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Chapter 7 - Sin nombre

Capítulo 7: La Verdad

— Esto de verdad está pasando – Bianca se preguntó a sí misma.

No podía creer que estaba pasando, el brillo de color dorado que salia del anillo de su mano fluía por su cuerpo, esa sensación cálida era reconfortante y se sentía familiar.

Hasta hace unos minutos atrás nuestra protagonista Bianca estaba tirada en el suelo, sin aliento esperando que todo acabará.

Ahora Bianca está parada, confundida por lo que estaba pasando con su cuerpo.

¿Ella estaba pasando por una metamorfosis?

Seguramente no

Este tipo de cosas, son las que los chicos de hoy en día conocen como aumento de poder, este tipo de cosas solo pasan en libros o en su defecto en películas o series, donde el protagonista despierta un poder desconocido para recuperarse de la batalla y salvar la situación.

¿Salvar?

Bianca se dió cuenta de algo y se preocupó, se había olvidado de Alice, la pobre niña de cabello rubio aún seguía ahí, frente a ese sujeto que arrastraba sus tentáculos por el piso.

Alice, asustada con las lágrimas cayendo por sus mejillas no podía moverse ella estaba aterrada por la mirada penetrante de este monstruo.

— No te acobardes Alice – Alice se dijo a sí misma, aunque las lágrimas empezaron a caer por su rostro, sus ojos mostraban seriedad, ella parecía decidida a no escapar, Bianca necesitaba ayuda y ella iba a ayudar, aunque lanzar una piedra ayudó a que no acabarán con la adolescente, Alice se había convertido en el nuevo objetivo de la criatura humanoide.

El monstruo ya enfrente de la niña solo pudo decir —Ese golpe si me dolió – con molestia, él era fuerte pero no resistente al dolor y ese golpe con la piedra lo irritó mucho.

—No me culpes por tus acciones – dijo secamente hacia Alice, él culpaba a la pequeña por ser ella quien comenzó esto, ahora no se haría responsable de lastimarla . Elevando un tentáculo sobre su cabeza, él hombre acabaría con ella de un solo golpe.

Alice sin tener escapatoria, cierra sus ojos con fuerza esperando el golpe de gracia.

Clang!

Mientras aún tenía los ojos cerrados, escuchó un golpe metálico que resonó con fuerza en sus oídos, notando que el hombre estaba tardando en atacar, se confundió y al abrir los ojos, Alice vió un destello dorado junto a una cabellera negra con tonos rosas en las puntas del cabello que ondeaban con el viento con el viento, Bianca había detenido el ataque.

Bianca estaba ahí parada en medio de los dos bloqueando el tentáculo negro con la barra de metal que tenia momentos antes.

La sorpresa no tardó en llegar antes las dos personas que veían a Bianca impactadas.

Mientras Alice estaba asombrada por ver de nuevo a Bianca como si nada , el hombre estaba estupefacto, por la aparición de la chica.

—Es imposible, ella debería estar débil, ¿Cómo sigue poniéndose de pie? – se preguntaba el hombre con sorpresa en su voz.

Retrocediendo unos pasos hacia atrás observando a la adolescente con fastidio, un aura dorada estaba cubriendo su cuerpo las heridas que él le había provocado, desaparecieron sin dejar huellas.

¿Cómo era posible?

Hace poco ella estaba al borde del desmayo y ahora esta como nueva molestando otra vez como antes.

El no entiende como una humana normal puede recomponerse así de rápido, era como por arte de magia.

Viendo más detenidamente el sujeto pudo prestar atención a sus manos que sostenían ese pedazo de basura, viendo que el brillo que cubría a Bianca provenía del cristal del anillo que portaba.

¿El anillo tenía que ver con su recuperación?

Debe ser por eso que su dueña le encomendó la misión de obtener el anillo lo antes posible, él creía que su ama quería el anillo solo porque le gusta la joyería pero lo está viendo ahora tiene más sentido.

Ese anillo tiene algo especial y su dueña lo quiere así que él se lo va a dar.

Viendo a la chica junto a la niña delante de él, pensando que esto se volvió un fastidio.

—¿Señorita,? – Alice preguntó .

—Alice, ¿estás bien?, ¿No te lastimó? – Bianca le preguntó a la niña rubia que negó con la cabeza.

Bianca se agachó a su altura y le limpió las lágrimas de los ojos con sus manos.

