Capítulo 75
Punto de vista de Selena
Carlos me abrazó y me besó desde la frente hasta las patillas, hasta las puntas de mis orejas, hasta mi pabellón auricular, hasta los lóbulos de las orejas... y finalmente, tomó mi brazo superior y enterró su cabeza en el hueco de mi clavícula.
—¡Ahora, es hora de comerte! —anunció.
Los labios de Carlos tocaron los míos, y finalmente entendí el significado que él le daba a la palabra "COMER" en la cena.
Sus dedos, no conforme con mis brazos, nadaron hacia arriba como pequeños peces, acariciando la nuca y moviéndose suavemente.
Podía sentir su aliento cada vez más caliente.
Nos miramos profundamente a los ojos y vimos claramente el amor ardiente y el deseo en los ojos del otro.
Carlos besa de nuevo. Trató de suprimir su fuerza, disminuyendo el ritmo del beso. Su respiración se volvía más confusa por la contención.
—Umm... —murmuré, casi ahogándome en este beso suave.