—No vamos a ir a la manada River Creek —admitió Khaos—. Él le lavó las manos de la sangre.
Mientras tanto, Bryden observaba su interacción desde lejos. Esta vez, Caiden no los acompañó, en su lugar fue el beta, quien se unió a este viaje, ya que el gamma tenía algo más que hacer.
A Bryden no le gustaba cuán atento era Khaos con Zuri. No conocían a esta mujer, pero la manera en que el alfa la trataba era tan diferente. Podría entender si él quisiera usarla por su talento, pero se sentía diferente.
—¿No vamos a la manada River Creek? —Zuri miró a su alrededor nuevamente, como si pudiera encontrar alguna señal que le indicara el destino al que se dirigían.
—No. Vamos al mercado negro. Conseguí una pista sobre el sello dorado —Khaos secó su mano, pero no preguntó por qué estaba sangrando o por qué había tenido un arrebato antes—. Vol vamos al carromato.