecía tratar de comprender el "porqué" de esa postura tan favorecedora para con el libertinaje.
Bueno Bell, yo no lo sé todo. ¿Sabes cuantos casos parecidos a él qué luego se resuelven con todo a favor del acusado existen?
Siddhartha propuso algo un tanto rebuscado pero tampoco parecía mostrar odio por dar inicio a una conversación así.
Mmm, supongo que me dirás que hay mujeres que simplemente odian a los hombres de forma injustificada y por tanto varios hombres son atacados sin pruebas, ¿verdad?
Bell pensó un poco y llegó a tal conclusión, aunque tampoco estaba tan segura de que ese fuera el enfoque del rey.
No, realmente te lo preguntaba. Pero mira, se dicen cosas horribles de todos; de ti, de mi, de Florian, de Elizabeth, de Shun, de mi hija Athenea y mi hijo Trend…se dicen cosas injustas de todos todo el tiempo.
Si bien era una resolución algo simple, la exactitud de su alegato justificaba todo, lo cierto era que la gente habla sin saber en muchas ocasiones.
Bell, no puedo emitir un juicio de valor por "lo que dicen" antes de poder juzgar debo conocer lo que se supone es atacado, hacer las cosas distintas a esto es demasiado egoísta.
Dió un sorbo a su café y miró profundamente a Bell, esperando su respuesta.
Bueno, aunque yo creo que deberíamos meternos en esto. No me tranquiliza pensar que ese sujeto está haciendo algo con alguna mujer indefensa.
El comentario de Bell llamó la atención de Athenea.
Oh vamos Bell, las mujeres no somos tan frágiles y las que sí lo son, en su mayoría saben moverse.
La tranquilidad con la que resumía un problema tan importante en el mundo y que generaba tanta grilla donde sea, era sumamente tenebroso.
En lugar de hablar sobre esas idioteces, deberíamos continuar con los temas sobre el continente.
Aunque nadie se sorprendió al escuchar como Florian parecía detestar siquiera que se use el tiempo para eso.
Bueno, ¿qué sugiere Bell?
El rey pareció interesarse por lo que podría responder Bell y decidió ignorar a Florian.
Creo que prefiero detener la marcha de Ricarica.
Ella se puso de pié pensando en varias cosas, algo confundida.
Antes de que hagas algo estúpido, mejor piensa bien en todo lo que hemos hablado hasta ahora.
Elizabeth parecía algo divertida por la seriedad de Bell, quizás la conclusión a la que debía llegar no era algo que podría resolver con Ricarica.
No hiciste nada para retenerlo cuando dijo que se iría.
Y Bell, que no era una idiota, entendió todo.
Las mejores cartas son esas que no muestras a tu oponente.
En ese caso, ¿estás jugando conmigo?
Bell estaba enfadada, desde hacía ya unos minutos parecía estar con la guardia alta y manteniendo una distancia digna de admiración, si bien mantuvo la compostura, ser tratada como una niña pequeña fué la gota que derramó el vaso.
¿Mm…?
Ante este ataque irracional por parte de la chica, él rey simplemente resopló algo decepcionado.
Bell, nadie aquí te está tratando como una niña. Lo sabes bien.
Florian aclaró las dudas por si acaso, previniendo que la discusión entre el rey y su mano derecha terminara mal.
¿Qué tan débil eres? ¿Realmente te estás dejando manipular? Increíble.
Si bien Bell aguantó a Florian, la forma tan condescendiente de concluir que tuvo Elizabeth la hizo sentir como una especie de idiota.
¡Diablos! ¿A qué viene tanto misticismo? ¿Es porque decidí abrirme un poco?
Ella realmente se veía ofendida, aunque no por lo que pareció al principio. De hecho escuchar que le enfadaba ser tomada por tonta y no que hayan declinado ir a por Hakuhou Ryu, hizo que el rey…
¡Pffffhaajajajajjajaja!
La seriedad típica que todos estaban acostumbrados a ver fué destrozada por un ademán de risa totalmente honesta.