—Que bueno, por un momento me preocupé, eres muy valiente, gracias por ganarme algo de tiempo – Bianca más tranquila eligió los actos de Alice con una pequeña sonrisa.

—Alice , ¿puedes volver dónde estabas escondida?, yo me haré cargo de darle una lección a ese tipo malo – Bianca le volvió a decir.

—Pero señorita, ¿va a estar bien? ¿ Y si te vuelve a hacer daño?– Alice le preguntó temerosa por volver a ver esa escena de la joven derrotada.

Bianca acarició su cabeza haciendo que Alice se tranquilice, su mano era cálida comparada con el frío de la calle, está sensación era reconfortante.

— No te preocupes, está vez no pasará– Bianca respondió a las preguntas de Alice, su sonrisa se hizo más grande, transmitía valentía y seguridad.

¿Cómo no confiar en esa sonrisa?

Alice acató su orden y volvió a ponerse detrás del faro de luz de antes y observando el combate.

Una vez que Bianca vió a Alice irse a su lugar seguro, regresó su vista a su objetivo, ese hombre con partes de un animal invertebrado retorciendo sus extremidades de manera errante con la cara cayéndose a pedazos.

Este tipo le debía una revancha y la iba a tener.

—Oye hombre calamar, ¿se te cayó la cara?, ¿O acaso la olvidaste en casa? – Bianca exclamó gritando con diversión en su voz.

Los ojos de ella mostraban esa chispa de emoción que le faltaba, está sensación hacía arder en su corazón la llama que había perdido hace años, la emoción de enfrentar un verdadero desafío.

Las palabras que le dijo hicieron enfadar más a la criatura, su llama de odio crecía con cada segundo viendo a chica frente a él, burlándose de su condición, el líquido negro burbujeaba en su cabeza y sus tentáculos se empezaron a mover furiosamente, si ahora tuviera su cara, Bianca vería que estaba enojado.

—¡Maldita mocosa!– gritó con odio hacia la chica, esto no lo perdonará.

El round 2 está por comenzar.

Bianca apretó la barra de metal con ambas manos, sintiendo como el calor inunda su cuerpo. El monstruo rugió con fuerza listo para acabar con esto de una vez.

— ¡Masa negra: filo letal!– pronunció la criatura, la punta de sus prolongaciones negras se afilaron como cuchillos que apuntaban a su víctima.

Bianca corrió en dirección del hombre que empezó a lanzar sus tentáculos hacia Bianca que con rápido giro al suelo evitando el golpe y contraatacando, impactando en uno de ellos.

El golpe que recibió, había cortado una de las prolongaciones haciendo que está caiga al piso y aún se moviera como cola de lagarto

El hombre pensó que "no solo se curaron sus heridas, sino también que ella se hizo más rápida y fuerte".

El monstruo respondió a eso con fuerza bruta, las extremidades que aún le quedaban, comenzaron a alargarse y rodeando a Bianca por todos lados como una jaula negra de las sombras , uno de los tentáculos salió de un costado intentando golpearla pero falló, por escasos centímetros había fallado, Bianca movió un poco la cabeza y lo esquivó.

Nuevamente atacó de la misma manera, de izquierda a derecha, de arriba y abajo, los tentáculos salían sin un patrón como lanzas a toda velocidad que cortaban el aire y Bianca los esquivaba con mucha facilidad, sus piernas sus brazos y hasta su postura cambiaban sin cesar con sus movimientos elegantes como si fuera un baile, cortando algunos de los tentáculos en el proceso.

El hombre, frustrandose aumenta la velocidad cada vez más y más.

Desde que Bianca comenzó a ser cubierta por el aura dorada, su cuerpo se sentía súper ligero aumentando su rapidez física y su rapidez mental, su cerebro marchaba más rápido que antes, su cuerpo reaccionaba al peligro en una fracción de milisegundos, era como tener el sentido arácnido, sus músculos se había hecho más fuertes, por eso pudo cortar una parte de la extremidad.

—Tecnica 3: Ráfaga Tornado!– Bianca dijo, usando la barra de metal empieza girar como un torbellino, haciendo pequeños cortes en las extremidades hechas de la masa negra del hombre y no puedan acercarse a ella.

Al ver que su intento de atrapar a Bianca en una jaula donde los ataques venían de manera aleatoria no funcionó, por la irá que le provocaba no acertar un golpe, mejor optó por atacar de manera más directa.

