En ese momento, Herry dio un fuerte estornudo.
Logan Morgan, manejando el coche, frunció el ceño con fuerza. —Herry, ¿te estás resfriando?
Herry, apático, se acurrucaba en los brazos de Grace, sin mostrar señales de su habitual yo travieso.
Grace lo envolvió suavemente en su propia ropa, diciendo con dulzura —Probablemente jugó demasiado salvajemente en la exposición de coches y cogió frío de la brisa.
—¡Cierra rápido las ventanas! —ordenó Logan.
Grace extendió la mano y presionó un botón, haciendo que la ventana del coche se levantara lentamente, bloqueando el viento frío.
—Cariño, ¿has firmado el contrato con Reed Group? —inquirió Grace.
Logan Morgan asintió. —La oferta de Reed Group era muy buena, y tu hija ahora está casada con Nathan. Soy el suegro de Nathan, y debo ayudarlo en su empresa.
Grace sonrió agradecida, mirándolo con admiración. —Cariño, gracias por considerar tanto a Sophia.