El rió como nunca imaginaron verle, la carcajada tan antiestética a los ojos de las maids y sirvientas fué visto como el acto más sensual que podrían imaginar.
No, esto es increíble… Pfffjjjahaajjaja, no me lo creo… De verdad que no.
Lágrimas de alegría desbordaron sus ojos y sus pómulos se tornaron rojos, su blanca sonrisa era suficiente para que los presentes sintieran algo de extrañeza.
Bell, querida… HaHaaahhh… Que decirte, ven aquí. Quiero darte un abrazo.
Ante esta petición y su comportamiento antinatural, Bell simplemente asintió con la cabeza algo extrañada procediendo a dar el abrazo.
Es normal que opines así, si bien aquí no es común en otros lugares evidentemente sí que existe dicha maldición, aunque muy a tu pesar, yo no soy un dios y no puedo ir juzgando a las personas como si fueran mis creaciones.
Dando palmadas suaves, explicó su punto a Bell, susurrando desde su oído, acariciando su cabeza con una ligereza de tal magnitud que parecía estar tocando el más fino material en la tierra.
Jamás haría algo buscando molestarte.
Claro que este tipo de declaraciones venidas de otro hombre, serían captadas como una muestra perfecta de querer o algo sexual. Viniendo del rey, era más bien un acto de amor real, amor y ya.
Sin embargo las maids entre-cerraron los ojos demostrando la envidia que desbordaron.
Oiga señor-rey-suuuuuuuper galán, ¿podemos dar fin al juego este con la señorita Hakuhou?
Elizabeth demostró sin embargo que ella también tenía objeciones contra el rey.
Cierto, Bell.
Al escuchar su nombre tan de cerca ella se ruborizó como si le hubieran hecho algo pervertido.
¿¡S-si!?
El pequeño salto dió pie a que inmediatamente volviera a su sitio algo avergonzada.
Siendo que eres buena en estas cosas, necesito que lo resuelvas. Calmate, tomate un respiro y di lo que piensas.
Bell asintió, procedió a cerrar los ojos y dos hileras de humo nacieron de ambos párpados, parecía sumergida en sus pensamientos de forma profunda.
.
"La vida es corta hay que aprovecharla, cuando se va no hay como regresarla".
Partiendo de aquella cita, mi vida se ha basado en buscar el mayor bien para mi y para mi familia. Sé que no se trata del mejor propósito del mundo.
Unos buscan ser héroes míticos, otros grandes gobernantes, algunos desean grandes riquezas y muchos quieren vidas más activas… Quizás es que soy una mujer aburrida.
Quizás es que mi familia es demasiado cerrada.
Cuanto más personas conozco de otros lugares, más me doy cuenta de que he crecido sin saber muchas cosas. Soy como una humana sin "eso"que la termina de hacer humana, a veces siento que soy una especie de "ser".
Por eso quizás es que aprendemos desde pequeños a respetar la familia como a nadie ni nada más.
Por eso es que somos de entre las 7 grandes familias, los más respetados.
Por eso es que somos el clan de los "demonios".
Sin embargo, hace varios años… Ya olvidé cuando y como pero un humano me hizo interesarme, me hizo sentir que era inferior a él, me hizo creer que él y ¿su raza? Eran más interesantes que nosotros.
¿Cómo puede ser esto? Me pregunté tras eso y de hecho cuento esto porque a día de hoy sigo frustrandome por como me sigue molestando, es como si no necesitara recurrir a las manos, ni siquiera a la genética… Ese tipo es abrumador.
Y no solo eso, este tipo… Si bien no recuerdo prácticamente nada de aquel encuentro, tengo muy presente que no era nadie. Un maldito fracasado que tenía la suerte de llevar consigo un apellido importante.
¡Y ahora ahí está! Es el hombre más amado del mundo, el dios en la tierra, el superhombre.
Ahhh, maldición. Me enfada demasiado pensar que ese sujeto me ha hecho quedar en ridículo tantas veces, ¿ nunca puedo dejar de pensar en él?
Últimamente mis planes van más acorde con aprender de él: Sidhartta Ponce de Oro.