El hombre corrió hacia la chica, si no podía lastimarla teniendo la encerrada, entonces le daría el combate cercano que ella quería.

La bestia ahora con rabia en sus ojos se impulsó con sus piernas en contra de la adolescente, ella era rápida pero él también lo es, si impacta su ataque "puño gigante", él sería el vencedor, el único problema es que si ella lo esquiva, el quedaría indefenso nuevamente y él no creía poder soportar otro golpe en la cabeza, esta era su mejor apuesta para terminar esto, pero con esos reflejos que Bianca demostró, debía tener un plan en mente, debía atrapar a Bianca en una en la que no pueda moverse con libertad.

El sujeto sabiendo que la velocidad no le servía, apretó su puño izquierdo, inclinando su cuerpo hacia atrás dando una pausa para atacar, él había tenido una idea para ganar.

Hará que Bianca vuele por los aires y cuando descienda, la esperara con su técnica "puño gigante" para rematarla.

Bianca ve como en cámara lenta, el hombre tenebroso se acerca a ella en un instante, en un parpadeo, él se encontraba agachado frente suya con el puño listo apuntando a su cara, por inercia ella se cubre cruzando sus brazos delante de ella para protegerse.

El golpe no tardó en llegar y Bianca sintió como sus pies dejaban de sentir el suelo, el impacto fue tan fuerte que la mandó a volar varios metros hacia arriba.

—¡Masa negra: puño gigante! - gritó con todas sus fuerzas, todos sus tentáculos se empezaron a enredarse entre sí, creando una gran bola negra que desprendía un olor pútrido.

Bianca sabía que está vez no tenía forma de esquivar, mientras volaba, sintió el viento tocar su rostro. Su cuerpo giraba en el vacío, pero no había manera de frenar su caída. Ella se acercaba al suelo rápidamente, y con él, el impacto del "puño gigante".

—¡Esto se acabó! – gritó el hombre hacia Bianca, un gran estallido se escuchó, fue tan fuerte que incluso parecía que movió la tierra.

Bianca había sido alcanzada por su ataque y fue mandada a volar como un proyectil hasta estrellarse contra una pared destruyéndose y generando cortinas de polvo.

—¡Señorita!– Alice gritó, acaba de ver lanzaron a Bianca a estrellarse contra una edificación y se preocupó mucho por ella, esto estaba mal.

El hombre agotado, con la respiración entrecortada, observaba cómo resultó la batalla, su sonrisa no tardó en llegar, él lo logró, venció a la chica, al fin terminó, al fin podía entregarle el anillo a esa mujer loca, al fin podía tener su libertad y volver con su familia.

—Eso es todo– dijo con satisfacción en su voz. Aunque ya terminara, él se tambaleaba en su lugar, estaba agotado, usar la masa negra era muy estresante para su cuerpo, sentía que en cualquier momento podría desmoronarse, no tenía fuerza como para mover sus tentáculos negros que habían formado una gran bola gigante que aplastó a la chica, terminaron separándose y cayeron al piso, no esperaba tener que luchar así para vencer a una adolescente. Una adolescente que le hizo frente con solo una barra de metal en mano, fue más difícil de lo que pensó, pero todo habrá valido la pena.

Pero de pronto sintió que algo no estaba bien. A medida que la nube de polvo comenzaba a disiparse, el monstruo vio una figura seguida en medio de los escombros, sus ojos mostraban incredulidad. Bianca seguía de pie, no solo aguanto el golpe sino que el aura dorada que la cubría, resplandecía con aún más fuerza que antes.

Alice se alegró de ver a la chica, por un momento se preocupó demasiado, no parecía que haya recibido daño, era como si no hubiera pasado nada para ella.

—Debe ser una broma ¡Ya no deberías seguir viva! – exclamó con ira, él no entendía cómo era posible. Había golpeado con todas sus fuerzas, con su mejor técnica, un golpe mortal que nadie podía sobrevivir y sin embargo ella estaba frente a él, la voluntad de la chica era increíble pero para él esto era insoportable.

—¿Sabes porque me sigo levantando?– Bianca preguntó, limpiando su ropa que quedó sucia tras romper la pared, el sujeto delante suya, el hombre confundido y molesto solo la miró esperando la respuesta.

—Porque en mi corazón arde la llama del deber. En momentos de injusticia, siempre protegeré al que no puede defenderse. -- Bianca respondió mostrando su gran sonrisa, que confianza.

El miedo ya no era un problema en el corazón de Bianca, está vez se sentía tranquila.

