Lucille no dijo nada. Caminó directo, cogió los papeles de la mesa y estudió el contenido con atención.
Los documentos detallaban claramente que debía transferir el 10% de sus acciones del Grupo Jules a Zoey Johnson sin ninguna condición.
Mientras que el 30% restante sería entregado incondicionalmente a Howard Jules.
La cabeza de Lucille estaba baja mientras leía los documentos, pero de repente estalló en carcajadas.
—¿Howard pensaba que era una tonta? —Iba a dejarla sin nada, incluso el vampiro no es tan cruel como él.
—¿De qué te ríes? —Howard frunció el ceño descontento—. ¡Te he dicho que lo firmes! ¿Qué estás esperando?
—Lucille levantó las cejas y se sentó frente a él. Su pecho estaba inflado y sus manos cruzadas como una reina dirigiéndose a su discípulo—. Si quieres que firme esto, necesitas darme una razón para hacerlo.
—Howard frunció el ceño impaciente—. ¿Qué razón necesitas? ¡Soy tu padre! ¡Haces lo que yo digo!