Capítulo 5: El ingenio vence a la fuerza bruta.
— Si quiero ver el mañana tengo que vencer el problema que tengo enfrente – Bianca murmuró con la mirada en el hombre que había dejado su actitud tranquila e intimidante, a un aspecto monstruoso y aterrador con extremidades parecidas a tentáculos de calamar de color negro de los cuales goteaban el líquido oscuro que desprendía un olor nauseabundo.
Si esa bestia quería a Alice, entonces tendría que pasar por Bianca, al menos eso es lo que pensaba nuestra protagonista que su oponente buscaba, por otro lado, el monstruo estaba en su mundo concentrado mirando a Bianca con intenciones poco amigables, si mata a la adolescente y le lleva el anillo a su dueña, entonces sería libre al fin, después de tanto tiempo, ya no tendría que seguir sus órdenes o tener miedo que se deshagan de él por ser inútil y podría volver a ver a su familia, entre todos los que terminaron como él realmente tuvo mucha suerte de encontrar su boleto dorado.
Sus miradas eran serias, estaban determinados en sus objetivos. Una chica que quiere proteger a alguien y una bestia que busca su libertad, ¿Quién saldrá victorioso?, la batalla está por comenzar.
El monstruo sin dudar, atacó rápidamente a Bianca usando uno de sus tentáculos como látigo, apenas bloqueando el golpe, Bianca retrocedió, la velocidad de su oponente era inhumana, los tentáculos eran demasiado rápidos para el ojo humano pero Bianca los detuvo por reflejo.
Tras el impacto, las manos de Bianca quedaron entumecidas, no solo era rápido, también tenía mucha fuerza, si recibiera uno de esos golpes, terminaría malherida.
Esto apenas comenzaba y ella ya quería irse a dormir a su cama.
La pequeña Alice escondida detrás de un poste de luz veía preocupada a la señorita que la estaba ayudando, ni siquiera le dijó su nombre pero sabe que la señorita es una buena persona, apenas la conoció hoy y ya le agarró cariño a Bianca.
Volviendo con el enfrentamiento, el monstruo arremetió nuevamente usando dos tentáculos atacando a su objetivo principal, Bianca esquivaba y bloqueaba los ataques que le llegaban con su barra de metal, su agarre y postura eran la de una espadachina de primera, si su padre la viera ahora estaría orgulloso, los sonidos metálicos y el sonido de los truenos resonaban en el lugar junto a la lluvia.
Bianca se giró justo a tiempo esquivando otro tentáculos que venía de sorpresa a su cara, haciendo que esté golpeé el piso generando unas grietas en suelo por la fuerza descomunal que este tipo usaba, ni siquiera se estaba conteniendo contra ella.
Bianca maldice la suerte que tiene, a este paso, nunca en su vida podrá agradecer al dios de tener un buen dia.
Durante todo el combate, Bianca ha estado usando todo lo que había aprendido de asgrima para detener los movimientos de su contrincante y sin poder contraatacar una vez.
Bianca ya estaba cansada y su adversario parecía no sudar.
— Si sigo así perderé, ¡piensa Bianca!, ¡piensa! – Bianca se dijo a sí misma, tratando de encontrar una solución a su problema mientras rueda por el piso esquivando otro ataque, manchando su ropa de la escuela.
Respirando agitada, Bianca retrocedió para alejarse, pensó para sus adentros, en este momento debía guardar distancia y hallar una abertura para contraatacar.
— Cada vez que sus ataques no llegan a conectar, él retrae sus extremidades más lento.– Bianca había creado idea, era mala idea pero era la única idea que tenía hasta ahora, Bianca debía arriesgar todo en esto, como dicen por ahí "el que no arriesga no gana".
— ¡¿Enserio es todo lo que puedes hacer?!, ¡que inutil eres señor!– gritó Bianca a su agresor, ella esperaba que cayera en la trampa.
— ¡NO ME LLAMES INÚTIL! – gritó el tipo con forma de animal molesto por las palabras de Bianca, ¿Cómo era posible que no pudiera acabar con una adolescente que solo usaba un pedazo de basura para defenderse de él?, mientras más se resistía, más rápido llegaba a su límite y con ese último insulto dejó de lado pensar con claridad y atacó con todas su fuerzas a la chica que lo acaba de insultar.