El hombre agarraba su cabeza con frustración, revolviendo su cabello negro desesperado, su ataque más fuerte no funcionó y su cuerpo no aguantaría mucho más el estrés de usar tanto tiempo esa forma de criatura salida del mismo infierno. Sus ojos estaban inquietos, su aliento se tornó pesado, el miedo de fracasar inundó su mente.

—No puedo.. no puedo.. no puedo fallar.– Decía temblando cabizbajo mirando al suelo.

—Debo regresar a casa….–Su voz se tornó nerviosa, sus dientes se apretaron fuertemente, Bianca que la miraba con confusión, su actitud pareció cambiar de irá a miedo en un segundo.

—...Si no consigo…. ese maldito anillo entonces... --Volvió su vista hacia Bianca sin buenas intenciones.

—....Soy un hombre muerto! – gritó desde lo más profundo de su alma.

Aunque Bianca tenía una voluntad fuerte, él también poseía un deseo que iba más allá de su mismo.

Si pensar, se lanzó a lo loco

Sus extremidades se agitaban como látigos que desgarraban el aire incontrolablemente.

Bianca por un momento se sorprendió, cuando alguien ya no ve forma de ganar un combate, estos se rinden sin volver a intentar ponerse de pie. Aunque él estaba cansado y no parecía poder más, sigue luchando, esto era el máximo honor que podía tener una persona de su oponente.

Bianca ya no tenía dudas, le dará a esta persona el combate final que merece.

Bianca se movió con calma, esquivando los ataques, su mente estaba clara y sus ojos le mostraban el camino, aunque los tentáculos abarcan un gran área ellos tenían limitaciones de la dirección a la que iban mientras ella movía su cuerpo a pocos centímetros para esquivar los ataques que venían sin descanso.

Los ojos del hombre mostraban cansancio y desesperación, no acertaba ningún golpe y su energía se agitaba cada vez más rápido, sus movimientos se volvían cada vez más torpes y predecibles para Bianca, que de un momento a otro volvió a tomar su arma.

Esperando la oportunidad para terminar con un golpe, sus ojos brillaron al ver los tentáculos que cortaba caer dejando a su oponente sin defensas para protegerse.

—Técnica 4: Impacto veloz.–Bianca susurró, su agarre se volvió fuerte, sus pies agrietando el suelo , sus ojos mostraban decisión y el brillo que la rodeaba aumentó.

Un fuerte estruendo sonó en el lugar, la zona perdió su color gris para se reemplazado por el color blanco, en un segundo Bianca apareció delante de la criatura fuera de control, su cuerpo en posición de ataque haciendo un tajo en diagonal que marco el pecho del hombre, las partes negras se dispersaron de su cuerpo manchando la calle ya dañada.

—Eso fue mi regalo para usted señor–Bianca observó como el hombre caia de espaldas, su mandíbula expuesta estaba abierta, dejaba escapar aire de lentamente, marcando el final del combate

Silencio.

Bianca dejo escapar un suspiro. El aura que la rodeaba desapareció. Bianca empezó a caminar hacia Alice. Mientras caminaba, ella analizaba el lugar de la pelea, al ver los daños causados sólo pudo agradecer que nadie esté ahí, destrozó un bote de basura, un auto e incluso una pared de una casa. Por cada paso que daba ella comenzaba a tambalearse, quería llegar junto a la niña antes de que la adrenalina deje su cuerpo por completo pero…

Bianca cayó al suelo.

La barra de metal rodó fuera de su alcance. Su rostro mostraba dolor.

—¡Señorita! – Bianca escuchó la voz familiar de Alice, sus pequeños pasos resonaban más fuerte en los oídos de Bianca que observo a la niña de cabello rubio correr hacia ella.

—Estoy bien, no te preocupes– Bianca le comento a Alice, su cansada sonrisa mostraba felicidad, cuando llegue a su casa tomara un merecido descanso.

—Señorita, eso fue muy genial!.. ¿De dónde aprendió a hacer esos movimientos?– Alice menos preocupada por ver la sonrisa de Bianca le preguntó.

