—Para ser justos, no creo que le importe una mierda sobre mí —Zuri enrollaba su cabello con su dedo, mientras la sangre goteaba de su cuello—. No le importa una mierda sobre mí... no le importa una mierda sobre mí... —cantaba con la letra.
Lorent la observaba mientras ella cantaba y luego tarareaba esa estúpida canción.
—Sí, no le importas una mierda —él validó sus sentimientos—. Está aquí porque quería recuperar su Concha, no a su pareja. Le preocupa tú porque eres la clave para que él obtenga el poder supremo del licántropo. No eres nada para él.
Zuri dejó de cantar, dejó de balancear su cuerpo de un lado a otro. Miró fijamente a Lorent y luego masticó su labio.
Lo que Zuri dijo era cierto. Probablemente Lorent no recuperaría a su pareja. No debería haberle dejado saber acerca de la existencia de su pareja. Eso fue su error.