Como la representante de la familia real más respetada, esto jamás debería ser dado a conocer, moriría de vergüenza si alguien supiera que estoy aprendiendo de un humano como él.
Refunfuñando para sí misma, la mujer pelirroja parecía alegre mientras sumida en sus pensamientos, se mostraba con algo de rubor en su rostro.
Hakuhou Ricarica.
Y al ser llamada, ella abrió los ojos con un ferviente temor naciendo de su más instintivo sentido.
.
¡Debe ser Florian!
Con un brinco, ella señaló enérgicamente la panza de Florian.
La conclusión que dió Bell no era algo fácil de entender, más que nada porque en realidad no había nada qué entender.
Florian, ella sigue ahí. Detrás de la puerta. ¿Verdad?
Cuando hizo esta pregunta, el hombre que ya estaba en el 3er postre, sonrió audazmente.
Obvio, solo era un farol suyo para tratar de desestabilizarnos. Quería ver que tan unidos éramos realmente.
La conclusión de Florian parecía tomada como algo verdadero y poco importante, incluso quien le viera diría que ya estaba premeditado.
Elizabeth guiñó el ojo con acierto, era un momento algo raro para tomarse esto como "bueno"pero nadie en el lugar pareció cuestionar nada.
Bueno Florian, dejó en tus manos el resto de la negociación. Bell, Elizabeth, Athenea, vamos. Tenemos otros asuntos. Shun, Trend, sigan con sus trabajos.
Habiendo decidido todo, un leve movimiento, todos se dispusieron a hacer caso.
3
Centro del Pueblo Hanma. 30 de Noviembre del año 4589. 7:20 pm.
Este lugar enserio0p da miedo.
Rose miró con algo de preocupación, aunque tampoco era como si no tuviera razón, después de todo las personas de un momento a otro dejaron de estar presentes.
Aunque todo esto fué obra de la chica que iba con ellos, ¿como dijo llamarse?
Livia miró en dirección al parque, donde justamente habian muchísimas personas reunidas hace tan sólo unas cuantas horas.
Míriam Madnesy.
Acompañado de un aire desdeñoso y resignado, Lucio pareció rendido ante el recuerdo de la susodicha.
El pensamiento de cómo logró encontrar una forma de evadir a Sasha solo para después encontrarse con esa chica tan monstruosa era algo que le hizo temblar un poco.
Aunque todo eso ya era cosa del pasado.
Los tres contemplaron la vista del pueblo una vez más, era ese tipo de situaciones absurdas que generan un interés inicial incapaz de ser repelido.
Debemos continuar, podríamos encontrarnos con el resto de personas que estaban con Ryu.
Rose siguió su camino tratando de persuadir con palabras demasiado esperanzadoras a Livia y Lucio.
Siguiendo la lógica más pura naturalmente esas personas ya deberían haberse ido a algún otro sitio, no es como que hubiera motivo alguno para creer que podrían llegar a tiempo pero la chica realmente quería comprobarlo con sus propios ojos.
Rose, creo que luego de esto debemos irnos. ¿No te interesa acompañarnos?
Aunque ambos la siguieron, Livia no pudo evitar proponer esto como una muestra de confianza. Independientemente de lo que pudiera llegar a pasar.
Aunque la forma de regresar también es incierta.
Con una sonrisa algo más decepcionada, Lucio dejó ver su nulo optimismo por esta situación.
A todo esto los 3 se encuentran caminando lo más rápido que sus heridas les permiten, cabe decir que el camino es aún más pesado por la falta de contacto con otras personas además de ellos mismos.
Curiosamente el trote no era lento, tampoco rápido y mucho menos algo resignado. El ritmo que mantuvieron haría creer que no estaban tan mal como su aspecto decía.
Rose, ¿por qué haces todo esto para reunirte con él?
En medio del silencio, una pregunta bastante fácil de responder para ella apareció.
Es porque tengo algo importante con él.
Tras esta declaración superficial que significaba cualquier cosa, ella se quedó callada, como si no hubiera nada más qué decir y junto a dicha respuesta una expresión despreocupada arruinó la solemne sonrisa que le decoraba.