*Shelby*
Michael me tendió la mano, y yo la acepté. Me ayudó a bajar de la plataforma de nado y subir a la parte trasera de la moto acuática.
—Vamos a buscar esos delfines —dijo.
Arrancamos, y tuve que agarrarme de su cintura para mantenerme en la moto acuática. Casi salté cuando su piel tocó la mía.
Fue solo entonces cuando me di cuenta de que Michael estaba sin camisa. Instintivamente, quería acercarme más a él, presionar mi cuerpo contra su espalda musculosa.
Constantemente tenía que esforzarme por resistir ese impulso.
—¡Él es el padre de tu amiga! —me grité internamente. Desvié mi atención de nuevo al agua. El agua estaba cristalina y tranquila.
Mirando hacia el lado de la moto acuática, podía ver el fondo en algunos lugares. Pasamos sobre una vida marina colorida que era tan cautivadora que casi me hacía olvidar la musculosa espalda de Michael.
Casi.