—Lo siento mucho, Zel. ¿Qué puedo hacer para compensarte? ¿Qué puedo hacer para que vuelvas a casa? Estoy dispuesta a quedarme y luchar por nosotros. ¿Lucharás por nosotros en lugar de correr de vuelta con mamá y papá?
—¿En serio estás hablando en serio? ¿Por qué debería luchar por algo y por qué debería luchar por alguien que me ha demostrado durante semanas que prefiere pasar tiempo con, invertir en y joder a su puta que estar con su pareja? La respuesta es no, de ninguna manera. Jamás lucharé por estar donde me han demostrado una y otra vez que no soy deseado. ¿Qué, quieres que vuelva para que puedas encerrarme y joder a tu puta todos los días para torturarme? Por favor, perra. Tú y yo nunca volveremos a pasar, así que acéptalo y sigue compartiendo a tu puta con todos los hombres de tu manada porque terminé en el momento en que la cogiste y casi mataste a mi hijo —dije.
—¿Y qué hay de nuestro hijo, Zel? ¿No merece que intentemos arreglarlo juntos?