— ¡Masa negra: puño gigante!– dijo con ira en su voz ronca, su sonrisa tétrica no le daba buena espina a nuestra protagonista.
Todos los tentáculos se unieron en una enorme bola enredada que se unió a uno de su brazos, su tamaño podía compararse con un auto y el jugo negro de antes chorreaba a montones al piso mientras el sonido de la lluvia y el respalndor de un relampago ihundaban el lugar oscureciendo la figura delante de Bianca, dando el escenario más aterrador posible.
— ¿Para qué abrí la boca? – Bianca se regañó a sí misma, tristemente su apuesta se tornó peor, ahora el sujeto era capaz de matarla de un golpe si quisiera, espera que su plan funcione o sino va a terminar en el polo norte del golpe que le espera.
La bestia ahora consumida por la irá empezó a girar su brazo con la bola negra, tomando velocidad, con cada vuelta que daba, el liquido negro salpicaba la calle, las casas y autos alrededor.
Bianca respiro hondo, tratando de prepararse para este momento, encaró de frente contra su oponente, este plan tenía tres partes, la primera era ir de frente sin miedo, esto para que su agresor crea que su objetivo sólo irá de frente, la segunda era que el momento justo, ella debía esquivar el ataque, haciendo que su oponente quede vulnerable para su contra, con una extremidad de ese tamaño, no podrá detenerse a tiempo al fin y al cabo, se trataba de ingenio y no de fuerza, el tercero y último paso era golpear justo en la cabeza del tipo con la barra de metal, no importa que tan resistente sea, cualquiera queda inconsciente una vez que su cerebro toca el cráneo.
— ¡Despídete, niña!– gritó desenfrenado el monstruo, ya estaba listo para terminar con esto.
La bestia abalanzó su gigante extremidad contra Bianca, la cual aún seguía corriendo de frente, la velocidad del brazo ya era aterradora y ahora no podía para su recorrido.
— Paso uno: listo – murmuró Bianca.
Todo se estaba moviéndose en cámara lenta, Bianca podía ver a pocos centímetros esa bola gigante delante de su cara, si no fuera por la adrenalina que sentía ahora su cuerpo le fallaría, el enemigo ya estaba sonriendo por su victoria pero no espero que por puro reflejo, Bianca logrará esquivar su ataque a escasos milímetros, esto era un milagro imposible de repetir, tomando por sorpresa al agresor, intentando que su brazo vuelva pero por la fuerza y la velocidad con que la envío, no podía detenerlo de golpe, debía esperar a que terminara su recorrido pero para entonces sería demasiado tarde.
— Paso dos: listo — murmuró nuevamente Bianca.
A pocos centímetros de su oponente Bianca se preparó para terminar su pelea, de todos los combates con espada que ha hecho este fue el más agotador en su vida.
— Técnica 2: golpe horizontal – Bianca susurró detrás del sujeto, empujando la barra de metal en sus dos manos.
El sonido metálico fue el único ruido audible en todo el lugar, Bianca había conectado su golpe en la cabeza del hombre.
— Paso 3: listo– Bianca pensó que al fin lo había logrado, pensando que salió victoria en proteger a la pequeña Alice escondida detrás del poste sorprendida por los movimientos que realizó su salvadora, mostrando su sonrisa triunfante, la sonrisa de Bianca lentamente terminó cambiando a sorpresa y terror al ver que paso, el hombre no cayó, ni siquiera retrocedió, ese golpe fue con todas sus fuerzas y pareció no importarle.
El sonido del crujir se escuchó rápidamente, la grieta en su cabeza se abrió más, dejando caer parte de su cara al piso como vidrio dejando ver su carne que era una masa burbujeante como un caldero pero lo que realmente asustó a Bianca fueron sus ojos, ojos sin vida de los cuales fluía ese líquido negro como lágrimas por lo que queda de su rostro.
— Buen golpe… – dijo este demonio inhumano con su voz seca, sus ojos empezaron a emanar un brillo rojizo intimidante que ni siquiera un psicópata podría mirar directamente sin sentirse asustado. Este monstruo traído del infierno, no caerá hasta cumplir con su misión y Bianca experimentaría la verdadera desesperación.
— ...ahora es mi turno! – terminó por decir, mostrando la mitad de su mandíbula aún en su lugar haciendo una sonrisa espeluznante a Bianca.
PRÓXIMO CAPÍTULO: NO ERAN SOLO CUENTOS