Chereads / Yharim: El Señor De Las Sombras / Chapter 4 - Capítulo 4: Ecos de los Caídos

Chapter 4 - Capítulo 4: Ecos de los Caídos

La primera luz del alba acariciaba las montañas que rodeaban Nochebruma, mientras Aiden observaba desde la distancia los últimos vestigios del caos que había dejado la batalla. A pesar de la calma que traía el nuevo día, su mente estaba sumida en un torbellino de preguntas. El encuentro con Yharim había dejado más dudas que respuestas, pero una cosa era clara: su vida había cambiado para siempre desde que esa energía misteriosa despertó dentro de él.

 

Mientras Aiden y sus compañeros regresaban a la Academia de Guerreros de Eldrath, sus pensamientos se entrelazaban con los recuerdos de la anciana que había encontrado en Lúmina y sus palabras de advertencia. "Una sombra oscura volverá a caminar por este mundo", había dicho. Ahora sabía que esa sombra tenía un nombre: Yharim, el antiguo héroe caído.

 

Kael, Mira y Thorne lo acompañaban, manteniendo un silencio reflexivo que contrastaba con su usual camaradería. A medida que avanzaban por el camino, el bosque que los rodeaba parecía contener su respiración, como si la naturaleza misma comprendiera la importancia de su misión.

 

—Aiden, necesitamos hablar de lo que sucedió anoche —dijo Mira finalmente, rompiendo el silencio. Su tono era directo, pero en sus ojos se reflejaba una preocupación sincera—. Esa energía que invocaste, nunca había visto algo así. Repeliste a Yharim, y eso no es algo que cualquiera pueda lograr.

 

Aiden asintió, apretando los puños. —Lo sé. Fue como si... algo dentro de mí hubiera despertado. Esos ecos... esas voces que siempre escuché durante mis entrenamientos, tomaron forma, guiándome. Pero no sé cómo controlarlo.

 

—Sea lo que sea, nos salvó la vida —intervino Thorne con su tono habitual, aunque más serio de lo normal—. Si puedes usar ese poder contra Yharim, debemos entenderlo. Quizás haya algo en los registros antiguos de la academia que nos diga qué significa todo esto.

 

Kael, que caminaba con la mirada fija en el suelo, asintió con un suspiro. —La biblioteca de la Academia de Eldrath tiene textos que datan de la época antes de la caída de Yharim. Si hay alguna pista sobre esos "Ecos de los Caídos", la encontraremos ahí.

 

La academia les recibió con su imponente estructura de piedra gris, sus torres elevándose como guardianes antiguos que observaban el horizonte. Aiden se detuvo frente a la entrada, con una mezcla de nostalgia y temor. Había llegado a este lugar buscando convertirse en un guerrero, pero ahora sentía que estaba destinado a algo mucho más grande y peligroso.

 

Una vez dentro, se dirigieron a la biblioteca. Los pasillos estaban en silencio, solo interrumpidos por el crujido de las estanterías llenas de pergaminos y libros cubiertos de polvo. El maestro bibliotecario, un anciano de barba blanca, les permitió acceder a la sección de textos antiguos, una zona que rara vez se visitaba.

 

—Busquen cualquier mención sobre los poderes que tienen que ver con la energía de antiguos guerreros o con Yharim antes de su caída —ordenó Mira mientras comenzaban a revisar los viejos volúmenes.

 

Horas pasaron mientras Aiden hojeaba libro tras libro, tratando de encontrar algo que explicara su habilidad. Kael y Thorne hacían lo mismo, mientras Mira analizaba mapas y diagramas antiguos. Finalmente, Kael levantó la vista de un pergamino amarillento, con un brillo de emoción en sus ojos.

 

—Aquí hay algo... —dijo, y todos se acercaron para escuchar—. Habla de una antigua orden de guerreros que podían acceder a las habilidades de aquellos que habían caído en combate, como si sus espíritus permanecieran a su lado. Los textos los llaman los "Vástagos de los Caídos".

 

Aiden sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar aquellas palabras. —¿Vástagos de los Caídos? ¿Eso significa que yo...?

 

—Podría ser —respondió Kael—. Según esto, los Vástagos no solo canalizaban el poder de los caídos, sino que también heredaban su conocimiento en combate. Pero... aquí hay una advertencia. Se dice que este poder viene con un costo: la línea entre el presente y el pasado se vuelve borrosa, y muchos perdieron la razón al tratar de comprender las voces que resonaban en su mente.

 

El silencio se hizo presente entre ellos mientras asimilaban la gravedad de aquella revelación. Aiden sentía que las piezas comenzaban a encajar, pero también comprendía que su camino sería aún más peligroso de lo que había imaginado.

 

—Esto explica por qué pudiste enfrentarte a Yharim, aunque fuera por un momento —comentó Mira, con una expresión pensativa—. Pero también significa que él sabe quién eres, Aiden. Y probablemente vea en ti una amenaza para sus planes.

 

—Debemos prepararnos —dijo Thorne, rompiendo la tensión con un golpe firme en la mesa—. Si Yharim teme a este poder, entonces hay una oportunidad para detenerlo. Pero tenemos que entrenar más duro que nunca.

 

Aiden asintió, sintiendo la determinación reforzarse en su interior. —No dejaré que estas voces me controlen. Si los Vástagos de los Caídos eran capaces de usar este poder, yo también lo seré. Y si Yharim ha regresado, entonces me aseguraré de que esta vez, no encuentre el mundo tan fácil de dominar.

 

El grupo se dispersó por la biblioteca, cada uno buscando cualquier pista adicional que pudiera ayudarlos en la batalla venidera. A medida que Aiden repasaba las viejas crónicas, su mente regresaba a la figura de Yharim y a la intensidad de su mirada. Había visto el reconocimiento en sus ojos, pero también algo más profundo, una tristeza que parecía venir de un pasado lejano. ¿Qué había llevado a Yharim a convertirse en el Señor de las Sombras?

 

El sol se ponía tras las ventanas de la academia, tiñendo los muros de un rojo profundo. Aiden se dio cuenta de que, aunque la historia de Yharim era un enigma, la suya apenas comenzaba a escribirse. Y, con la ayuda de sus amigos, enfrentaría la oscuridad que se cernía sobre Terra, armado con los ecos de los héroes caídos que lo acompañaban.

 

A medida que la noche envolvía la academia, Aiden se prometió a sí mismo que dominaría este poder, sin importar el precio. El destino de Terra dependía de ello, y ahora sabía que la sombra de Yharim no era el único legado del pasado que regresaba para reclamar su lugar en la historia.