La expresión de Jackson se fisuró momentáneamente.
Especialmente al escuchar la palabra embarazada, las venas en sus sienes latieron, y su mirada se agudizó instantáneamente.
—¿No sabías todavía? Parece que Emily no te tiene mucho aprecio —se burló Nathan.
—No es asunto tuyo —soltó Jackcon de repente con una risa fría.
Emily, aún colgada sobre el hombro de Nathan, sintió que su estómago se retorcía.
—¡Nathan, bájame! —gruñó ella en voz baja.
—¡No lo haré!
—¡Si no me bajas, vomitaré sobre ti!
Al oír esta amenaza, Nathan apretó los dientes, dejando a regañadientes que sus pies tocaran el suelo.
Emily pasó por alto a Jackson y corrió directamente hacia fuera, cubriéndose la boca mientras se dirigía hacia la salida.
Desde detrás del escenario hasta la puerta principal, tuvo que pasar por la sala de exposiciones.
Emily no tuvo más opción que correr rápidamente a lo largo de las paredes, pero aún así se chocó con alguien.