Zuri se rió de su comentario, sus ojos brillaban intensamente bajo la luz del sol que se filtraba a través de la ventana. Se veía un poco pálida y agotada, pero sus ojos seguían vivos.
—Te has vuelto más y más atrevida solo porque te mostré amabilidad —Xaden entonces lanzó a Zuri sobre la cama, pero ella seguía riendo como una maníaca, incluso cuando él la despojó de su ropa.
—¿Qué? —Zuri lo incitó—. ¿Por qué no invitamos a otro hombre aquí para que tú también puedas aprender de él? Yo aprendí mi lección, creo que deberías aprender la tuya también.
Ese comentario le valió otra dura bofetada y Xaden le arrancó la ropa interior. Ya estaba excitado por ella.
—¿Así es como te ha estado enseñando tu madre? —Él agarró su cabello y levantó su cabeza—. ¡Tu madre debería haberte enseñado mejor que esto acerca de cómo satisfacer a tu compañero! Ella ha hecho un gran trabajo con tu padre, deberías aprender de eso.