La sopa de pollo estaba lista y Emily guardó un poco en el refrigerador. Luego, envió un mensaje de texto al Sr. Satanás:
—Esta noche voy a un concierto. La cena está en el refrigerador; puedes calentarla en el microondas.
El Sr. Satanás respondió:
—¿A qué hora termina el concierto? Iré a buscarte.
—No hace falta, puedo volver por mi cuenta.
—¿A qué hora?
—De verdad, no hace falta...
—¿A qué hora?
—Iré con Olivia al concierto, ella me puede traer de vuelta.
—¿A qué hora?
Tres consecutivos mensajes de "¿A qué hora?" enfatizaron su determinación.
Emily soltó una pequeña risa y aceptó:
—Alrededor de las 11 pm.
—De acuerdo.
Guardando su teléfono, Emily recogió el contenedor de comida y salió con Olivia.
Primero fueron al hospital a llevar la sopa a su padre y a su tío, y luego se apresuraron hacia la arena.
Al llegar, Olivia salió primero del coche y abrió la puerta:
—Emily, espera aquí un momento. Voy a entrar y conseguir tu pase de personal.
Emily asintió. —Está bien.