—Mi padre me enseño a luchar desde que tengo memoria– Bianca respondió, desde hace mucho, su padre la crio para que supiera defenderse de las malas personas, cuando comenzó a practicar, sus brazos quedaban cansados, sus piernas entumecidas, sus pulmones casia reventar y su cabeza dando mil vueltas, si ella fuera sincera diría que el entrenamiento era una tortura, pero con el tiempo y la constancia su cuerpo se adapto dejando atrás la fatiga pero en este momento sentía su cuerpo arder en las llamas del dolor, la pelea fue de un lado para el otro, había ganado gracias a un milagro, estaba aliviada de poder relajar su cuerpo, cuando vuelva a casa se tomara un merecido descanso, después de tanto todo esto había terminado.

O eso pensó.

El hombre que seguía acostado en el piso mostraba confusión en su rostro.

¿Que acababa de pasar?

Eso no fue normal, esa chica viajó a la velocidad del rayo y acabó con él en un segundo.

Él estaba ganando y de la nada su oponente obtiene un nuevo poder.

No era justo.

Su cuerpo no se podía mover, el dolor en su cabeza era insoportable, por más que intentará su cuerpo no reaccionaba, esto era normal después de exigirle tanto teniendo un cuerpo frágil.

Se preguntaba cómo terminó así. En su mente llegaba la imagen de dos personas, una niña y una mujer con el cabello oscuro, ambas sonriendo al verlo llegar a casa, la calidez, los abrazos y el amor de una familia, las recordaba vívidamente.

Pero también recordó el dolor, la impotencia, recordaba a su hija en la cama del hospital sin moverse.

Flashback

—Si no la operamos, no va a sobrevivir– fueron las palabras que salieron de la boca del doctor su voz con un tono serio y preocupante, que congeló su corazón.

—¡Pero no tenemos el dinero para pagar!– exclamó con desesperación.

Recuerda a su esposa llorar en sus brazos, no era justo.

¿Qué podía hacer para salvar a su hija?

Recordaba estar en un cuarto pequeño, de un lado una pared había barrotes que impedían su escape.

El terminó en la cárcel por robarle dinero a una persona importante para pagar la cirugía de su hija, lo atraparon y terminó ahí.

¿Estaba mal querer salvar a su hija?

Solo podía lamentarse de no poder hacer más.

Escuchó la puerta de la celda abrirse y vislumbro el cuerpo de una mujer hermosa de cabello rojo que ella lo miraba con una sonrisa siniestra.

—Hola Thomas, se por lo que estás pasando, y no te preocupes, ya pagué tu fianza y la operación de tu hija– Esas palabras agarraron a Thomas desprevenido, solo podía agradecer a está mujer frente suyo.

—Pero a cambio debes hacer algo para mi– su sonrisa era perversa y siniestra, él no estaba seguro de si aceptar pero no podía rechazar a la persona que resolvió sus problemas.

Después de eso solo sintió dolor y soledad, una vez que aceptó la ayuda de esa mujer con personalidad de demonio, ya no tenía escapatoria.

No había visto a su familia en mucho tiempo y quería ver si estaban bien, pero nunca pudo desobedecer a su dueña.

—Eres mi propiedad ¿Quieres tu libertad?, busca un anillo que desprenda energía y tráemelo, y si ves a alguien que lo lleva, mátalo– Fueron las últimas palabras que escuchó de esa mujer, creía que sería fácil pero ahora estaba derrotado.

No era justo.

Su cuerpo ya no era normal, se había convertido en un monstruo, hizo esto por su esposa, por su hija.

No ver a su familia era lo mismo que estar muerto.

—Masa negra: Bestia salvaje– susurró débilmente, su cuerpo empezó a liberar el líquido negro a mares, todo a su alrededor terminó manchando se con la oscuridad de su corazón que palpitó con fuerza, la llama de su corazón no se ha apagado.

Bianca sintió un mal presentimiento en su espalda, giró la cabeza para ver donde estaba el sujeto con el que peleó, viendo algo que hizo que ella se paralizara del miedo.

El hombre lentamente se levantaba, la masa negra terminó corriendo partes de su cuerpo dándole garras a sus manos,, sus músculos se endurecieron, sus ojos mostraban un color blanco puro que inquietaba, su boca mostraba los dientes que se afilaron y su voluntad no ha caído.

—Quiero ese anillo….–Dijo el hombre su voz era rasposa y llena de irá, su cuerpo tomó la forma de una criatura de cuentos de terror que aparece en la oscuridad.

Existe una verdad que poca gente conoce.

Cuando alguien que tiene una gran ambición siente que pierde su oportunidad, hará lo que sea para obtener lo que quiere.

Él había dejado su humanidad para convertirse en un monstruo.