Finalmente tuve la oportunidad de reflexionar sobre las palabras de Bai Ye después de que se fue.
—Algunas cosas, a menos que me las cuentes tú mismo, no quiero adivinar ni asumir.
¿Qué quería decir? ¿Estaba insinuando que sabía sobre mi enamoramiento hacia él todo este tiempo y quería que se lo admitiera?
A veces, cuando cruzaba miradas con Bai Ye, no podía evitar pensar que su mirada podía ver a través de mí, que sabía todo lo que estaba pensando y todo lo que no decía en voz alta. Deseaba que esta fuera una de esas veces en que simplemente leyera mi mente, pero no podía hacerme creerlo.
Los sentimientos románticos entre maestros y discípulos no solo estaban prohibidos; eran un pecado. Los discípulos debían honrar y respetar a sus maestros como a sus padres, particularmente cierto en mi caso, porque no podía negar el hecho de que Bai Ye había sido como un padre para mí desde que era una niña, y envolver sentimientos románticos en tal relación iba en contra de toda regla y norma moral.
Siempre lo había sabido, y por eso mis sentimientos por Bai Ye eran un secreto que no podía permitirme que nadie supiera, especialmente él. Si incluso me sentía avergonzada de mí misma por tener esos pensamientos, ¿qué pensaría él si se enterara?
Además, incluso si no fuera su discípula, ¿cómo podría alguien como Bai Ye enamorarse de mí? Era una leyenda en el Monte Hua y perfecto en todos los sentidos. Yo era débil, tímida y demasiado común.
—Si quieres contarme más cuando regrese, estaré encantado de escucharlo.
No, no lo estará, me dije a mí misma. Por mucho que esperara estar equivocada al respecto, no podía arriesgarme a decirle la verdad y arruinar todo entre nosotros.
Me fui a la cama esa noche con esos pensamientos. Pero la voz de Bai Ye todavía resonaba en mi mente, y estuve despierta toda la noche.
~
La próxima mañana, me levanté al amanecer como de costumbre, atontada por la falta de sueño. La sala estaba tranquila sin Bai Ye. Él normalmente ya estaría despierto antes que yo, y lo vería practicar movimientos de espada en el jardín cuando pasaba por allí. A veces me detenía y lo observaba por un rato, diciéndome a mí misma que era para observar sus técnicas, cuando sabía de hecho que solo quería estar cerca de él siempre que pudiera.
Tomé un desayuno ligero y me estaba preparando para salir hacia la sala de Xie Lun cuando alguien llamó a la puerta.
—¿Senior Yun? —una voz de chica llamó—. ¿Estás despierta? Soy Lin Weiwei.
¿Lin Weiwei? Era una nueva discípula de medicina del pico principal. ¿Por qué estaría aquí?
Abrí la puerta. Ella sonrió brillantemente y se disculpó:
—Lo siento mucho por molestarte tan temprano en la mañana, Senior Yun. Pero a Senior Chu no se ha sentido bien toda la noche y me pidió que fuera a buscarle algunas hierbas para un estómago revuelto. Soy nueva en medicina, y no quiero traerle las equivocadas... ¿Serías tan amable de ayudarme?
Así que Chu Xi sí terminó con un efecto secundario de mi medicina—Bai Ye me había dicho que no agregué suficiente regaliz para neutralizar la fuerza. Sentí un ligero tinte de culpa. Después de todo, la medicina no debería discriminar, y no era mi objetivo vengarme de la grosería de Chu Xi dándole una medicina que causara dolor.
—Por supuesto, —dije—. ¿Quieres que vaya y las recoja contigo?
—Si no es demasiado problema para ti —Lin Weiwei hizo una reverencia—. Muchas gracias, Senior Yun. Estoy segura de que Senior Chu lo agradecería mucho.
Lo dudaba. Lin Weiwei era demasiado nueva en el Monte Hua para recoger todos los pequeños odios y rencores entre discípulos.
Me coloqué la canasta de hierbas. Después de considerarlo por un momento, también traje Estrellas Gemelas, no quería dejarlas fuera de mi vista. Luego, Lin Weiwei y yo nos dirigimos hacia las montañas traseras.
El aire estaba fresco y seco, raro para un día de verano. Rayos de sol brillaban a través del espeso dosel de los árboles, resplandeciendo sobre el rocío matutino que aún persistía en la hierba y arbustos debajo. Caminamos en silencio por un rato hasta que llegamos a un claro.
—Aquí es donde recojo la mayoría de mis hierbas —le indiqué a Lin Weiwei que se detuviera—. Hay un lago subterráneo antiguo debajo de nosotros, que añade mucho poder espiritual a las cosas que crecen por aquí.
—Eres muy buena en medicina —dijo Lin Weiwei—. Jamás hubiera notado la diferencia. Para mí, las hierbas son solo hierbas.
Saqué algunas raíces de coptis. —Probablemente necesitarás estas. Ayudan mucho con un estómago revuelto.
Lin Weiwei me observó poner las raíces en mi canasta. —¿Sabes por qué Senior Chu enfermó? —preguntó de repente—. Ella normalmente tiene muy buena salud y se sentía totalmente bien hasta que le afectó de la noche a la mañana.
Su pregunta me sorprendió. ¿Le dijo Chu Xi que preguntara esto?
Consideré decirle la verdad, que cometí un error al hacer la medicina de Chu Xi y causé efectos secundarios. Pero conociendo a Chu Xi, ella nunca dejaría pasar mis más mínimos errores y probablemente convertiría esto en una historia de que intenté envenenarla. No quería darle tal ventaja.
—Podría ser muchas cosas, —respondí—. El verano es una mala temporada para los estómagos revueltos. Sin embargo, no me preocuparía demasiado, generalmente desaparece en un par de días incluso sin medicina.
—Eso alivia mis preocupaciones. Gracias, Senior Yun, —dijo Lin Weiwei. Pero a pesar de su dulce tono, pensé que noté un breve destello de rencor en sus ojos. Probablemente fue un truco de la luz, porque al momento siguiente cuando volví a mirar, había desaparecido.