Los dos salieron del hospital juntos y se montaron al auto.
Connor miró a Annette preocupado. —¿Quién te hizo esto? ¿Acaso no puede sostener una taza con firmeza? Si no, esa persona debería dejar esta empresa.
—Se llama Thea y trabaja aquí desde hace mucho tiempo. Ya se disculpó conmigo y dijo que no lo hizo a propósito —Annette se encogió de hombros y dijo.
Connor la miró a través del espejo retrovisor y preguntó. —¿Así que? ¿Solo la perdonaste así como así?
Annette dudó un momento antes de decir. —Claro que no. Lo hizo a propósito.
Connor volvió a mirarla. Su voz se volvió más aguda. —¿Lo hizo a propósito?
Annette sonrió. —Eres el jefe. ¿Sientes que me estoy quejando contigo al decir esto?
—¿Qué pasó exactamente? —Connor dijo.