Todo avanzaba paso a paso según su plan.
Sophia logró reunir diez millones. Sin embargo, no fue Sophia quien vino a entregar el dinero, sino Grace.
Grace seguía luciendo su usual maquillaje exquisito y elegante. Llevaba joyería cara en su cuello, muñecas y oídos, y vestía un largo vestido azul, pareciendo completamente una esposa adinerada.
Emily se sentó junto a la ventana en una cafetería, observándola.
Grace también observó a Emily y sonrió —Realmente te pareces mucho a tu madre.
—Eso no es sorprendente —respondió Emily—. Señora Morgan, usted vino aquí en lugar de Sophia hoy. ¿Tiene algo que decirme?
Grace acarició con calma la pulsera en su muñeca y fue directamente al grano —Sophia no es muy inteligente. No ve a través de tus intenciones y piensa que te divorciarás de Nathan una vez que tengas el dinero... Emily, yo no soy Sophia. Seamos claros. ¿Qué es exactamente lo que planeas?