Sally también ha ido a las minas. Dejada sola, Danika necesitaba algo de aire fresco al aire libre.
Se levantó y se deslizó las piernas en sus sandalias. Miró a su alrededor. Su habitación se veía hermosa gracias a la manera en que Sally la decoró.
Sonrió apreciando las nuevas características. Las flores frescas. Las bombillas. Las nuevas alfombras. Ya estaba contando los minutos antes de que Sally volviera de nuevo.
Salió del palacio y realizó su primera visita a la biblioteca donde había pasado una buena cantidad de tiempo.
Era la tarde para cuando volvió al palacio y se dirigió hacia el jardín del palacio. Estaba mirándolos fascinada cuando sintió un escalofrío en la espalda.
Alguien la está observando.
Se giró y miró hacia arriba. Allí estaba ella, en la ventana, mirándola con unos ojos llenos de tanto odio. Vetta, la amante del rey.
La mujer todavía estaba encerrada en su habitación y por la expresión de su rostro, Danika podía ver que a ella no le gustaba nada de eso.
